La poesía de Prada, en una tienda efímera de París

Paris es una de las capitales mundiales de la moda y los turistas andan como locos por sus calles comprando cachivaches en la tienda de Marc by Marc Jacobs o vestidos de la colección ‘moscovita’ de Chanel, pero es que además durante estos meses tienen la oportunidad de visitar la tienda ‘efímera’ que Prada ha instalado en la Place Beauvau de la capital francesa desde hace unas semanas.

 

Italia y Francia, Milán y París. Los creadores de este singular espacio han querido combinar el charme de los dos lugares en un espacio cuyo empaque podría no parecer el de un espacio destinado a morir cuando pasen unos cuantos meses, exactamente igual que las colecciones de temporada.

La fachada de la tienda es un claro homenaje a la ciudad en la que ha sido instalada, un canto a la belleza del río Sena y al encanto de los puentes que lo cruzan. El arquitecto Roberto Baciocchi, tomando como punto de partida el poema de Guillaume Apolinaire sobre el Pont Mirabeau, ha evocado esta pasarela, la primera que se construyó completamente en acero en todo París.

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El interior mira atrás sin ira, al pasado y origen de la marca. Los suelos son réplicas de las baldosas de mármol que de la tienda original de Prada de 1913 en la exuberante Galleria Vittorio Emmanuele II de Milán. El interior de la planta baja está decorado con alfombras y sofás violetas y adornos en bronce y vidrio. A lo largo de la barandilla de la escalera que da acceso a la segunda planta del local nos encontramos con más recuerdos del puente Mirabeau. Por todo el recorrido, maniquíes ataviados con modelos de Prada recrean escenas urbanas.

Como en tantas tiendas contemporáneas, parece que aquí lo único que importara fuera el envoltorio, el interiorismo del espacio en el que se encuentra la tienda, pero no tiene por qué ser así. Varias colecciones de pret-a-porter, de bolsos, de accesorios y de calzado de la firma capitaneada por Miuccia Prada se encuentran a disposición del público. ¿Qué más se puede pedir?