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El infierno de Misrata, una ciudad sitiada por las bombas de racimo españolas
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EN TRES DÍAS, 50 PERSONAS HAN PERDIDO LA VIDA EN ESTA REGIÓN

El infierno de Misrata, una ciudad sitiada por las bombas de racimo españolas

En la guerra entre las tropas del coronel Muamar Gadafi y los rebeldes libios que quieren derrocarle, el infierno está hoy en la ciudad costera de

Foto: El infierno de Misrata, una ciudad sitiada por las bombas de racimo españolas
El infierno de Misrata, una ciudad sitiada por las bombas de racimo españolas

En la guerra entre las tropas del coronel Muamar Gadafi y los rebeldes libios que quieren derrocarle, el infierno está hoy en la ciudad costera de Misrata, sitiada desde hace dos meses y sometida a un bombardeo incesante, especialmente intenso en las últimas 72 horas. Desde el jueves al alba los misiles Grad, los obuses de diferente calibre y las bombas de varios tipos han caído como lluvia y de forma indiscriminada sobre la ciudad.

Según testimonios de testigos y supervivientes recogidos por el diario estadounidense The New York Times, las fuerzas del líder libio han atacado con bombas de racimo de fabricación española y con proyectiles tierra-tierra zonas residenciales. Esta afirmación fue secundada por la ONG Human Rights Watch (HRW), mientras que Trípoli la desmintió.

Según el diario norteamericano, los restos de las bombas de racimo, que ha podido examinar y fotografiar, corresponden a proyectiles de mortero MAT-120, compuestos por 21 submuniciones diseñadas para destruir blindados ligeros y matar a personas. Los componentes de las municiones de 120 milímetros, según las marcas que constan en los restos, fueron fabricados en España en 2007, antes de que este país rubricara la Convención Internacional contra las bombas de Racimo y destruyera sus arsenales. Libia nunca ha rubricado este acuerdo internacional.

Las bombas de racimo, que dispersan municiones de gran potencia explosiva en una amplia zona, no pueden ser lanzadas con precisión y cuando alcanzan zonas civiles suponen un grave riesgo para la población.  Al menos tres civiles murieron este sábado y otros 18 resultaron heridos de diversa consideración, según dijeron testigos a la cadena de televisión qatarí Al Jazeera. En tres días 50 personas han perdido la vida, de las cuales cinco de nacionalidad egipcia, en esta región de Libia.

Una "matanza"

El terror y la destrucción se escenifican en Misrata, con casas en ruinas o parcialmente derrumbadas, muros con decenas de impactos de proyectiles, calles bloqueadas por escombros, vehículos calcinados, llamas, columnas de humo negro y el caos en el más amplio sentido de la palabra.

La situación empeora cada día en la ciudad, donde no hay agua corriente, electricidad ni medios de comunicación, mientras que escasean los alimentos. El puerto, la única vía de esperanza de la ciudad y por donde llega la ayuda a sus habitantes, fue cerrado el viernes debido a los bombardeos.

Los líderes rebeldes advirtieron el jueves sobre una posible "matanza" en Misrata si la OTAN no intervenía de forma más intensa, una fatalidad que parece tomar forma. Mohamed Jassem, un vecino de Misrata, explicó en declaraciones a Al Jazeera que las fuerzas leales a Gadafi bombardean la ciudad al alba y a la caída de la noche y se esconden durante el día para evitar ser atacadas por los aviones de la OTAN que sobrevuelan la zona.

Los rebeldes anunciaron este sábado que han conseguido refuerzos de tropas armadas y "muy bien entrenadas" así como aprovisionamientos que se dirigen a Misrata. El jefe del ala militar revolucionaria ha declarado a la cadena Al Arabiya que han obtenido armas y municiones, sin precisar la procedencia de las mismas, y que los rebeldes están a las puertas de la ciudad portuaria y petrolera de Brega en la que prevén tomar el control "en las próximas horas".

En este contexto, fuerzas rebeldes han confirmado que ha habido violentos combates en el este de Brega, una zona que ha sido sobrevolada constantemente por los aviones de la OTAN.

En la guerra entre las tropas del coronel Muamar Gadafi y los rebeldes libios que quieren derrocarle, el infierno está hoy en la ciudad costera de Misrata, sitiada desde hace dos meses y sometida a un bombardeo incesante, especialmente intenso en las últimas 72 horas. Desde el jueves al alba los misiles Grad, los obuses de diferente calibre y las bombas de varios tipos han caído como lluvia y de forma indiscriminada sobre la ciudad.

Libia Muamar el Gadafi