Es noticia
Los vídeos que narran la catástrofe
  1. Mundo
filipinas, ARRASADA TRAS EL PASO DEL TIFÓN

Los vídeos que narran la catástrofe

Mientras Filipinas decretó el estado de calamidad nacional ante la devastación, los problemas para llevar ayuda a los supervivientes se multiplican

Foto: Un hombre vende frutas y alimentos junto a un mercado devastado en la ciudad de Guiuan, centro de Filipinas (Reuters).
Un hombre vende frutas y alimentos junto a un mercado devastado en la ciudad de Guiuan, centro de Filipinas (Reuters).

Mientras Filipinas decretó ayer el estado de calamidad nacional como respuesta a la devastación sin precedentes que ha causado el tifón 'Haiyan' (o 'Yolanda'), que el pasado viernes arrasó el archipiélago asiático, los problemas para llevar ayuda a los afectados se multiplican. Los servicios de rescate alertan de que la tragedia, que ha dejado al menos 10.000 muertos, puede ser incluso mayor en las próximas horas por falta de agua, alimentos y medicinas. Las imágenes grabadas por los propios filipinoso los periodistas que han accedido hasta las zonas devastadas dan cuenta del nivel dedestrucción que ha provocado 'Haiyan'.

Tacloban, la zona cero

Caminan sin rumbo fijo entre la devastación, buscando bajolos desechos algo que llevarse a la boca. Las calles de Tacloban, capital de la isla deLeyte, una de las zonas más afectadas por el tifón 'Haiyán', han desaparecido literalmente. Miles de personas deambulaban ayer entre las toneladas de escombros en que se ha convertido la otrora vibrante ciudad portuaria, transformadaen un vertedero repleto de cadáveres ydonde impera la ley del más fuerte ante la nula presencia de fuerzas del orden. El Gobierno provincial ha arrojado sacos de arroz de 50 kilogramos a algunascalzadas. Sólo por medio de la fuerza puede conseguirse esta precaria ayuda.

Al menos una decena de aviones militares de carga estadounidenses y filipinos con suministros llegaron ayer a la ciudad, pero los camiones que transportan la ayuda desde el aeropuertotenían grandes dificultades para entrar en Taclobandebido a la marea de personas y vehículos que intentaban abandonarla. En motocicletas, camiones o a pie, la gente llenaba la carretera hacia al aeródromo, con pañuelos sobre sus caras para evitarel hedor de los cadáveres.

Periodistas de la agencia Reuters cubrieron ayer la ruta de uno de estos camionesde ayuda del Gobierno, que tardó cinco horas en llevar 600 sacos de arroz, alimentos en conservas y leche desde el aeropuerto al punto de distribución en el ayuntamiento de la ciudad.El vehículo viajóescoltado por soldados armados con fusiles de asalto. "Es peligroso. La gente está enfadada. Se están volviendo locos", admitióJewel Ray Marcia, teniente del Ejército filipino que encabezaba la unidad.

Como narra una mujer en este vídeo, los supervivientes están “indefensos, desamparados, como un recién nacido”. “Sólo necesito una camiseta, no pido nada más”, suplica, con el rostro desencajado. Su desesperación choca con la extraordinaria fortaleza de un joven que dobla con mimo una bandera nacional rescatada de entre los escombros. "Se la daré a las autoridades", dice, "como símbolo de que podemos resurgir".

La lucha por sobrevivir

Apocalípticas. No cabe otro calificativo para las imágenes de las personas que, sorprendidas por uno de los tifones más fuertes que jamás haya azotado Filipinas, intentan escapar de las aguas y los vientos huracanados. El comentario se repite en los medios: la devastación dejada por el 'Haiyan' es similar a la que habría provocado un tsunami. En un país acostumbrado a los desastres, que se ve castigado por unos 20 tifones cada año, nunca se había visto tal nivel de destrucción.

Los vientos de 'Haiyan' se encuentran entre los más fuertes nunca registradosy, de confirmarse los cálculos más pesimistas, habría matado a muchas más personas que otros supertifones. Sería el peor desastre natural jamás registrado en el archipiélago de 7.000 islas. Para empeorar la situación, una borrasca tropical cargada de lluvias se aproxima a la zona y podría inundar algunas áreas ya afectadas. Se calcula que 'Zoraida' tocará tierra en la isla de Mindanao (al sur) en torno a las 11:00 horas de este martes.

La catástrofe, desde el cielo

“Ahora mismo estamos trabajando en un vacío informativo. Lo poco que vemos ya nos indica que la situación es terrible, pero lo que no vemos es lo más preocupante. La información que recibimos de Tacloban es que la ciudad entera, de 400.000 personas, ha sido devastada. Además, hay cientos de pueblos esparcidos a lo largo de miles de kilómetros por los que ha pasado el tifón y en los que las comunicaciones se han cortado. Honestamente, nadie sabe cuál es la situación en estas zonas más remotas y rurales, y pasará un tiempo hasta que tengamos una visión general".

Este es el testimonio de la doctora Natasha Reyes, coordinadora de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) en Filipinas. Reyes asegura que los filipinos, golpeados una y otra vez por los desastres naturales, son resistentes, por lo que "si hay tanta gente desesperada y aturdida, la situación debe de ser realmente mala".

La doctora afirmó ayer que la prioridad de MSF es atender las necesidades médicas más urgentes. Posteriormente, la organización se centrará en objetivos como proporcionar como agua, comida y cobijo. "Lo han perdido todo", resumió. "Nos llega información de que hay gente que deambula por la zona, absolutamente desesperada. Los problemas de salud mental serán enormes: a nuestro equipo se le unirá un psicólogo en los próximos días".

Relatos aterradores

Arrasada por las olas y vientos de hasta 378 kilómetros por hora, Tacloban, a 580 kilómetros al sureste de Manila, dependía ayercasi exclusivamente de sólo tres aviones militares de transporte que volaban desde la cercana ciudad de Cebu para recibir suministros y evacuar a supervivientes. Mientras tanto, decenas de personassuplicaban ayuda en el exterior del aeropuerto de la ciudad. "Ayúdennos, ayúdennos. ¿Dónde está el presidente Aquino? Necesitamos agua, estamos muy sedientos", gritó una mujer citada por la agencia Reuters. "¿Cuándo van a retirar los cuerpos de las calles?".

Los terribles relatos de personas arrastrados por un muro de agua revelaban detalles de una zona queno estaba preparada para la potencia casi sin precedentes de'Haiyan'. La mayor parte de los daños y las muertes se debieron a lasenormes olas que inundaron las ciudades, lanzaron embarcaciones a tierra y barrieron localidades costeras.

Jean Mae Amande, de 22 años, contó a Reutersque fue arrastrada durantevarios kilómetrospor una inesperada masa de agua. La corriente la llevó mar adentro, hasta que la devolvió a la orilla, donde pudo trepar a un árbol y agarrar una soga que le arrojaron desde un barco. "Es un milagro que el barco estuviera ahí", explicó Amande, quien tambiéncontó que un hombre mayor que había estado nadando con ella murió cuando un techo de hierro desgarró su cuello.

Anarquía, pillajes y saqueos

Filipinas decretó ayer el estado de calamidadnacional, en un intento deevitar la especulación y el acaparamiento de productos esenciales, así como imponer un control de precios a los bienes de primera necesidad. Ante la absolutafalta de víveres, se suceden los actos de pillaje y los saqueos. Es más, medios locales informaron ayer de que una turba atacó un convoy de la Cruz Rojaque trasladaba un cargamento de ayuda.

El Gobierno desplegó miles de militares para contener a los supervivientes que, desesperados, saqueaban tiendas y supermercados. Por su parte, el director de la Policía, el general Alan Purisima, precisó que se enviarán 883 agentes a las regiones de Bisayas Occidentales y Orientales, las más afectadas por el tifón."Inundaremos Tacloban con policías para restaurar la ley y el orden.Estamos revisando la ciudad palmo a palmo. Aseguramos a la población que el Gobierno tendrá control total", aseguró.

El número de afectados asciende a casi 9,7 millones de personas y a 615.000 desplazados, de los que 433.000 están alojados en centros de evacuación. No obstante, hay zonas del paísdonde aún no han llegado los equipos de rescate y se desconoce la suerte de loshabitantes de decenas de poblaciones.Tres días después de que el huracán golpearaseis de las cinco islas del país, el Ejecutivo no ha ofrecido todavía una cifra creíblede víctimas mortales.

Mientras Filipinas decretó ayer el estado de calamidad nacional como respuesta a la devastación sin precedentes que ha causado el tifón 'Haiyan' (o 'Yolanda'), que el pasado viernes arrasó el archipiélago asiático, los problemas para llevar ayuda a los afectados se multiplican. Los servicios de rescate alertan de que la tragedia, que ha dejado al menos 10.000 muertos, puede ser incluso mayor en las próximas horas por falta de agua, alimentos y medicinas. Las imágenes grabadas por los propios filipinoso los periodistas que han accedido hasta las zonas devastadas dan cuenta del nivel dedestrucción que ha provocado 'Haiyan'.

Filipinas Cruz Roja
El redactor recomienda