Bush presiona al Senado para aprobar la Ley Patriota

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, arremetió el miércoles contra los senadores que obstruyen la renovación de la Ley Patriótica, asegurando que su acción es inexcusable y supone poner en riesgo al país ante la amenaza de un nuevo atentado terrorista. "La expiración de la Ley Patriótica pone en peligro a Estados Unidos y colocará al país en una situación de debilidad", aseguró el presidente estadounidense en una alocución pronunciada desde la Casa Blanca.

La acción de bloqueo que protagonizan senadores de ambos lados del hemiciclo impide la votación de la prórroga de la Ley cuya validez expira el próximo 31 de diciembre. Los senadores reclaman una extensión de la Ley pero sólo de tres meses para permitir al Congreso revisarla.

Sin embargo, para Bush la realidad de la amenaza terrorista "está todavía ahí (...) siguen todavía al acecho y necesitamos tener las herramientas necesarias para defender al pueblo americano". Bush aseguró que la ley -que permite la vigilancia de las comunicaciones, entre otras- respeta la legislación sobre protección de las libertades civiles de los americanos inocentes.

Sin embargo, la legalidad de la Ley y la amplitud de los poderes del presidente se han convertido en objetivo del interés del país tras descubrirse que le presidente había permitido sin autorización judicial el espionaje de las comunicaciones de ciudadanos estadounidenses en territorio americano.

En este sentido, el miércoles un juez federal presentó su renuncia al tribunal especial que se encarga del control de las operaciones que el Gobierno realiza en materia de vigilancia en protesta por la decisión adoptada por el presidente.

Según publicó el rotativo Washington Post, el juez James Robertson habría renunciado ya que la decisión de Bush podría perjudicar las labores de su tribunal. Robertson no obstante continuará ejerciendo sus funciones como juez federal de Washington.