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“Dejo el cole: quiero ser millonario”
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Con 16 años, Yoichiro Mikami emplea a 13 personas

“Dejo el cole: quiero ser millonario”

Mika Kumahira tiene 16 años y un objetivo claro: hacerse rico. Ha dejado el colegio, algo nada habitual en Japón, y ya tiene una empresa en marcha

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“Los adolescentes ya no buscan la tutela de los adultos”. La contundente frase es de Mika Kumahira, profesora universitaria que se refiere sin duda a un caso un tanto peculiar: Yoichiro Mikami a sus 16 años recién cumplidos, reniega definitivamente de sus estudios. No estamos ante un macarrilla en la edad del pavo que se pasa la tarde molestando a otros chavales entre suspenso y suspenso. Este joven ha saltado a los titulares por haber decidido dejar el colegio con un objetivo diáfano y ambicioso: ser millonario.

Para entender la magnitud de la decisión hay que aclarar que nos situamos en Japón, un país estricto y cuya rigidez se deja ver principalmente en la estructura educativa, donde los estudiantes, desde niños, aprenden a ser los mejores un ambiente de elevadísima competitividad que no todos soportan. No es el caso de Yoichiro.

Él podía con eso y más, y de hecho, no ha querido esperar a terminar sus estudios para lograr su fin: ser millonario, y no de mayor, sino ahora. Pero que nadie crea que el joven ha perdido la chaveta en una bravuconería propia de la edad: el adolescente sigue la trayectoria de Masayoshi Son, la mayor fortuna del país.

Sí, el que ahora es CEO del operador Softbank decidió por su cuenta y riesgo abandonar la escuela, y de hecho, el país, para forjar su propio futuro. Y vaya, no le fue mal precisamente. Nuestro protagonista adora la figura de este emprendedor, que ahora amasa una de las mayores fortunas del planeta.

Pero no es su única referencia. En una entrevista concedida a Bloomberg, reconoce que otro de sus modelos es Nick D’Aloisio, un adolescente que se hizo millonario a los 17 cuando Yahoo se hizo con su incipiente startup. Dinero fácil, demasiado fácil, pero al alcance de tan sólo unos pocos.

¿Por qué esperar a terminar los estudios en el colegio y después universitarios para empezar a hacer caja? Ni lo dudó, y aunque por el momento su trayectoria no es tan fulgurante como la de D’Aloisio, atentos al dato: da empleo ya a trece personas.

Reuniones a través de Skype

No sabemos muy bien lo que contaría en casa, pero a los 16 aparcó definitivamente la mochila en un rincón de su habitación. Adiós a la pesadez de las clases, a los deberes y a aguantar la presión de los exámenes. Aunque no crean que se entregó al dolce far niente precisamente.

En marzo de 2013 nació Gnex, un portal de crowdfunding que ayuda a los emprendedores con menos recursos a encontrar financiación, aunque también a estudiantes a costear sus universidades. Parece que la idea gustó, porque tras una breve búsqueda de inversores, fueron varios los que apostaron por el proyecto, o tal vez por la peculiaridad de la carrera del joven.

Y entre ellos ¿adivinan qué emprendedor extendió la chequera? El mismísimo Masayoshi Son, que vio en el adolescente su propia estampa hace ya muchos años. Este jovencísimo emprendedor amanece cada mañana y desde la cama, con el portátil en la barriga, lo primero que hace es comprobar la evolución de sus acciones en bolsa. Sí, también tiene su paquete de acciones que vigila bien de cerca.

Aunque su gran referencia es un adulto, el CEO de Softbank, nuestra estrella parece que reniega de los más mayores, y únicamente da empleo a estudiantes como él. Esta particularidad le obliga a esperar a que sus empleados terminen las clases para poder ponerse en contacto con ellos mediante conferencias por Skype en los que le dan cuenta de sus avances mientras él da las correspondientes directrices.

Su padre observa la evolución de su hijo de cerca, pero tampoco sabe muy bien si está haciendo lo correcto o no: “tenía el corazón dividido cuando me planteó sus planes”. Sin embargo, esta resistencia podría vencerse en breve si Yoichiro logra su objetivo de alcanzar en marzo los 20 millones de yenes que le permitirían expandir su negocio, y entonces sí, el asunto ya pintaría como algo realmente serio. Entre tanto, el joven no pierde ni un ápice de la ambición que le ha llevado adonde está: “sólo se vive una vez, y cuando sea mayor no quiero mirar al pasado con arrepentimiento”.

“Los adolescentes ya no buscan la tutela de los adultos”. La contundente frase es de Mika Kumahira, profesora universitaria que se refiere sin duda a un caso un tanto peculiar: Yoichiro Mikami a sus 16 años recién cumplidos, reniega definitivamente de sus estudios. No estamos ante un macarrilla en la edad del pavo que se pasa la tarde molestando a otros chavales entre suspenso y suspenso. Este joven ha saltado a los titulares por haber decidido dejar el colegio con un objetivo diáfano y ambicioso: ser millonario.

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