El chip que acaba con los cargadores tamaño ladrillo
Los chips de nitruro de galio han cambiado la industria de la electrónica de consumo, reduciendo el tamaño de los cargadores drásticamente y aumentado la velocidad de carga
La carrera por cargar cacharros electrónicos rápidamente se acelera exponencialmente, con baterías cada vez más eficientes que demandan cargadores de mayor potencia. Desafortunadamente, esto se traduce en los cargadores tamaño ladrillo, universalmente odiados. Afortunadamente, ahora hay una tecnología para reducirlos de tamaño: los chips de nitruro de galio.
Solo hay que ver los tres cargadores que hay sobre estas líneas, de una conocida marca de periféricos. El primero es de 30 vatios, el segundo es de 45 y el tercero de 65. El tamaño de todos ellos es sorprendentemente pequeño. Por ejemplo, el adaptador de 60 vatios de Apple tiene casi cuatro veces el tamaño que el de 65. Y su adaptador de 15 W es más grande que el de 30 W.
Cómo funciona
La clave de esta reducción de tamaño está en los chips de nitruro de galio (GaN), una aleación de dos semiconductores con unas características físicas lo han convertido en la clave para miniaturizar cargadores.
El GaN ofrece numerosas ventajas sobre los chips de silicio que habitualmente se usan en la mayoría de cargadores. Para empezar, tiene una banda prohibida más ancha. Eso significa que puede soportar voltajes más altos sin tener problemas de disipación de calor. La mayor eficiencia en la disipación de calor resulta en una operación más fría y segura, por lo que los cargadores pueden operar a mayor velocidad que sus equivalentes de silicio, en un tamaño mucho más pequeño.
La industria de los chips GaN comenzó a ganar tracción en 2015, pero en esos momentos su producción era mucho más cara que los chips de silicio. Sin embargo, ahora se puede producir en nodos de fabricación de silicio. Con los años, los chips GaN han cogido velocidad de crucero y ahora mismo puede competir en precio. El resultado es que ha habido una explosión en su uso. Según el medio especializado VenturaBeat, no solo afecta a los cargadores de los coches, sino también a la industria automovilística, aeroespacial y centros de datos, que están usando chips fabricados con este material por todas partes.
Un pequeño gran avance
Ya sé que todo esto no suena mucho a futurismo. De hecho, no es futuro en absoluto. Te puedes comprar ya un cargador con tecnología GaN de segunda generación —como los del principio de este artículo— que usan el chip que puedes ver bajo estas líneas.
Pero todo lo que sea quitarnos ladrillos de nuestras bolsas y mochilas, me parece un avance digno de celebrar como parte de ese futuro que ya está aquí. Como dice el fabricante del chip en una entrevista con VenturaBeat, “a la gente le encanta el hecho de tener cargadores más pequeños. Estamos viendo una enorme subida en el mercado de los cargadores más pequeños”.
Doy fe. Yo me voy a comprar uno porque estoy hasta las narices de llevar ladrillos. Encima, sabiendo que tendremos baterías que —en un futuro no muy lejano— permitirán cargar un iPhone en segundos, cualquier reducción del tamaño de los cargadores es poca. Por lo menos, hasta que tengamos carga inalámbrica por el aire y desaparezcan para siempre.
La carrera por cargar cacharros electrónicos rápidamente se acelera exponencialmente, con baterías cada vez más eficientes que demandan cargadores de mayor potencia. Desafortunadamente, esto se traduce en los cargadores tamaño ladrillo, universalmente odiados. Afortunadamente, ahora hay una tecnología para reducirlos de tamaño: los chips de nitruro de galio.