Una influencer de California es condenada a prisión tras acusar a una pareja de intentar secuestrar a sus hijos

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Una influencer de California, conocida por su cuenta de Instagram donde compartía su faceta como madre, realizó públicamente un vídeo en el que acusaba falsamente que una pareja de latinos había intentado secuestrar a sus dos hijos pequeños en 2020. A finales de junio de 2023 fue sentenciada a 90 días de cárcel.

Un juez de la Corte Superior del Condado de Sonoma, California, fue quien sentenció a la mujer, de 30 años de edad. Además de sus días en la cárcel, también fue sentenciada a 12 meses de libertad condicional. Durante este tiempo se le ordenó no tener presencia en las redes sociales, someter a sus dispositivos electrónicos a un registro e incautación sin orden judicial y realizar un programa de capacitación sobre prejuicios implícitos de cuatro horas, además de pagar varias multas.

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Europa Press

¿Qué fue lo que sucedió?

El 7 de diciembre de 2020, Katie Sorensen visitó una tienda de artesanías en California acompañada de sus hijos de 4 y un año de edad. Después de comprar algunos artículos, salió del aparcamiento de la tienda. De acuerdo a reportes fiscales, la mujer contactó con el Departamento de Policía de la ciudad e informó que una pareja de latinos había intentado secuestrar a sus hijos.

Unos días después, la madre publicó un vídeo en Instagram compartiendo el suceso agregando detalles significativos que no habían sido revelados a las autoridades. El vídeo fue eliminado tiempo después, sin embargo ha sido compartido por otras cuentas de redes sociales y se mantiene en Internet.

La mujer habló con medios locales e inventó más detalles del incidente y de la pareja que, supuestamente, había intentado secuestrar a los niños. También añadió que una furgoneta blanca aparcó cerca de su propio automóvil en la parte trasera del aparcamiento afirmando que la pareja realizaba una llamada teléfonica describiendo las características físicas de sus hijos.

Durante el seguimiento policial, Sadie Vega Martínez y su esposo Eddie Martínez fueron acusados de secuestro por Katie. Las cámaras de seguridad de la tienda contradijeron la historia inicial revelando que la mujer había mentido a las autoridades. En las grabaciones de la cámara de seguridad de la tienda aparece la pareja realizando las compras desmintiendo la acusación.