Quora, el ‘Facebook’ del conocimiento

Forjada a golpe de talento por dos ex-facebooks, una nueva red social (sí, todavía otra más), promete revolucionar la forma en la que muchos usuarios acceden a la información en la Red. Charlie Cheever y Adam D’Angelo eran dos de esas promesas que a la sombra de Mark Zuckerberg, podían considerarse unos privilegiados por ostentar sendos puestos de responsabilidad en la red social más importante de la historia. Sin embargo, ambos jóvenes, decidieron que había llegado el momento de labrar su propio futuro creando Quora. Esta red social, en su definición, es muy sencilla: un usuario plantea una pregunta, y su grupo de amigos o seguidores la va respondiendo, de forma que se crea un debate de elevado nivel al que uno puede suscribirse.

A diferencia de otras webs de preguntas y respuestas, como Yahoo! Answers, el sistema meritocrático de Quora lo libera de respuestas absurdas, graciosos o trolls. Todo en esta incipiente red social sucede en tiempo real. Si uno mete la pata redactando algún artículo, alguien lo apunta de forma instantánea, y como decíamos, los buenos redactores y aportadores de contenido son rápidamente promocionados por los propios usuarios. El valor de ‘lo social’ en estado puro.

Este nuevo producto se asemeja en bastantes elementos con otras redes sociales existentes en la web. Así, de Twitter hereda el esquema asimétrico de los followers (los buenos quorers contarán con miles de seguidores, pero ellos, a su vez, seguirán a unos pocos usuarios), mientras que de Digg o Reddit, los conocidos promotores de contenido, recibe el sistema de votos (un ‘me gusta’ que también podemos encontrar en Facebook) que permite subir a lo más alto a los grandes debates. Quora cuenta con otra ventaja fundamental que lo diferencia de otras redes sociales: es muy útil. Así, redes como Foursquare o Twitter eran carne fácil para los que las acusaban de ser insustanciales y no contar con un objetivo claro. Quora sí que lo tiene: difundir el conocimiento de los usuarios y con información de máxima calidad.

Aunque es cierto que habrá una serie de usuarios que contarán con muchos seguidores por el simple hecho de ser célebres, el sistema promocionará también a los usuarios anónimos que aporten contenido de valor en su negociado (por ejemplo, un panadero puede responder con toda autoridad a preguntas relativas a la elaboración del pan y será valorado de la misma manera). Se trata de un gano gano para los que preguntan y los que consultan, y el rápido crecimiento que está cosechando en el escaso tiempo que lleva abierto al público no pasa desapercibido, y así, el Telegraph vaticina que será más grande que Twitter. Pronto es para una aseveración de semejante calibre, sobre todo sabiendo las dificultades que tendrá que superar cuando su uso se haga generalizado: deberá hacer frente a spammers, trolls y otras hierbas que contaminan la Red, y si sale victorioso, puede ser grande, muy grande.