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Jordi Évole: "El traje de cómico me venía grande y el de periodista estricto también"
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Jordi Évole: "El traje de cómico me venía grande y el de periodista estricto también"

Salvados cumple este domingo cinco años. Todo un logro para un espacio que nació con la idea de acercarse con humor y de una manera fresca,

Salvados cumple este domingo cinco años. Todo un logro para un espacio que nació con la idea de acercarse con humor y de una manera fresca, atrevida y sin complejos a algunos de los acontecimientos, instituciones y hábitos más arraigados de la sociedad española, como la Iglesia, el fútbol, la televisión o los toros. "Fue una locura en la que nos embarcamos a principios de enero de 2008. Fue muy intenso, un reportaje hecho en poco tiempo", recuerda Jordi Évole.

Una locura, además, porque en aquella etapa Évole y compañía no tenían tan fácil conseguir los testimonios que querían. "Que políticos estavieran de promoción lo facilitaba bastante, pero también estaba ese punto en la que, al no conocernos, no se fiaban. Hay que tener en cuenta que por aquel encontes metíamos a gente infiltrada en los mitines", confiesa el periodista que por aquel entonces utilizaba el apodo de El Follonero.

Sin embargo, Salvados por la campaña arrancó con un 6% de cuota de pantalla, lo que disparó los domingos de laSexta y la cadena les encargó más programas. "La idea era hacer dos especiales y me volvía a Buenafuente. Pero los dos primeros especiales funcionaron bien y nos pidieron que siguieran. Y ya hicimos especiales Salvados por la iglesia, por la televisión, por los toros... Grandes temas ibéricos, vamos", explica el periodista.

No obstante, aquellos especiales dictan mucho de lo que hoy es Salvados. Entonces, el programa estaba estructurado en varias secciones e incluso contaba con el exconcursante de Gran Hermano, Carlos Navarro, El Yoyas, como colaborador. "Nos hemos hecho grande con el programa. Ha sido la transición de un programa humorístico y gamberro a otro que está en el terreno del periodismo", explica el periodista.

"Cada uno busca su sitio y se intenta hacer los programas a su medida. Igual el traje de cómico me venía grande y el de periodista estricto también. Por eso quizá el híbrido que tenemos ahora es perfecto porque me permite ejercer el periodismo sin perder ese barniz de ironía. Podríamos decir que es un traje a medida", continúa Évole. Ahora ese traje ha sido incluso tomado como referencia por compañeros de profesión. "Es una etiqueta que te ponen los otros. Nosotros nos dedicamos a hacer un programa de televisión".

También es referencia para la audiencia, que semana tras semana les convierte en lo más visto del prime time del domingo. Un éxito que sorprende, pero que a la vez les hace ser más exigentes. "Lo que estamos haciendo es algo excepcional. Es como si el Levante gana la Champions. No estábamos destinados a hacer grandes audiencias. Los datos de ahora son excepcionales, pero hay que saber que también haremos menos audiencia y no pasará nada. Lo que tenemos que hacer es no obsesionarse, disfrutarlo. Y, sobre todo, no cambiar la línea del programa. Tener muy claro lo que queremos hacer", comenta.

En el centro de la diana

Y todo ello a pesar de que este éxito les ha puesto en ocasiones en el punto de mira de algunos de sus detractores como ya ocurriera hace unos meses con las eléctricas. "Hay que saber llevarlo, relativizarlo (...) Cuánta más gente te ve, más responsabilidad tienes, más posiblidades de decepcionar tienes. Intentas seleccionar a los invitados, te exiges más. Este trabajo es así. pero lo disfrutamos mucho".

Sobre todo cuando se consiguen exclusivas como la entrevista a Jaume Matas o especiales como los de ETA. "Los dos programas que hicimos en Euskadi fueron muy intensos y los disfrutamos muchos. Y también el programa de Jaume Matas, que fue un momento álgido", resume Évole. La entrevista al expresidente balear ha sido incluida por el juez José Castro en la causa del caso Nóos.

Salvados cumple este domingo cinco años. Todo un logro para un espacio que nació con la idea de acercarse con humor y de una manera fresca, atrevida y sin complejos a algunos de los acontecimientos, instituciones y hábitos más arraigados de la sociedad española, como la Iglesia, el fútbol, la televisión o los toros. "Fue una locura en la que nos embarcamos a principios de enero de 2008. Fue muy intenso, un reportaje hecho en poco tiempo", recuerda Jordi Évole.

Jordi Évole