"Es tiempo de valientes": el asesinato de Fernando Villavicencio sacude Ecuador en su peor crisis de seguridad

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"Es tiempo de valientes". Con este lema, el candidato Fernando Villavicencio quería llegar a la presidencia de Ecuador para luchar contra la corrupción y el crimen organizado. A solo unos días de las elecciones del 20 de agosto, el periodista de profesión fue asesinado tras recibir varios disparos después de un mitin. "Le dispararon varias veces, y en la cabeza. No pudieron los médicos hacer absolutamente nada", dijo Carlos Figueroa, uno de los miembros del equipo de campaña de Villavicencio.

El asesinato del candidato presidencial ha sido el primero de esta índole que sufre Ecuador, que ha pasado de ser un país relativamente seguro a víctima de una espiral de violencia relacionada con el narcotráfico. Esta es una de las preocupaciones de la población y el tema central de la campaña de Villavicencio, que ha criticado la falta de implicación de las autoridades ecuatorianas para combatir el crimen organizado, así como la presunta connivencia de la policía. Una de sus promesas de campaña era "limpiar" las fuerzas del país para acabar con la impunidad. Esta fue una parte de su último mitin en una escuela secundaria de Quito antes de ser asesinado a balazos en el atentado que ha dejado, además, al menos nueve heridos entre los asistentes al mitin.

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M. V. P. Agencias

"Indignado y consternado por el asesinato", escribió Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, en la plataforma X, antes conocida como Twitter. "El crimen organizado ha llegado muy lejos, pero les va a caer todo el peso de la ley", sentenció. La Fiscalía General de Ecuador anunció una hora después del atentado que un sospechoso había sido detenido y herido en un fuego cruzado con el personal de seguridad, y que falleció poco después.

Fernando Villavicencio ha sido asesinado menos de un mes después de la muerte del alcalde de Manta, una ciudad portuaria clave para el narcotráfico, cuando salía de un acto público, y de un candidato a la Asamblea. La campaña, y específicamente al atentado contra el candidato presidencial, se ha convertido en una especie de símbolo de la violencia relacionado con el narcotráfico en los últimos años. Desde principios de los 2000 hasta 2015, el país vivió una transformación marcada por las políticas dedicadas a la educación y la sanidad, así como una mejora económica en la que miles de personas salieron de la pobreza. Estos indicadores se contraponen ahora con la tasa de homicidios, que se ha más que duplicado entre 2020 y 2022.

Ecuador se ha convertido en el escenario en el que los carteles de la droga de otros países han hecho alianzas con pandillas locales y prisioneros en las cárceles. Los tiroteos al lado de escuelas, las decapitaciones y las muertes violentas han dejado de ser casos aislados. El mismo Villavicencio había sido amenazado por bandas de narcotraficantes y, días antes de ser asesinado, dijo en la televisión pública que había recibido amenazas de Fito, el líder encarcelado de la banda de los Choneros, vinculada presuntamente con el cártel de Sinaloa. "Si yo sigo mencionando el nombre de Fito y mencionando a los Choneros, me van a quebrar". Sin embargo, hizo honor a su lema “Es tiempo de valientes” y afirmó que no tenía miedo y que seguiría dando la cara.

Experiodista de investigación, Villavicencio fue elegido miembro de la Asamblea Nacional en 2017 y, antes de convertirse en legislador, fue conocido por ser uno de los críticos más feroces del expresidente Rafael Correa. En 2011, acusó al político, junto al asambleísta Cléver Jiménez, de ordenar una incursión armada en un hospital. Correa los demandó por difamación y fueron sentenciados a 18 meses de prisión. Villavicencio terminó escondido en la Amazonia ecuatoriana hasta el final de su condena.

"El país se va al carajo"

El presidente Lasso decretó tres días de luto nacional por la muerte del candidato presidencial, pero señaló que las elecciones continuarían según lo planeado bajo un estado de emergencia de dos meses en el que los soldados vigilarían los colegios electorales. Para los ecuatorianos, que han afirmado que el problema de la inseguridad es una de sus mayores prioridades, el atentado contra Villavicencio ha convertido los comicios en un acto distópico. "Nunca imaginamos la tragedia que ahora estamos viviendo en el país. Esto es terrorismo. Si esto le puede pasar a un candidato que supuestamente tenía seguridad y contactos, entonces cualquiera puede ser asesinado. Deja un mensaje claro de que aquí la vida no vale nada", dijo uno de los testigos del tiroteo.

La espiral de violencia sacude Ecuador desde hace años, pero el atentado contra Fernando Villavicencio la ha puesto en el centro del discurso. También a la gestión del presidente para combatirla. "17 estados de excepción declarados desde hace año y medio y cree que con eso va a detener la violencia en el país. Lasso y este gobierno (no importa el partido) son tremendamente INÚTILES", escribió una usuaria en redes sociales. "El gobierno de Lasso es mafioso y su único legado es dejar un Ecuador en manos del narco y la violencia, para que vean que un banquero no siempre es una buena elección como político. Guayaquil es la Medellín de los 80", añadió otra usuaria.

Además, el presidente ecuatoriano fue duramente criticado después de que disolviera, en mayo pasado, la Asamblea Nacional controlada por la oposición. La medida tuvo lugar en el momento en el que Lasso se enfrentaba a un proceso de destitución por acusaciones de malversación de fondos e implicó la celebración de nuevas elecciones presidenciales, las de este 20 de agosto en las que Villavicencio era uno de los ocho candidatos.

La de este mandato fue la segunda vez que la oposición intentó destituir a Lasso de la presidencia desde que asumió el cargo en 2021. Desde entonces, se ha enfrentado a muchas críticas por el aumento de casos de delincuencia, extorsión, secuestros y robos, así como motines en las cárceles.

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La viuda de Villavicencio, Verónica Sarauz, acusó al equipo de seguridad de su esposo de no protegerlo. "Falló el equipo de seguridad de Fernando. Fallaron el jefe de logística. El jefe de seguridad falló. Fernando debió salir por la puerta de atrás", dijo para medios locales. Sarauz afirmó que el candidato debió haber salido en un carro blindado, y que ese fallo provocó su muerte. "Las cosas están hechas, el país se va al carajo. Aquí lo que debe haber es una guerra civil que los varones se pongan bien amarrados los pantalones y las mujeres, que somos más valientes, debemos demostrar nuestro coraje, si no el país se va al abismo", sentenció.