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Queremos su opinión: ¿Cuáles son las mejores escenas eróticas de la historia del cine?
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Queremos su opinión: ¿Cuáles son las mejores escenas eróticas de la historia del cine?

El Festival de Cine Erótico de Barcelona está a punto de desembarcar en Madrid desde el próximo jueves 26 al 28 de junio. Por eso, siguiendo

El Festival de Cine Erótico de Barcelona está a punto de desembarcar en Madrid desde el próximo jueves 26 al 28 de junio. Por eso, siguiendo la tónica de nuestro anterior artículo, dedicado a los mejores comienzos de la historia del cine, y por aquello de ir calentando motores (nunca mejor dicho), hacemos un especial dedicado a las mejores escenas eróticas de la gran pantalla; pero eso sí, centrándonos en aquellas que vienen justificadas por la historia y no las procedentes del cine porno, que sería un reto demasiado fácil.

Las que les ofrecemos a continuación son algunas de las seleccionadas, si bien se han quedado otras muchas por el camino que seguro que ustedes nos podrán refrescar.

El cartero siempre llama dos veces de James M. Cain fue llevada varias veces al cine. Visconti la adaptó en su Ossessione, o Tay Garnett inmortalizó a Lana Turner y a su famoso modelito con turbante en el filme de 1946. Pero sin duda la más conocida es la versión de Bob Rafelson protagonizada por una explosiva pareja formada por Jessica Lange y Jack Nicholson. En ella hay una escena sexual inolvidable que tiene como escenario una cocina, y en la que la mujer casada con un repulsivo dueño de una gasolinera -una muy atractiva Lange ataviada con unas seductoras medias de liguero- es seducida por un buscavidas- Un Nicholson explotando al máximo sus dotes de seductor. La harina y los sudores de sus personajes formaron una masa irresistible.

En el cine anterior a los 70 había muchas cosas que todavía no se podían mostrar claramente, y eso hacía todavía más irresistiblemente eróticas algunas escenas. Kubrick lo demostró en dos ocasiones. Espartaco tiene una famosa escena que estuvo mucho tiempo censurada y en la que Craso le dice a su bello criado Antonino que su gusto “incluye tanto los caracoles como las ostras”. También en Lolita incluía muchas escenas de lo más provocadoras como aquella en que joven Sue Lyon se toma una piruleta causándole verdaderos sudores a un Humbert Humbert interpretado por James Mason

Situándonos en los 80, época en la que el erotismo ya era algo habitual en todo filme en todo filme de acción –acordémonos de Conan el Bárbaro atrapado por el hechizo de una bruja-druida o la de Excalibur con ese fuego al fondo- o incluso histórico. En El nombre de la rosa Adso (Christian Slater), el ayudante de Guillermo de Baskerville (Sean Connery), es un monje que se deja seducir por los encantos de una joven aldeana y analfabeta. Todo un momento de despertar sexual imposible de olvidar.

Bernardo Bertolucci es un experto en rodar escenas eróticas con buen gusto, a pesar de que muchas veces resultan un poco crudas para los no iniciados en el tema –véase la escena de la mantequilla de El último tango en París-. Soñadores es una cinta sobre un mayo del 68 que hace de telón de fondo, ya que la historia se desarrolla en la intimidad del hogar con dos hermanos inmersos en una relación algo enfermiza, Eva Green y Louis Garrel, y un invitado norteamericano, Michael Pitt. Estos tres absolutos enamorados del cine protagonizaron una escena en la que el personaje de Garrel quiere que su tímido invitado, tras perder una apuesta, haga el amor con su hermana. Lo que en un principio resulta violento, termina resultando un jueguecito más que tentador.

Tres rubias de armas tomar protagonizaron varias escenas eróticas reseñables. En Nueve semanas y media, Kim Bassinger se marcaba un bailecito de lo más sensual y así como un momentazo de sexo con Mickey Rourke mientras les cae agua de un canalón. En Instinto básico, Sharon Stone realizó un inigualable cruce de piernas que casi deja bizco a más de uno, así como una particular escena de cama con Michael Douglas. La más reciente de todas es la de Naomi Watts y su tête à tête con Laura Elena Harring para Mulholland Drive, dirigida por otro maestro rodando escenas sugerentes, David Lynch. Las malas lenguas dicen que la película fue una excusa para cumplir su capricho de rodar una escena lésbica.

Por su visceralidad destacamos dos escenas del cine reciente que han quedado grabadas en muchos espectadores. Una es de Monster’s Ball y se produce cuando el personaje de Billy Bob Thorton acaba más que consolando a Hale Berry en un sofá, una escena de liberación de sentimientos por parte de dos personajes atrapados en el drama de la pérdida de sus respectivos hijos. La otra pertenece a Una historia de violencia, que además de ese momento en el que el personaje de Maria Bello se viste de animadora para deleite del de Viggo Mortenssen, incluye un momento de sexo tremendamente animal en la escalera, poco después de que ella se dé cuenta del turbio pasado de su pareja.

Finalmente no debemos dejar pasar de vista el panorama cinematográfico europeo. Lars Von Trier es único dotando de naturalidad a sus escenas. Lo hizo en la orgía de Los idiotas y también en la película que le dio fama internacional con permiso de Europa, Rompiendo las olas, que contenía unas escenas realmente fantásticas gracias a la profesionalidad de sus actores, Emily Watson y Stellan Skardsgard. Otro de los que sorprenden es Patrice Chereau en Intimidad, con sus escenas sexuales totalmente despojadas de artificio y alejadas de ese soft-porn que ha dominado el cine de Hollywood. Entre los últimos grandes títulos que han sabido reflejar con fuerza el erotismo gracias a varias escenas muy cuidadas se erige Lady Chaterley, una gran película francesa en la que la sexualidad es delicadamente plasmada como un camino hacía el conocimiento interior y a una complicidad irresistible entre dos personas de diferente clase social. Y para no dejar el cine francés vamos a recordar, por último, el original encuentro erótico de Delicatessen. El sexo es puro ritmo y compás en esta cinta de Jean-Pierre Jeunet –el director de Amelie- en la que una pareja hacía el amor acoplándose a la melodía de un vecino que pinta el techo, otro que infla una rueda de bicicleta, una que sacude una alfombra y otra que toca el violonchelo.

El Festival de Cine Erótico de Barcelona está a punto de desembarcar en Madrid desde el próximo jueves 26 al 28 de junio. Por eso, siguiendo la tónica de nuestro anterior artículo, dedicado a los mejores comienzos de la historia del cine, y por aquello de ir calentando motores (nunca mejor dicho), hacemos un especial dedicado a las mejores escenas eróticas de la gran pantalla; pero eso sí, centrándonos en aquellas que vienen justificadas por la historia y no las procedentes del cine porno, que sería un reto demasiado fácil.