La valoración del empresariado en España

Creo que hace falta poner en valor la labor de los emprendedores. Y especialmente a las familias empresarias. Por consiguiente, leo con extraordinario agrado que según el Barómetro Permanente de Confianza Institucional de Metroscopia (que regularmente mide el grado de confianza ciudadana en casi medio centenar de instituciones y grupos sociales por medio de una escala de 0 a 10), el empresariado es evaluado con un 5,3 siendo el agente social que sale mejor parado en este contexto de la crisis.

Mientras que en los  últimos lugares del ranking  figuran Gobierno (3,8), Bancos (3,6) y Sindicatos (3,6). Imagino que el Gobierno por su absurda negación de la crisis y su torpe gestión de la misma. Los Bancos por ser causantes en buena medida de esta situación sin que hayan aprendido nada y dejando a ciudadanos y empresas sin acceso al crédito. Y los sindicatos por seguir defendiendo políticas del siglo XIX que en nada ayudan a la creación de empleo.

Parece que los españoles no tenemos esa lejanía al fenómeno emprendedor que se nos supone. Ya lo dijimos al comentar los datos del informe GEM 2011. Curiosamente este  estudio revela que los españoles no tenemos menos actitudes emprendedoras que el resto de países de nuestro nivel. Lo que falla es el entorno.

También me ha llamado la atención la extraordinaria repercusión, especialmente en medios tradicionales de la izquierda, que se dio al Foro Impulsa y a la presencia allí de los Príncipes de Asturias. Uno de las ideas fuerza que se trataron en ese evento fue la inclusión de la formación en emprendedurismo desde la primaria. Como tantas hemos dicho en este blog es clave que nuestros niños quieran emular a Amancio Ortega o Pau García-Milá y no sólo a Cristiano Ronaldo o Lady Gaga

Incluso en los últimos tiempos hemos podido leer múltiples declaraciones del Sr Rajoy anunciando que los emprendedores serán prioritarios en su acción de Gobierno. Ojalá así sea.

Parece que algo se mueve en España en relación a la percepción del emprendedor. ¡Qué buena noticia! Acabará siendo una de las buenas consecuencias de esta crisis. Que todos nos demos cuenta de la extraordinaria relevancia del empresariado en las sociedades modernas. Un empresario al ya llamamos emprendedor porque innova, es socialmente responsable, genera empleo... Contribuye a una sociedad mejor y con más oportunidades.