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Páginas y consejos para vender objetos de segunda mano en internet
  1. Tecnología
cómo evitar errores, estafas y fraudes

Páginas y consejos para vender objetos de segunda mano en internet

Siempre habrá alguien que quiera lo que a nosotros nos sobra, y para encontrarla, hay multitud de opciones en la red, aunque cada una plantea sus pros y sus contras

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Una bici que compramos en un momento de entusiasmo deportivo y que apenas está estrenada, un robot de cocina que nos regalaron y nunca tuvimos intención de usar o un móvil en buen estado que hemos sustituido por un modelo posterior. En internet hay un montón de opciones para deshacernos de todas estas cosas y sacar por ellas un beneficio. Siempre habrá alguien que quiera lo que a ti te sobra.

Pero lanzarse a vender en internet puede plantear algunas dudas en lo que se refiere a la seguridad de la transacción. Aunque son los compradores los que se enfrentan a mayor riesgo, también los vendedores pueden tener problemas o sufrir estafas. Y no solo los novatos. Nuestro compañero José Mendiola, de sobra versado en operaciones de este tipo, relataba hace unos días en Teknautas una estafa de la que había sido víctima.

El mejor consejo es tirar de sentido común, y dedicar algo de tiempo a consultar las guías de seguridad de la página en la que estemos comerciando. Describir con detalle el objeto a vender, poner un precio realista, analizar la valoración del aspirante a comprador y elegir el método de pago más adecuado son otras medidas lógicas para evitar disgustos. Pero además, conviene saber cómo funciona cada páginay quéventajas y desventajas aportan.

Un enorme mercado con sus pros y sus contras

“Hablando se solucionan prácticamente todos los problemas”, asegura Susana Voces, directora de ventas de eBay en España. Es la página de compraventa entre particulares más utilizada, y su gran baza es la enorme masa de usuarios que reúne, además de contar con su propio sistema de pagos integrado, PayPal, que ya se ha convertido en un estándar en la red. Su gran número de ususariosaumenta las probabilidades de negocio para todos, pero también, lógicamente las de tener algún percance. Además, los intercambios a larga distancia pueden crearincertidumbre.

Según Voces, las incidenciasse han reducido en eBay un 50% en los últimos 7 años, algo achacable a la mejora del sistemay tambiéna la generalización de la educación digital en España: navegamos más y por tanto tenemos ese sentido común que antes mencionábamos mejor entrenado.Las que se producen suelen estar causadas por una descripción vaga o inexacta por parte del vendedor o una lectura despistada por parte del comprador. Por eso eBay proporciona una guía de consejos para publicar anuncios y unas reglas a tener en cuenta para acordar una transacción, con el objeto de evitar malentendidos. Estos suelen ser los casos en los que una conversación arregla las desavenencias.

Cuando hablar no soluciona nada, el siguiente paso es poner una reclamación. Pero no es un paso, son varios y con unos plazos de tiempo determinados que hay que cumplir. “Todos los vendedores reciben estos protocolos, para que los conozcan y los tengan a mano si los necesitan”, explica Voces. UtilizarPayPal como modo de pagoproporciona protección adicional, pero de nuevo, siempre que se cumplan unos requisitos.

“La prevención es el elemento central de nuestro sistema de seguridad”. Por eso ponen a disposición del vendedor medidas para controlar con quién interactúa: valoración para todos los usuarios, bloquear a determinados compradores mal valorados o con los que se han tenido malas experiencias o requerir el pago inmediato en determinados anuncios.

eBay en ningún caso se hace responsable económicamente de una posible estafa o fraude, puesto que se considera un marketplace que simplemente conecta a compradores y vendedores de todo el mundo, aunque sí se lleva una comisión por cada transacción acordada, que varía según el importe de la misma, así como por añadir determinadas opciones a los anuncios. Insisten en que son muy pocos los casos de ese tipo, calculan que un 0,21%, y que “siguiendo las recomendaciones, todos están muy protegidos”.

Contacta en la red pero vende en persona

Segundamano, en cambio, no cobra por las transacciones, ni por publicar los anuncios, pero sí por promocionarlos. Esta página es más parecida a un tablón de anuncios o a una sección de clasificados que a un mercado: los vendedores ponen anuncios, y los compradores buscan lo que quieren. Cuando coinciden, se ponen en contacto a través de la información del anuncio o con un formulario, pero la conversación y el posterior acuerdo se realizan fuera de la web.

No cobra comisiones por las ventas, ni cuenta con un sistema de pagos propios. Cuando cobra al vendedor por las funciones premium, lo hace a través de una tarjeta de crédito. Tampoco se hace responsable económicamente de posibles fraudes o estafas que se puedan producir, tanto a vendedores como a compradores. Además de contar con su propia guía de etiqueta, sobre cómo publicar un anuncio y evitar malentendidos, su sistema de seguridad se basa en dos pilares: el filtrado de anuncios potencialmente problemáticos y el fomento de los acuerdos en persona.

Para el primero, cuentan con doble filtro, el automático y el hecho a mano, que eliminan anuncios tanto ilegales como inapropiados o sospechosos. También revisan los comentarios y denuncias que se pueden hacer a usuarios que causen problemas.El segundo, asegura Beatriz Toribio, portavoz de Segundamano, es clave para evitar la mayoría de los problemas. “Animamos a que la gente quede en persona, vea el producto, solucione todas sus dudas y ponga sus condiciones”. El hecho de desvirtualizar al otro aporta confianza y evita malentendidos, asegura.

Cuando la geografía hace imposible el encuentro, el consejo de Segundamano es intercambiar toda la información que sea necesaria para despejar las dudas y optar por el contrareembolso como medio de pago, así como evitar cheques de bancos extranjeros o transacciones vía Wertern Union o similares, ya que no pueden garantizar transacciones con desconocidos.

"¿Por qué buscar en Japón si lo tiene tu vecino?"

Tirar de geolocalización se está convirtiendo en una opción cada vez más frecuente para este tipo de servicios. Existen muchas aplicaciones de compraventa entre particulares basadas en la cercanía entre los usuarios. MiTrastero es una de ellas. Es una app gratuita, aunque entre sus condiciones de uso incluye la posibilidad de "aplicar recargos económicos por la aplicación o el servicio facilitado al usuario".

Además, está basada esencialmente en el móvil y en las oportunidades que ofrece: los anuncios se ponen a partir de una foto que hay que hacer directamente con el smartphone. “Algunos usuarios protestan, porque no dejamos subir fotos desde la galería, solo las que se hacen en el momento. Entendemos que esto es un poco incómodo, pero a la vez asegura que el vendedor tiene el objeto en la mano en ese momento, y si evitamos fraudes, mejora la confianza entre los usuarios y eso es bueno para todos”, explica Rafael López, CEOla app. “Es que algunos usuarios son bastante económicos con la verdad…”

Por otro lado, el anuncio se geolocaliza, de forma que se pueden buscar productos directamente por cercanía. “Cuando lanzamos la aplicación, pensamos que por qué vas a buscar en Japón lo mismo que a lo mejor está vendiendo tu vecino”, cuenta López. Asegura que se publican más de 2.000 anuncios al día, y que se pueden encontrar todo tipo de artículos. La categoría estrella es la electrónica y los productos de ocio.

Protocolos de seguridad y cobertura económica

Se trata de una paradoja del comercio entre particulares a través de la red: por un lado, el potencial de llegar a todos los rincones del mundo aumenta el número de participantes en el mercado, y puede mejorar el beneficio obtenido en una venta; por otro lado, la posibilidad de quedar en persona con el comprador favorece la seguridad de la operación. Cada uno tendrá que valorar cada opción para decidirse por uno u otro servicio.

Una seguridad que las plataformas deberían reforzar, explica Rubén Sánchez, portavoz de la organización de Consumidores FACUA. “Estas empresas deberían aportar dos cosas a los usuarios: unos protocolos de seguridad transparentes y sencillos para reclamar y una cobertura económica, al menos hasta cierta cantidad, para casos de fraude”.

Además, dice, habría que mejorar la regulación para hacer cumplir estas condiciones de protección de los usuarios. “Lo que pasa es que la Administración suele ir diez años tarde respecto a la realidad, y en este caso seguramente sean más”, denuncia.Por ello recomienda que sean los usuarios los que se protejan, pidiendo las especificaciones que consideren necesarias, comprobando el estado de lo comprado o vendido a ser posible en persona e interponiendo denuncias judiciales ante casos de fraude o estafa que no hayan podido resolver de otra forma.

Una bici que compramos en un momento de entusiasmo deportivo y que apenas está estrenada, un robot de cocina que nos regalaron y nunca tuvimos intención de usar o un móvil en buen estado que hemos sustituido por un modelo posterior. En internet hay un montón de opciones para deshacernos de todas estas cosas y sacar por ellas un beneficio. Siempre habrá alguien que quiera lo que a ti te sobra.

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