Es noticia
Ana Morgade: "Si alguna vez me ves en un Call TV, dispárame"
  1. Televisión
TELEVISIÓN

Ana Morgade: "Si alguna vez me ves en un Call TV, dispárame"

Primero la conocimos al lado de Quequé y ahora la vemos en Buenafuente. La nota común: siempre lleva el humor colgado del cuello. Vanitatis entrevista a

Primero la conocimos al lado de Quequé y ahora la vemos en Buenafuente. La nota común: siempre lleva el humor colgado del cuello. Vanitatis entrevista a Ana Morgade, la mujer que toda madre querría para su hijo (y que todo hijo querría para sí mismo).

Segunda temporada en Buenafuente. ¿Qué tal lo llevas este año?

Bien, por el momento muy bien. Hemos cambiado algunas cosas, porque es un programa bastante inquieto y no nos gusta quedarnos tranquilos. Tenemos secciones nuevas y están funcionando muy bien. Y la verdad es que nos lo pasamos fenomenal, que es lo fundamental de todo esto.

Supongo que casi todo el mundo te reconocerá por la calle. ¿Has tenido ya que recurrir al taxi para evitar agobios? 

No, no, qué va. Para nada, eh, no te creas. ¿No ves que a las chicas nos ponen los tacones, el peinado, el maquillaje...? Luego sales normal a la calle y nadie te reconoce. Los chicos tenéis peor suerte en eso, se os reconoce más. Yo puedo andar por la calle sin ningún problema.

¿Cómo es la redacción y el estudio de Buenafuente? ¿Hay marihuana, LSD... qué clase de drogas hay?

[Risas] Lo que hay es mucho curro, ¿eh? Detrás hay un montón de gente currando desde las 9 de la mañana. Los guionistas son unos profesionales y están allí trabajando como locos para que por la noche salga lo que sale.

Desde luego tenéis unos guionistas que están mal de la cabeza... [Tomás Fuentes (Pajas mentales, PostLost), Álvaro Carmona (actuaciones en Buenafuente, Nímias cosas mínimas)... todos ellos están, además, en el blog de los guionistas]

Sí, pero el humor es muy serio. Es curioso ir a una reunión y escuchar: “Vale, a ver, tú vas de Eufemio, luego sale Ana disfrazada...”, y claro, esto si lo contextualizas te mueres de la risa, pero el humor es muy serio y hay que organizarlo.

Yo te conocí en septiembre de 2008, justo el fin de semana antes de que empezases 'Éstas no son las noticias', con Quequé. ¿Te podías imaginar entonces que ahora ibas a estar donde estás?

 Ni idea, no tenía ni idea. De hecho, no me puedo imaginar dónde estaré dentro de un año, pero bueno, igual que la mayoría de la gente con el tema del trabajo. En nuestra profesión nunca tienes ni idea de dónde vas a estar de aquí a nada. Pero bueno, hay que seguir trabajando. Y si no hay trabajo, hay que inventárselo.

Eres una (muy buena) actriz de teatro improvisado. ¿Sigues haciendo impro, ahora que estás en Barcelona?

Sí, claro, con la compañía Planeta Impro, todos los viernes en el Teatre Neu. De vez en cuando me bajo a Madrid. Ahora, de hecho, me voy a bajar a hacer un catch con Impromadrid y a ver a mis compañeros de Jamming, que están de estreno.

Alguna vez, en Buenafuente, habéis recurrido al humor y a la ironía para hablar de temas que, más que hacer gracia, en realidad cabrean bastante. ¿Es una buena terapia para no ponerse a pegar tiros?

Claro, es que a veces es la única manera de decir algunas cosas. Hay cosas que son tan terribles y tan imposibles de entender que o te ríes, o te matas. Pero en la vida también pasa: cuando tienes el típico día que es una mierda, que pierdes el autobús, te salpica un coche, el taxi no acepta tarjeta, cuando llegas a un sitio te acuerdas de que te has dejado algo en casa... Esos días de mierda, cuando ya tocas fondo, te da la risa. Y en el programa igual: hay cosas con las que deberíamos indignarnos, pero no nos queda otra que reírnos.

Hace un par de días estaba buscando fotos tuyas para la entrevista, me metí en Google Images y aquello fue un escándalo: escotes, primeros planos... incluso un vídeo de 3 segundos en el que tan sólo se ve cómo te agachas... ¿Cómo llevas eso?

Mi madre lo lleva peor que yo, la pobre [risas]. Porque claro, se mete en internet y ve esas cosas y me pregunta: “¿Tú dónde estás trabajando en Barcelona? ¿En La Boquería?”. Es una pena, porque yo no he visto ninguna foto del escroto de Berto, ni del culo de Andreu, ni de los huevos de Pablo Motos, y parece que al ser chica hay impunidad. Y no es justo, la verdad. A mí me encantaría que a todos estos listos que cuelgan esas fotos les saliese una hija famosa, a ver cómo les iba a sentar. A veces se pasan las fronteras de la dignidad humana, pero en fin, hay que intentar no hacer mucho caso a esas cosas.

¿Has llegado ya a ese punto en el que te puedes encontrar a un paparazzi por la calle?

¡Uy, no, qué va! Mira, hay una cosa muy buena de que haya tantas cadenas y tantos programas, y es que somos un montón de gente. Va a llegar un momento en que habrá más gente saliendo en la tele que viéndola [risas]. Además, hay un montón de gente famosa que ya se dedica sólo a eso, a salir en las revistas, a mí no me necesitan para nada. Voy tan contenta y tan tranquila por la calle.

¿Qué tal te llevas con la prensa? Al haber hecho tantas entrevistas supongo que ya te habrás dado cuenta de que somos muy poco originales y casi todos hacemos las mismas preguntas...

Bueno, es parte de la profesión. Además, el periodista no tiene culpa de entrevistarte por primera vez y preguntarte algo que ya has respondido, es lógico que pase. A mí me fastidia más cuando no respetan las respuestas. He llegado a ver enunciados de preguntas y respuestas enteras que nunca he dicho. Hay veces que el periodista se toma la licencia y parece que importa más lo que él opina que lo que tú le has dicho.

Hace un tiempo dijiste en Twitter: “Sexo en Nueva York es una meada en la cara de la dignidad femenina” ¿Ves muchas meadas de ese tipo a diario en la tele?

Hay unas cuantas, sí. Yo reconozco que el fenómeno de 'Sexo en Nueva York' no lo entiendo. Gente que se deprime y se va a comprar zapatos es gente que no se merece mi respeto. Es que su vida es mierda. Si ésa es la máxima ambición que tienen... Entiendo que haya gente a la que le guste esta serie, pero hay un fondo que no puedo soportar. ¿Por qué 'Mujeres ricas' nos indigna y 'Sexo en Nueva York' no? A mí me indigna igual.

Por seguir con los tópicos: ¿qué es más grande en proporción, la nariz de Berto o la cabeza de Andreu?

[Risas] Hay una gran lucha de deformidades ahí, no te sabría decir. No se dejan medir fácilmente.

¿No tienes miedo de que te busquen a ti algo?

Hombre, tengo un par de cosas sobrevaloradas de tamaño, pero me respetan mucho, todavía no me han sacado nada a relucir.

 ¿Tienes en la agenda del móvil ya el número de Telecinco, por si te llaman?

 Por suerte -y que siga así muchos años-, no doy el perfil de Telecinco.

¿Te veremos alguna vez en un Call TV?

Si alguna vez me ves en un Call TV, dispárame.

¿Y en Interviú?

Espero que tampoco, si no es vestida.

¿Quequé o Buenafuente?

Los dos. Uno como amigo y otro como compañero.

¿Buenafuente o Wyoming?

Los dos, que no soy tonta. Nunca sabes dónde vas a acabar.

La última y más importante: ¿Ana Botella o Ana Obregón?

Uf, Ana Obregón sin ninguna duda. A Ana Obregón se la ve venir. Ana Botella... no sé por dónde puede salir. Me da mucho más miedo.
 

Primero la conocimos al lado de Quequé y ahora la vemos en Buenafuente. La nota común: siempre lleva el humor colgado del cuello. Vanitatis entrevista a Ana Morgade, la mujer que toda madre querría para su hijo (y que todo hijo querría para sí mismo).

Andreu Buenafuente Entrevista de trabajo