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Y el iPad acabó con las tarjetas de crédito
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SQUARE CARD CASE PONE PATAS ARRIBA LOS SISTEMAS DE PAGO

Y el iPad acabó con las tarjetas de crédito

“Un cortado, por favor, y cárguelo a la cuenta de Juan”. Esto es lo que bastará en un futuro inminente para comprar en los comercios. No

Foto: Y el iPad acabó con las tarjetas de crédito
Y el iPad acabó con las tarjetas de crédito

“Un cortado, por favor, y cárguelo a la cuenta de Juan”. Esto es lo que bastará en un futuro inminente para comprar en los comercios. No hemos vuelto al pasado donde la tienda de la esquina nos fiaba y arreglábamos las cuentas a finales de mes. Se trata de una forma de pago que ya se está empleando en pequeña escala en Estados Unidos y que promete poner patas arriba la forma en la que tienen lugar las transacciones.

Para que nos hagamos una idea de la dimensión del asunto, apunten dos datos: están involucrados el iPad  y el mismísimo fundador de Twitter, Jack Dorsey. Si lo recuerdan, a finales de 2009 nos hicimos eco de un incipiente proyecto, bautizado como Square, impulsado por el propio Dorsey y que transformaba el iPhone en un medio de cobro añadiendo un lector de tarjetas. Pues bien, Square sigue vivo y de hecho, fue lanzado oficialmente en Estados Unidos el pasado 11 de mayo. Pero el genial creador de Twitter nos ha sorprendido con una evolución que complementa y amplía la dimensión de su producto: se llama Square Card Case y promete poner patas arriba los sistemas de pago en todo el mundo.

Llega el pago por voz

Square ha necesitado muchos meses de arduo trabajo y consecutivas betas hasta que finalmente ha visto la luz. Sin embargo, durante este tiempo, un producto ha trastocado los planes del equipo de Dorsey y ha despejado nuevos horizontes: el iPad. El tablet ofrecía nuevas oportunidades que estos emprendedores no dejaron escapar. Las preguntas circulaban a gran velocidad en las reuniones de trabajo: “¿Por qué es necesario tener que firmar para efectuar el pago?”, “¿Por qué tiene que haber un recibo en papel?”, se planteaban en voz alta. Pero fue una pregunta la que encendió la bombilla al equipo y la que hace revolucionario el sistema: “¿Es realmente necesario sacar la tarjeta de crédito para efectuar el pago?”. La respuesta, como podrán suponer es “No”, y a partir de ese momento comenzó el desarrollo de un proyecto que brilla por su sencillez.

A estas alturas del artículo puede estar pensando que no hay novedad: la tecnología NFC ya ofrece la posibilidad de mantener la tarjeta en la cartera para efectuar el pago, y la simple aproximación del móvil que cuente con este chip, bastará para cerrar la transacción. Un sistema seguro, limpio y eficiente, pero que requiere de inversiones por ambas partes: los comerciantes deberán contar con lectores específicos y los usuarios tendrán que comprar un móvil con dicha tecnología. VISA y otros gigantes han puesto ya todos los huevos en esta cesta (de ejecución indeterminada en el futuro), pero ha llegado un joven desaliñado a arruinarles la idea con un producto ya en funcionamiento y que no requiere prácticamente inversiones.

Y es que Square Card Case no supone un desembolso desmedido para los comerciantes: bastan un iPad y un lector de tarjetas que se le acopla. “Una pieza de plástico sin apenas coste”, como explica el propio Dorsey, para los clientes que sigan queriendo usar sus tarjetas. El cliente se acerca al negocio (pongamos, por ejemplo, un bar) y ejecuta la aplicación en su iPhone o Android, activando con el dedo su “card” (una pestaña en la que están todos sus datos de pago). Al pedir su café y pagarlo indicará su nombre de viva voz, el camarero verá en la pantalla la existencia de esa tarjeta activa y la fotografía del comprador. El cliente firma y recibe un SMS con los detalles de la compra. La seguridad, por tanto, está garantizada, y el proceso no puede ser más sencillo. El ejemplo del bar no es gratuito: Dorsey ha comenzado a implantar con gran éxito su fórmula de pago en pequeños comercios y con muy bajas comisiones. El camino es a la inversa del planteado por las tarjetas de crédito. “Empezaremos por convencer a los pequeños comerciantes y así esperamos llegar a los grandes”, declara.

“Un cortado, por favor, y cárguelo a la cuenta de Juan”. Esto es lo que bastará en un futuro inminente para comprar en los comercios. No hemos vuelto al pasado donde la tienda de la esquina nos fiaba y arreglábamos las cuentas a finales de mes. Se trata de una forma de pago que ya se está empleando en pequeña escala en Estados Unidos y que promete poner patas arriba la forma en la que tienen lugar las transacciones.

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