De crear Microsoft a cazatesoros: descubren un nuevo acorazado hundido de la II GM

Casi 80 años después de que se iniciase la mayor guerra de la historia, la Segunda Guerra Mundial, esta contienda aún sigue dando sorpresas a los investigadores. El último caso ha sido el del USS Helena, un crucero estadounidense hundido en aguas del océano Pacífico en 1943 por torpedos lanzados por los japoneses durante la Batalla del Golfo de Kula y que ha sido descubierto tras casi 75 años desaparecido a unos 860 metros de profundidad bajo las islas Salomón. Y no solo eso: al frente del hallazgo está el cofundador de Microsoft.

Los encargados del descubrimiento y posterior estudio han sido los miembros del buque de investigación y búsqueda Petrel. Una suerte de busca tesoros de esta contienda (han encontrado en apenas unos meses tres buques estadounidenses desaparecidos en la lucha contra el imperio japonés) financiados por el cofundador de Microsoft, el magnate Paul Allen. "Hacemos estas misiones como testimonio de las valientes almas que sirvieron en estos barcos", explicaba Robert Kraft, director de operaciones submarinas de la fundación de Allen, a través de un comunicado tras anunciar el descubrimiento. "Cada barco tiene una historia que afecta a las familias y amigos de aquellos que perecieron o sobrevivieron. Es gratificante escuchar esas historias cada vez que anunciamos un nuevo descubrimiento ", apuntaba.

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Lejos de ser un barco más, este crucero ligero de la clase St. Louis, fabricado en 1939 en los astilleros de Nueva York Navy Yard, fue uno de los buques que más acción vivieron durante la batalla del Pacífico. Estuvo presente durante el histórico ataque a Pearl Harbor y sobrevivió a la masacre pese a que sufrió graves desperfectos y gran parte de su tripulación cayó en el combate.

Después, tras ser arreglado, fue destinado a las misiones por el control de las islas del Pacífico Sur, siendo testigo de combates clave de aquella contienda entre los que se incluyen la batalla de Cabo Esperanza, la campaña de Guadalcanal y la batalla del Golfo de Kula, en la que encontró su final.

Pese a que el buque se hundió rápidamente tras los impactos de los torpedos nipones, 732 de los 900 miembros de la tripulación sobrevivieron aunque no sin dificultades. Algunos de ellos se vieron obligados a soportar varios días perdidos en el mar hasta encontrar la ayuda de los nativos una vez llegados a la isla de Vella Lavella (islas Salomón). Tras este nuevo 'trofeo', el Petrel ya cuenta con tres grandes hallazgos en su misión: el del USS Helena se suma al de su crucero hermano, el USS Juneau y el portaaviones USS Lexington. Y seguro que aún les queda alguno más.