Austan Goolsbee, el Cerebro Económico de Obama

El asesor económico de Barack Obama, Austan Goolsbee, pertenece a una nueva raza de economistas de la prestigiosa Universidad de Chicago, entre ellos el autor del famoso libro, Freakonomics, Steven D. Levitt, obsesionados con aplicar las complejas leyes de la economía a la vida real.

Goolsbee, que estudió su doctorado en economía en el Massachusetts Institute of Technology, MIT, es un especialista en política fiscal. “Tiene muy buenas ideas para simplificar el diseño de los impuestos norteamericanos,” dijo a El Confidencial José L. Fillat, un español que da clases de economía en la Universidad de Chicago. “No me extrañaría que entre las primeras propuestas estuviese una de simplificación del impuesto de la renta.”

Como asesor económico de Obama, su intención principal es restablecer el poder de las clases medias norteamericanas, las principales perjudicadas de las políticas fiscales del actual presidente republicano George W. Bush. Pero al mismo tiempo, cuenta con el respaldo de economistas liberales como Paul Volcker, el antiguo presidente de la Reserva Federal, por pertenecer a la Escuela de Chicago, una corriente de pensamiento económico de corte liberal.

“Goolsbee, como casi todos los profesores que enseñan en la Escuela de Chicago, se inclina por las ideas del libre mercado,” comentaba a El Confidencial el editor de un prestigioso diario económico de Chicago.

Gracias a las divertidas columnas que escribe en el New York Times, Goolsbee ha sabido conquistar a la opinión pública norteamericana. “El pensador creativo,” como le llama su colega Joseph Stiglitz, escribe una columna semanal sobre todo tipo de temas, siempre conectados con los problemas de los ciudadanos de a pie. "Siento que la opinión pública tiene el derecho de saber,” ha dicho Goolsbee más de una vez.

En sus comparecencias públicas, ya sea en el complejo show de economía que dirige el conservador Lawrence Kudlow en la cadena CNBC, o en seminarios de prestigio, Goolsbee procura acercar a la audiencia conceptos económicos de gran complejidad por medio de un lenguaje sencillo y cargado de humor. Probablemente, las clases de comedia e improvisación que da en sus ratos libres le han ayudado a potenciar esa difícil aptitud.

Pero sobre todo, Goolsbee ama lo que hace. Sus compañeros de la Universidad de Chicago comentaron a El Confidencial que Austan es un apasionado de su trabajo. “Estuvimos en una cena de gala con él y contó que no podía ser más feliz siendo economista, y serlo además en la Universidad de Chicago, que es como vivir en Disneyland,” dijo Fillat.