Joseph Stiglitz: “Zapatero es uno de los pensadores más influyentes en el movimiento socialdemócrata”

Durante sus años de juventud, el Nobel de economía Joseph Stiglitz fue testigo del declive económico que sufrió su ciudad natal, Gary, situada a unos 50 kilómetros de Chicago. Los numerosos problemas sociales que afloraron como consecuencia del desplome industrial de Gary le llevaron a profundizar en políticas económicas orientadas a la consecución de la justicia social. En 2001, ganó el Premio Nobel por sus teorías sobre información imperfecta, que evidencian las limitaciones de la economía de mercado. En la actualidad, Stiglitz se considera un economista de corte keynesiano, especialmente interesado en el impacto de la globalización económica en el bienestar social.

Desde una heladería de Port de la Selva en la Costa Brava, Stiglitz compartió este fin de semana con El Confidencial sus reflexiones sobre la coyuntura económica española, mientras saboreaba uno de sus manjares ibéricos preferidos: el helado de turrón.

Usted comenzó a venir a España hace ocho años. ¿Cómo ha visto evolucionar al país durante ese tiempo?

Siempre me ha llamado la atención la vitalidad y el espíritu de convivencia de este país. La sociedad española se muestra especialmente preocupada por los temas sociales y también globales, como por ejemplo el medio ambiente. Actualmente, noto que se está tratando de aprovechar las oportunidades de crecimiento, sin perjudicar las estructuras del pasado.

En España estamos viviendo momentos de preocupación ante la actual crisis. ¿Cuál es su perspectiva sobre nuestra economía?

Una de las razones por las que España se encuentra en una mejor situación que la de Estados Unidos para hacer frente a la actual crisis es que con Zapatero tenéis un superávit presupuestario. Nosotros, sin embargo, tenemos un elevadísimo déficit público, que alcanza un récord de casi 600,000 millones de dólares.

Por otro lado, creo que Zapatero está tratando de orientar la economía española hacia sectores alejados del inmobiliario, como el de las nuevas tecnologías o el del transporte. Todo esto, aunque lleva su tiempo, ha dotado de dinamismo a la economía española. En España se han tomado acciones en la dirección adecuada. En Estados Unidos, por el contrario, no estamos invirtiendo en lo necesario y ahora nos vamos a romper. Si utilizas cualquier tren en los Estados Unidos te sientes como si estuvieras en el tercer mundo. Compara el aeropuerto de Madrid con cualquiera de nuestros aeropuertos. Muchos norteamericanos contemplamos con ligera envidia a España.

Usted formó parte del grupo de expertos internacionales que asesoró al PSOE en la confección del programa electoral de las pasadas elecciones. ¿Por qué tomó esta decisión?

Para mí, Zapatero es uno de los pensadores más influyentes en el movimiento socialdemócrata. La manera en que se ha aproximado a temas como la inmigración, la igualdad de género y un amplio abanico de temas sociales y económicos es un modelo de referencia para otros socialdemócratas en el mundo. Ha creado un verdadero liderazgo.

Nuevas investigaciones demuestran que las políticas económicas que se promueven desde la derecha, es decir, las llamadas economías de la oferta (economías supply-side) no tienen ningún sentido. Por eso, es importante darle un respaldo a aquellos que llevan a cabo políticas económicas orientadas a la consecución de la justicia social.

¿Qué consejos nos sugiere para afrontar la actual crisis?

Hay políticas fiscales que pueden estimular la economía mucho más que otras, incluyendo las inversiones públicas en investigación, nuevas tecnologías, educación, cosas que ya estáis haciendo.

El gobierno español no puede bajar los tipos de interés, pero sí que puede facilitar el acceso al crédito y, a través de éste, estimular el ritmo económico. El gobierno de Zapatero también está llevando a cabo medidas para suavizar la crisis inmobiliaria, como por ejemplo facilitar el acceso a la vivienda.

¿Cómo cree que cambiará la estructura económica global tras la actual crisis?

Esta crisis ha puesto de manifiesto las limitaciones de los mercados. Todo el mundo debería comprender que la idea de que los mercados funcionan perfectamente es absolutamente errónea. Las implicaciones de esto es que hay un amplio margen para la regulación. Muchos de los problemas que ha traído consigo esta crisis podrían haberse evitado con la regulación adecuada. Aun así, soy bastante escéptico con que haya un cambio fundamental porque hay gente que ha ganado mucho dinero con este modelo.

¿En el caso de que gane Obama la presidencia norteamericana cree usted que hará frente a las actuales estructuras que rigen tanto Wall Street como la Casa Blanca?

No es sencillo darle la vuelta a una situación económica y política tan complicada como la actual. Pero Obama nos trae esperanza. Es un símbolo de los valores de oportunidad y de honestidad que han caracterizado siempre a Norteamérica. Sus políticas económicas son como una bocanada de aire fresco para nuestro país porque ahora mismo hay una total desconfianza en nuestra economía. Los problemas actuales son de naturaleza global y deben abordarse desde una perspectiva multilateral. Esto ha sido uno de los grandes fracasos de Bush, que no creía en medidas multilaterales para dar solución a problemas globales.