Es noticia
El presidente de Timor Oriental pide el fin de la ola de violencia que ha causado miles de refugiados
  1. Mundo

El presidente de Timor Oriental pide el fin de la ola de violencia que ha causado miles de refugiados

El presidente de Timor Oriental, Xanana Gusmao, pidió el lunes la reconciliación entre los timorenses del este y los del oeste, mientras buscaba con el resto

Foto: El presidente de Timor Oriental pide el fin de la ola de violencia que ha causado miles de refugiados
El presidente de Timor Oriental pide el fin de la ola de violencia que ha causado miles de refugiados

El presidente de Timor Oriental, Xanana Gusmao, pidió el lunes la reconciliación entre los timorenses del este y los del oeste, mientras buscaba con el resto de líderes del país una salida a la actual crisis que ha sumido a la capital, Dili, en el caos. Durante todo el día, Gusmao, el primer ministro, Mari Alkatiri, y su consejo de ministros estuvieron reunidos con el consejo de Estado, compuesto por líderes de la comunidad, para buscar una solución a la crisis política y de seguridad en el país, sin conseguir finalizar la reunión.

El presidente, cuya ausencia en el debate público en los últimos días había sido justificada con un agudo dolor de espalda que le mantenía en cama, aprovechó una pausa en la reunión para comparecer públicamente y pedir a los rebeldes que abandonen la violencia.

"Si confiáis en mí, por favor, originarios del este y del oeste, abrazaos en casa, calmaos y ayudad a los otros a calmarse", manifestó el presidente, quien dirigió la resistencia contra la ocupación indonesia (1975-1999).

"No toméis las espadas, no queméis las casas, no hagáis violencia. Os prometemos que lograremos la unidad nacional para que las cosas vuelvan a la normalidad", dijo Xanana, en unas declaraciones difundidas por la radio australiana, ABC.

"Parad el conflicto entre (los nacidos en) el Este y el Oeste (de la isla de Timor). No hay ninguna solución aún, pero prometo que la habrá: hoy, mañana, o más adelante", reiteró ante la multitud que pedía a gritos la dimisión del primer ministro, Mari Alkatiri.

Se cree que de la reunión especial puede salir la disolución del Parlamento o que puede servir para diseñar una estrategia ante un posible colapso del Gobierno de Alkatiri, quien ha dicho que la ola de violencia que afecta al país es un intento de golpe de Estado.

Peticiones de dimisión

El Consejo de Estado tiene el poder constitucional para otorgar al presidente Gusmao la prerrogativa de despedir al primer ministro, y desde hace días se han repetido las peticiones para que dimita Alkatiri y a favor de la instauración de un Gobierno de unidad nacional nombrado por Gusmao.

Tanto el ministro de Exteriores, Jose Ramos Horta, como el obispo de Dili, Ricardo da Silva, y el representante del secretario general de la ONU en Timor, Sukehiro Hasegawa, fueron llamados a participar en la reunión.

Los enfrentamientos violentos entre un grupo de militares expulsados y tropas gubernamentales se originaron en abril pasado cuando 591 soldados fueron licenciados sin paga tras reclamar mejores condiciones laborales.

Pero la situación empeoró al participar en las escaramuzas bandas de jóvenes rebeldes armados con machetes, que han incendiado casas y amedrentado a la población, así como por un aparente enfrentamiento entre el Ejército y la Policía de esta pequeña nación.

Según el ministro de Exteriores, José Ramos Horta, la actuación de estas bandas es por venganza y no tiene motivos políticos.

La ola de violencia, que a pesar del despliegue de las tropas internacionales de Australia, Nueva Zelanda, Malasia y Portugal continúa afectando a Timor Oriental, ha llevado a miles de ciudadanos a abandonar sus hogares y a refugiarse en iglesias, embajadas, el aeropuerto y el puerto.

La organización de ayuda World Vision Australia ha cifrado a los refugiados internos en 90.000 y su director, Tim Costello, advirtió el lunes de que el país está al borde de la crisis humanitaria.

El Gobierno australiano ha incrementado en dos millones de dólares australianos (1,4 millones de dólares) la ayuda, hasta ahora de un millón, brindada al país vecino, donde tiene desplegados a unos 2.000 miembros de su ejército y de la policía Federal.

El presidente de Timor Oriental, Xanana Gusmao, pidió el lunes la reconciliación entre los timorenses del este y los del oeste, mientras buscaba con el resto de líderes del país una salida a la actual crisis que ha sumido a la capital, Dili, en el caos. Durante todo el día, Gusmao, el primer ministro, Mari Alkatiri, y su consejo de ministros estuvieron reunidos con el consejo de Estado, compuesto por líderes de la comunidad, para buscar una solución a la crisis política y de seguridad en el país, sin conseguir finalizar la reunión.