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Los negacionistas del cambio climático son hombres, conservadores... y no españoles
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en españa menos del 5% niega este fenómeno

Los negacionistas del cambio climático son hombres, conservadores... y no españoles

El porcentaje de 'escépticos' es cada vez menor, pero numerosos estudios han esbozado un perfil sobre ellos. La ideología sí influye, pero la edad y el nivel educativo no parecen ser determinantes

Foto: Graffity atribuido a Banksy en Londres. (Reuters)
Graffity atribuido a Banksy en Londres. (Reuters)

Que las actividades humanas influyen en el clima global es un hecho científico innegable. No porque lo diga Obama o el Papa, sino por la abrumadora cantidad de estudios científicos serios que lo demuestran. El consenso entre los expertos en la materia es alto: un estudio publicado en 2010 en PNAS asegura que el 97% de los investigadores del clima apoya esta tesis. Por el contrario una parte de la opinión pública parece discrepar en un porcentaje mayor que un 3%. Pero, ¿quién niega todavía este fenómeno en 2015?

“La gravedad del cambio climático ha sido exagerada”, es una afirmación que apoyan el 26% de los europeos, según un Eurobarómetro de la Comisión Europea, aunque no es una afirmación completamente negacionista. Para evaluar esto hay que ir al estudio de 2013 La respuesta de la sociedad española ante el cambio climático.

“La población española cree, casi unánimamente, que el cambio climático es real”, explica a Teknautas la investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y coautora del estudio, Mónica Arto. Tan sólo un 4,6% de los entrevistados negaron que este fenómeno estuviera ocurriendo. La tendencia, además, es bajista: en el anterior trabajo el porcentaje de un 8,5%.

Los conservadores tienden a negar el cambio climático en mayor proporción, pero el nivel educativo y la edad no parecen ser factores determinantes

El problema a la hora de determinar quién niega el cambio climático es que, al ser tan pocas personas, no es posible establecer un perfil socio-demográfico con validez estadística. “Más de la mitad de quienes niegan el cambio climático son personas sin estudios, de edad avanzada y con una ideología política más cercana a la derecha, pero esto no quiere decir nada porque la mayoría absoluta de este tipo de personas sí creen en él”, aclara Arto.

A nivel europeo sí es posible trazar un perfil más exacto: un Eurobarómetro de 2008 define a los escépticos como varones con pocos estudios situados en la derecha ideológica. Otro estudio a escala, publicado este mismo año en la revista Global Environmental Change, permite sacar conclusiones a nivel mundial y nacional, ya que uno de los países analizados fue España.

Según los autores, tener ideología conservadora, estar poco preocupado por el medioambiente y ser hombre son factores clave a la hora de predecir el negacionismo. Dentro del espectro político, los liberales son especialmente proclives a negar el cambio climático: el paper detectó que las personas contrarias al sector público y defensoras del privado tenían más probabilidades de declararse escépticas.

Al contrario de lo que suele pensarse, la edad y el nivel de estudios no mostraron relación con una mayor frecuencia de escepticismo. La idea de que el negacionismo aumenta con la edad y que está más presente en personas con un nivel educativo bajo es, según el estudio de Global Environmental Change, un mito.

A nivel nacional, y según el mismo estudio, Australia (17%), Noruega (15%), Nueva Zelanda (13%) y EEUU (12%) mostraron los mayores porcentajes de escépticos. España, como ya dejaba entrever el trabajo de la USC, es el país con un menor número de negacionistas, con apenas un 2%. La media de los 14 estados analizados era del 10%.

Cambio climático e ideología

El sesgo científico provocado por la ideología es un fenómeno conocido, y no es exclusivo de una alineación concreta. Un estudio llevado a cabo en EEUU por el Centro de Investigación Pew y publicado este mismo año, señala que la influencia de la ideología política en los temas científicos es especialmente relevante con problemas medioambientales como el cambio climático o la escasez energética.

El sesgo ideológico es común a todo el espectro político. Los progresistas se oponen al 'fracking' y a la energía nuclear

En el caso que nos ocupa, el 71% de los Demócratas (progresistas) encuestados aseguraba que la Tierra se calienta debido a las actividades humanas. Por el contrario, sólo un 27% de los Republicanos (conservadores) defendía esa afirmación. En este caso tampoco existió una relación con el nivel educativo, pero sí con la edad: el 60% de los jóvenes menores de 30 años acepta el cambio climático, frente al 31% de los mayores de 65.

Este sesgo ideológico sobre temas en los que debería primar la razón y no el corazón no es exclusivo, eso sí, de los conservadores. Un estudio de la Universidad de Ohio publicado en The Annals asegura que los más progresistas también son irracionales, solo que con otros asuntos En lugar de dudar del cambio climático o de la evolución, las personas de izquierdas tienden a mostrar sesgos con el fracking y la energía nuclear.

"Demonizar un grupo entero de personas diciendo que no son capaces de comprender la ciencia no sólo es mentira, sino que es una mala estrategia de comunicación. Todo el mundo tiene sesgos", explica uno de los coautores del trabajo, R. Kelly Garrett. Su mayor temor es que al politizarse temas científicos y serios como el cambio climático, se asocien y juzguen conforme a una opción política. A veces es mejor escuchar a los datos, y no al corazón.

Que las actividades humanas influyen en el clima global es un hecho científico innegable. No porque lo diga Obama o el Papa, sino por la abrumadora cantidad de estudios científicos serios que lo demuestran. El consenso entre los expertos en la materia es alto: un estudio publicado en 2010 en PNAS asegura que el 97% de los investigadores del clima apoya esta tesis. Por el contrario una parte de la opinión pública parece discrepar en un porcentaje mayor que un 3%. Pero, ¿quién niega todavía este fenómeno en 2015?

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