Luján Argüelles: "A veces pienso que la tele es un rollo"

Hoy, a las ocho de la tarde, Luján Argüelles tiene una cita para romper de una vez por todas con la racha de mala suerte que, desde que decidió abandonar Password, su carta de presentación en la pequeña pantalla a nivel nacional, se ha convertido en su fiel compañera. Dame una pista, adaptación del programa Give us a clue, que ha permanecido en pantalla en el Reino Unido más de quince años, ha llegado a España para quedarse. “Le voy a poner una vela a todos los santos”, dice.

La asturiana tiene fe ciega en ello, a pesar de que, hace unos meses, tuvo su primer gran batacazo televisivo: Lo que diga la rubia, “el programa perfecto”, tan sólo estuvo en antena cinco días. “La tele es así”, afirma resignada en conversación con El Confidencial. Es su cura de espanto. Y eso que lleva tan sólo dos años en la tele.

Pregunta: ¿Es hoy un día importante en la historia reciente de su currículum?

Respuesta: Cierto. Los estrenos son lo que son y sí, no puedo negar que estoy nerviosa, aunque tampoco tengo mucho tiempo para pensar en ello. Acabo de llegar a Lérida, donde estamos grabando la tercera temporada de Granjero busca esposa, y esta noche no he dormido pensando en cómo se dará. Habrá que esperar…

P: ¿En qué consiste Dame una pista?

R: Es el clásico juego televisivo. Estoy muy ilusionada y confío a tope en este programa. Me lo he pasado fenomenal grabando las primeras entregas y consiste en que dos equipos de concursantes, que son como las peñas de los pueblos, se enfrentan a una serie de retos donde el buen humor va a ser el auténtico dueño y señor, obviamente a cambio de un suculento botín. Definitivamente, aquí me siento mucho más libre que en Password.

P: Con toda la fiebre por el fútbol que ahora mismo está sufriendo el país, ¿le preocupa que los datos de la primera emisión no sean tan halagüeños como seguro que espera?

R: Todos estamos soñando con lo que ha conseguido la Selección. Es la primera oportunidad para el programa y no me preocupa tanto si hoy no hay un buen resultado. Lo que pretendemos es que la audiencia vaya subiendo a medida que pasen los días y que la gente nos conozca haciendo zapping, para que se queden con nosotros y no se vayan.

P: Y la audiencia en general y en condiciones normales, ¿le quita el sueño?

R: Sí. Yo soy de las que piensa que la audiencia es muy importante, porque nosotros hacemos entretenimiento. Si la gente no te sigue ni te apoya, significa que no están contando contigo para pasar su tiempo de ocio; y eso hay que planteárselo.

P: Lo que diga la rubia, un magazine diario -algo que tanto le apetecía- y la gran apuesta de Cuatro para usted, no cuajó en la parrilla y la cadena se despidió de él de un plumazo, ¿consiguió esta decisión que la frustración se apoderase de usted?

R: Todo esto es una cuestión de higiene mental. En la vida, lo realmente importante es tu familia, tus amigos y obviamente también el trabajo, pero con lo primero se vuelve secundario. Me gustaría volver a hacer un programa en directo y no sé cuando lo haré, pero por ahora espero que Dame una pista dure los quince años que ha estado en el Reino Unido.

P: Password le reportó fama y éxito, ¿se arrepiente de aquella decisión que tomó al abandonar el programa?

R: Es cierto que me dio muchas alegrías y tomar la decisión fue súper difícil. Pero, no fui yo sola, todo el equipo nos convencimos de que el cambio sería a mejor. Además la propuesta de Lo que diga la rubia era muy buena y yo estaba convencida, los colaboradores eran maravillosos…pero no puedo ser.

P: Ana Millán recogió su testigo, ¿contenta de su gestión?

R: Muy contenta. Ana es una máquina y encima es una mujer todo terreno. Actriz, presentadora, show woman…

P: Un perfil parecido al suyo, ¿sueña con dar el salto a la escena?

R: Nunca. Yo soy periodista y me debo a mi trabajo.

P: Tan sólo dos años en televisión, ¿qué proyectos rondan ahora mismo por su cabeza?

R: Como bien dices, llevo muy poco en la tele. Siempre sueño con algún día volver a la radio, aunque me queda mucho trabajo por hacer. A veces pienso que todo esto es un rollo, porque se viaja mucho, nunca tienes tiempo para nada, pero es muy gratificante.