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He probado el móvil plegable que casi me convence y la razón es tan obvia como simple
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EL MÁS FINO DEL MERCADO

He probado el móvil plegable que casi me convence y la razón es tan obvia como simple

A los móviles plegables les queda mucho recorrido para ser masivos, especialmente en el campo del precio. Sin embargo, el último modelo de Honor demuestro lo avanzados que están en el campo del software.

Foto: Foto: EC Diseño.
Foto: EC Diseño.

En un país en el que una gran parte de los móviles que se venden cuestan menos de 400 euros, es difícil hablarle a la gente de un terminal de mil o dos mil euros. Si hacemos blanco y a la persona le interesa, es harto difícil que la conversación no derive en algo así como ‘por ese precio, me compro un iPhone’.

Si se consigue romper esa tercera barrera, lo más común es que los ojos se vayan a teléfonos como el Samsung Galaxy S24 Ultra, el Pixel 8 Pro o un Xiaomi pepino como el 13 Ultra. Pero hay algunos que llegados a este punto acaban fijándose en un smartphone plegable.

No son muchos todavía (cada año que pasa, hay más) y los fabricantes que se han tirado a la piscina están intentando convencer cada día a más gente. Y lo están haciendo refinando este producto, solucionando algunos de los problemas que han acompañado su irrupción en el mercado. Ahora se ha logrado un hito adicional: el de lograr que sean casi tan finos como los terminales de toda la vida.

placeholder El Honor Magic V2. Foto: M. McLoughlin
El Honor Magic V2. Foto: M. McLoughlin

Ahora se ha logrado un hito adicional: el de lograr que sean casi tan finos como lo consiguieron los móviles tradicionales en su momento. El mérito es de Honor, esa marca que otrora perteneció a Huawei pero acabó independizándose para volar libre y evitar los efectos del veto a Estados Unidos.

En España, es uno de los nombres que componen ese pelotón de fabricantes chinos que trabajan con Android e intentan rascar cuota de mercado a base de teléfonos cuyo principal argumento es apelar a la cartera de los usuarios, con modelos chollo de esos trufados de especificaciones que parecen estar dándote mucho más de lo que el precio dice. En su mercado natal, sin embargo, ha conseguido colarse en la cabeza de carrera, llegando a ser en algún trimestre la compañía que más dispositivos ha distribuido.

El producto que hoy tenemos entre manos, y que hemos estado probando unos cuantos días antes de su puesta a la venta, es el Honor Magic V2. Aquí no hablamos del tipo de terminales a los que nos tiene acostumbrados la marca. Este es un smartphone de muchos quilates, de esos que le dan un nuevo significado a la gama alta. Aunque no se te pase por la cabeza comprarlo, es interesante fijarse en este aparato para ver cómo han evolucionado estos terminales desde que empezaron a hablarnos de ellos.

Un producto mucho más refinado

Echando la vista atrás, recuerdo las sensaciones que tuve cuando cogí por primera vez el Galaxy Fold entre manos. Lo primero fue sorpresa y hasta cierto punto emoción, por eso de poder tocar y probar lo que muchos veían como el futuro de la tecnología. Sin embargo, con el paso de los días me encontré con que el teléfono me resultaba tosco y difícil de manejar, especialmente cuando estaba cerrado. Los motivos detrás de esta sensación eran variados (por ejemplo, la pantalla externa era demasiado pequeña), pero el grosor tenía bastante que ver.

Todos los fabricantes han mejorado en mayor o menor medida en este sentido. Pero Honor es el que ha llegado más lejos. 9,9 milímetros de grosor en el caso de la versión de cuero vegano del Magic V2 cuando está cerrado. Poco más de 10 mm en la versión de cristal. El peso es de 231 gramos. Son cifras que le acercan mucho a móviles tradicionales, aunque sigue siendo un terminal grande. El iPhone 15 Pro Max, por ejemplo, mide 0,83 milímetros de grosor. El peso es de 221.

placeholder El perfil del Honor Magic V2. Foto: M. McLoughlin
El perfil del Honor Magic V2. Foto: M. McLoughlin

El Magic V2 funciona como termómetro de cómo los plegables tipo libro han evolucionado y han logrado refinarse. Echando la vista atrás recuerdo cuando tuve el primer Galaxy Fold entre manos. Sorprendía, por el cambio que suponía, pero a la hora de la verdad sus formas eran algo toscas, lo que dificultaba gobernar en la mano, tanto cuando estaba abierto como cuando estaba cerrado.

Todos han ido evolucionando en mayor o menor medida. Pero Honor ha sido el que más lejos ha llegado. La versión de cuero vegano mide tan solo 9,9 milímetros de grosor. La de cristal sube hasta los 10 milímetros. El peso también ayuda: 231 gramos. Medidas que le aproximan mucho a lo de un terminal tradicional. Por poner en perspectiva, el último iPhone Pro Max tiene un grosor de 8,3 milímetros y 221 gramos de peso. Cuando se despliega, el grosor es de menos de 5 milímetros.

He probado muchos plegables en los últimos años y probablemente este Honor Magic V2 sea, junto al OnePlus Open, el modelo que mejor factor de forma ha conseguido.

Gracias a una pantalla de 6,43 pulgadas en la parte exterior (mención especial al brillo de 2.500 nits y a los bordes ultra reducidos), la experiencia se siente completa cuando uno tiene que utilizarlo como un teléfono normal y corriente. En ningún momento he tenido la sensación de que la pantalla externa se me quedaba insuficiente. Es cierto que la proporción escogida para este panel (20:9) puede hacer que en el primer contacto se sienta algo alargada.

Te tendrás que acostumbrar a eso y a tener teclas algo más pequeñas, pero con unos días de rodaje es más que suficiente para cogerle el tranquillo. El Honor Magic V2 guarda en su interior una pantalla de 7,92 pulgadas, con 120Hz de tasa de refresco y una resolución de 2.344 por 2.156 píxeles. En esta ocasión no tenemos una pantalla tan brillante (1600 nits), pero también es cierto que el uso que he dado al panel más grande, por norma, ha sido en entornos donde la iluminación no era agresiva.

Le he dado más uso en lugares como mi casa, la oficina o el metro, aunque es cierto que eso de ir con una pantalla así de grande en el transporte público siempre me ha provocado ciertos recelos por eso de las miradas indiscretas.

La arruga que caracteriza a los móviles plegables se sigue dejando ver, pero es cierto que muchas veces te olvidas por completo de ella. También hay que tener en cuenta que esta es una prueba de unas semanas y aquí no podemos apreciar cómo se va marcando con el uso y el paso del tiempo.

placeholder El Honor Magic V2. Foto: M. McLoughlin
El Honor Magic V2. Foto: M. McLoughlin

Hay un detalle que cabe destacar del trabajo que ha hecho Honor con este terminal: la funda oficial que viene incluida en la caja del V2 Magic. El accesorio sirve para proteger la parte trasera del terminal sin añadir demasiado grosor. Otra cosa hubiera sido como comprar un Smart y acabar poniéndole un alerón gigantesco.

Además, en la funda han integrado una suerte de caballete que da juego para cuando se quiera utilizar para ver una película, mantener una videoconferencia o una película.

Un punto absoluto para la marca china en este sentido. En lo que respecta al diseño, solo cabe decir que el teléfono se siente premium desde el primer momento que lo sacas de la caja. Desde la bisagra (hecha de titanio) hasta los marcos de acero inoxidable o el acabado del cristal templado. Todo se siente robusto pero a la vez fino y elegante. Insisto que es uno de los pocos plegables que tras unos pocos días de uso no he sentido una necesidad imperiosa de quitármelo de encima y guardarlo en un cajón hasta el fin de los días. No se me ha hecho raro llevarlo en mi día a día.

Obviamente, uno de los problemas de este y otros plegables es que no son tan resistentes como los teléfonos móviles tradicionales.

No es que sean jarrones chinos, pero hay que tener en cuenta que no hay protección contra líquidos o al polvo reglada (no hay certificación IP de ningún tipo) y hay que tratarlos con un cuidado especial. Es algo que no se puede perder de vista si nos planteamos tener un terminal de este tipo. Es quizá este el punto que más reticencias me provoca a la hora de hacer una inversión de este tipo.

El interior está a la altura de lo esperado. El motor que mueve este Honor Magic V2 es un Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2. Es cierto que su sucesor (presentado hace unas semanas) promete ser un procesador revolucionario, pero este chip está fuera de toda duda. Es de agradecer que venga con 16GB de RAM, que puede llegar a ser en algún momento 23GB, gracias a un sistema que toma prestado gigas del almacenamiento interno para utilizar como RAM virtual momentáneamente. En resumen, tiene potencia para aburrir. De memoria también va sobrado con 512GB. En otro orden de cosas, tenemos conexión 5G (stand alone y non stand alone) y BT 5.3.

placeholder El Honor Magic V2. Foto: M. McLoughlin
El Honor Magic V2. Foto: M. McLoughlin

En lo que se refiere a la autonomía, hay que destacar que cumple sobradamente gracias a sus 5.000 mAh. No es el mejor del mercado en este sentido, pero da de sobra como para acabar el día y que todavía haya un 20 o incluso un 30% de batería restante. La carga rápida es de 66W.

Aunque no es el elemento central de este terminal, hay que señalar el buen trabajo que Honor ha hecho con la cámara triple que monta. El sensor principal cuenta con 50 megapíxeles, un ultra gran angular de 50 megapíxeles y un teleobjetivo de 20 megapíxeles. Es una cámara muy versátil que ofrece un gran rendimiento en múltiples escenarios. Probablemente no se lleve el título oficioso de cámara del año (eso estará entre el S24 Ultra de Samsung y el iPhone 15 Pro), pero estará en el grupo destacado. Sobre las cámaras frontales, ambas ofrecen una resolución de 16 megapíxeles. En el hardware hay poco o nada que objetar.

No ocurre lo mismo con el software. Funciona con Android 13, lanzado en 2022. Siempre he dicho que dentro del mundo Android, las marcas asiáticas son las que más trabajo tienen por delante. Hace unos años, cuando empezaron a despuntar y a crear smartphones de alta gama, siempre que probaba uno de ellos me quedaba la sensación de que el sistema operativo y la experiencia que brindaban no estaban a la altura de la calidad de los componentes que utilizaban. Es como si alguien fuese a cenar a un restaurante asiático de alta gastronomía y el local estuviese decorado con dragones y sillas de plástico.

placeholder Honor Magic V2. Foto: M. McLoughlin
Honor Magic V2. Foto: M. McLoughlin

Más allá de lo estético, el software de este Honor Magic V2 tiene algunas cosas que mejorar. La multitarea se siente fluida, pero moverse entre las diferentes ventanas o utilizar más de dos aplicaciones hay veces que es algo engorroso. Las transiciones entre pantallas no siempre son todo lo fluidas que pide el cuerpo. No es algo insoportable, pero son detalles que deberían ser depuradas para ponerse a la altura de otros terminales como el OnePlus Open o los Z Flip o Z Fold de Samsung, que tienen un software bastante mejor rematado en este sentido.

Sin embargo, el software no es lo que va a separar al gran público. El precio de este terminal no deja de ser 2.000 euros y no muchos están dispuestos a pagar eso por un móvil, sea plegable o no, porque directamente no los tiene. Pero en caso de que los tengas y seas un convencido del formato, el Honor Magic V2 creo que es uno de los móviles más implacables, desde el punto de vista de las especificaciones, que se puede comprar a día de hoy.

En un país en el que una gran parte de los móviles que se venden cuestan menos de 400 euros, es difícil hablarle a la gente de un terminal de mil o dos mil euros. Si hacemos blanco y a la persona le interesa, es harto difícil que la conversación no derive en algo así como ‘por ese precio, me compro un iPhone’.

¿Me lo compro?