Holanda se pone a dieta de 'hierba' pura

El tabaco es a los porros como la sal en un guiso, un condimento básico. Pues bien, desde hoy, gran parte de los comensales holandeses habituales de los 'coffee shops' y restaurantes del país, deberán empezar una estricta dieta 'verde'. Sólo hierba pura. No es que la fiebre por ser vegetariano se haya adueñado del país, sino que simplemente ocurre que los consumidores de los 'cigarrillos de la risa' en estos típicos establecimientos deberán olvidarse de mezclarlos con tabaco, ya que desde hoy, Holanda se ha sumado a otros países europeos en la prohibición de fumar en los bares y restaurantes. Es decir, que los consumidores de marihuana conservarán sus santuarios, siempre y cuando la mezcla deje fuera al perseguido rapé.

El gobierno anunció el viernes que la prohibición también afectará a las terrazas de los bares con toldos. Las inspecciones empezarán inmediatamente y las multas contra los infractores podrán elevarse a hasta 2.400 euros.

Esta nueva legislación se convierte así en una amenaza para una de las peculiaridades más conocidas y atrayentes del país, ya que desde 1976, Holanda es el único país del Viejo Continente en conceder licencias a los cafés para el consumo de marihuana. Por tanto, el sector se ha tomado esta situación como una afrenta a la propia idiosincrasia del país.

Los propietarios de los 'coffee shops' tienen razones para inquietarse a pesar de que su producto estrella esté a salvo de la nueva legislación: la mayoría de holandeses prefiere fumar su porro mezclado con tabaco. De ahí que estos establecimientos se hayan sumado al resto de bares y restaurantes para poner el grito en el cielo. Muchos ya temen verse obligados a echar el cerrojo.

"Los restauradores tienen miedo: los sondeos muestran que el 60% piensa vender su establecimiento", asegura en su sitio internet 'Horecasite', uno de los mayores agentes inmobiliarios del sector de los restaurantes. El número de locales en venta se disparó de 1.350 en enero a 1.600 en junio.

Sin embargo, las reivindaciones por dicha ocurrencia tampoco se han hecho esperar, y al grito de 'Salven a los pequeños cafés', los patrones de restaurantes han lanzado una campaña judicial. "La prohibición de fumar es un ataque contra nuestra cultura social", denuncian los promotores de la campaña, que representan a 418 locales. En este sentido, el grupo de presión Forces Nederland opina que la nueva ley es contraria al espíritu holandés y estima que cada patrón "debería poder decidir por sí mismo a quién quiere acoger en su establecimiento".

Asimismo, una sala de cine de Rotterdam distribuirá cigarrillos a los espectadores durante la proyección del filme 'Coffee and cigarettes'. Y dos librerías de Ámsterdam repartirán puros a sus clientes, mientras muchos cafés han previsto noches especiales para fumadores.

La medida podría atraer a los no-fumadores

No obstante, también hay quien está de acuerdo en convertir al tabaco en un proscrito también en la tierra de los tulipanes, sobre todo los enemigos de los malos humos. La Oficina Central de Estadísticas calcula que actualmente hay 100.000 fumadores menos en Holanda que en el año 2000 y que menos del 25% de los holandeses sigue consumiendo tabaco.

Además, el instituto de salud Nivel ha publicado un estudio que asegura que los espacios libres de humo atraerán a hasta 800.000 nuevos clientes, entre asmáticos y no fumadores. Por su parte, un sondeo del Postbank demuestra que los fumadores serán simplemente sustituidos por los no fumadores, y entre las personas interrogadas, un 18% afirma que frecuentará menos los cafés, mientras que el 20% acudirá más a menudo. La polémica está servida.