'Cobra de Pugachev', trayectoria de una impresionante maniobra aérea

La denominada 'cobra de Pugachev' es una de las maniobras aéreas más impresionantes que existen. Fue demostrada por primera vez en el espectáculo aéreo de Le Bourget en París, en 1989, por el piloto soviético Viktor Pugachev, a bordo de un caza Su-27, uno de los aviones con más maniobrabilidad del mundo. Esta es la capacidad de realizar maniobras aéreas más allá de los límites aerodinámicos convencionales.

Este es un tipo de maniobra que no pueden hacer todos los aparatos. Entre los que sí tienen esta capacidad, además del ruso Su-27, se encuentra el F-18, modelo al que pertenece el caza que el martes 17 de octubre se estrelló en las inmediaciones de la madrileña base aérea de Torrejón de Ardoz antes de precipitarse contra el suelo, accidente en el que el piloto ha fallecido. Testigos presenciales han confirmado a El Confidencial que el aparato se precipitó mientras realizaba una maniobra de despegue y que, en plena maniobra, el avión ha girado y el piloto ha perdido el control.

En esta acrobacia el avión eleva el morro hasta superar los 90 grados de ángulo de ataque y regresa a la posición horizontal mientras vuela horizontalmente sin pérdida apreciable de altura. Se trata de una maniobra impresionante, aunque poco efectiva en condiciones de combate, ya que la reducción de velocidad es drástica.

La eficacia de esta maniobra en combate es ciertamente polémica: se especula con que podría resultar útil en casos de persecución aérea, en los que si se tiene una nave próxima al ejecutar esta maniobra —más conocida únicamente como cobra— puede reducir tanto su velocidad hasta el punto que el persecutor la sobrepase, permitiendo a la primera nave terminar la ejecución de la acrobacia por detrás de ésta.

Sin embargo, el problema de este movimiento en combate es que deja al caza en una situación de baja energía —además de la reducción de velocidad—, lo que la convierte en un objetivo vulnerable a ataques.

A pesar de que fue Bugachev el inventor de la acrobacia, fue el piloto de pruebas Igor Volk, también soviético, el primero en probar el comportamiento de una nave en un ángulo de ataque supercrítico, de unos 90 grados, con un caza Sukhoi Su-27.