Ecuador rompe con Rafael Correa

Los ecuatorianos decidieron este domingo en referéndumprohibir la reelección indefinida en el país. El resultado de las urnas supone un duro golpe para el expresidente Rafael Correa.No solo perdió el pulso de poder que mantenía con Lenín Moreno, presidente desde mayo y a quien él mismo nombro su sucesor, sino que pudo ver acabada su carrera política.

Moreno y Correa, aliados durante más de una década –el ahora mandatario fue vicepresidente en los primeros años del 'correísmo’- comenzaron a distanciarse poco después del relevo en el palacio de Gobierno.

La primera decisión del nuevo inquilino del Palacio de Carondelet fue llamar a un diálogo nacional con empresarios y sectores políticos opositores. El cisma aumentó tras la crítica de Moreno a la gestión económica heredada. Desveló la existencia de una deuda que podría superar los 60.000 millones de dólares.

El encarcelamiento del vicepresidente Jorge Glas –preferido de Correa- por corrupción acabó por romper el vaso. El ex mandatario llamó a Moreno “traidor” y denunció que en Ecuador no hay separación de poderes.

Las desavenencias provocaron la escisión del ‘correísmo’ más férreo de Alianza País, el partido de Gobierno, y desembocaron en la convocatoria de la consulta por parte de Moreno. No podía haberle salido mejor la jugada al presidente. El 64% de los ecuatorianos prohibió la reelección indefinida, dejando fuera de juego a su ahora rival.

No solo eso. Los ciudadanos de país sudamericano también aprobaron acabar con la ley de plusvalía, uno de los símbolos del último Gobierno de Correa, que introducía impuestos contra la especulación inmobiliaria. También votaron a favor de reformar el Consejo de Participación Ciudadana, un órgano que se encarga de nombrar a autoridades de control.

Moreno pidió unidad cuando conoció los resultados: “La victoria del sí nos abre el camino para seguir trabajando juntos. La confrontación quedó atrás”, dijo. “Ahora les corresponde a los partidos y movimientos. Tienen el gran reto de renovarse. No volverán ya los viejos políticos”, añadió.

Correa dará batalla en instancia internacionales

El resultado fue tan desigual que Correa admitió pronto la derrota del ‘No’. Se negó a hablar con los medios locales, pero dio una larga entrevista al canal de noticias venezolano ‘Telesur’.

El ex mandatario, que gobernó Ecuador durante una década (2007-2017), señaló que la consulta era ilegal, al introducir modificaciones de carácter retroactivo a la Constitución. Considera que se ha dado un golpe de Estado en el país y está dispuesto a dar batalla en las instancias internacionales para derogar los resultados del plebiscito. Destacó, eso sí, haber podido contabilizar quienes aún están de su lado. Calcula su apoyo en alrededor del 36% del electorado, es decir, quienes votaron en contra de prohibir la reelección.

Su vuelta al país para promocionar el ‘No’ en la consulta no produjo la polarización esperada, pero Correa sigue teniendo una buena base de apoyo. No en vano consiguió ganar dos elecciones consecutivas con más del 50% de los votos en primera vuelta, un hito en el país. “Es la hora de los jóvenes”, respondió, eso sí, tras ser interpelado por la posibilidad de volver a aspirar a un cargo público, negando que su interés en promocionar el ‘No’ fuese querer ser candidato de nuevo en 2021.

Parlamento dividido

Moreno también dice que no quiere eternizarse en el poder, pero su Gobierno podría ser más corto de lo esperado si no firma urgentemente alianzas políticas duraderas. Perdió la mayoría de diputados en la Asamblea Nacional con la escisión de Alianza País.

Deberá anunciar un programa económico en las próximas semanas para afrontar la crisis de deuda. Si propone recortes, como prevén los expertos, necesitará apoyo político del sector de centroderecha. “Cuando después de la consulta se hable más del tema económico es cuando se va a redefinir el mapa político del país, porque no puede complacer a todos. El ámbito económico es decisivo en cualquier sociedad y más en un contexto de crisis económica”, comenta la analista Natalia Sierra. La oleada de legitimidad política alcanzada por Moreno en las urnas volverá a ponerse a prueba en las próximas semanas.