Europa y Japón van ganando la guerra de los robots... pero solo de momento

El covid-19 ha acelerado la automatización en las fábricas, sobre todo en China, potencia manufacturera. Las compañías extranjeras llevan mucho tiempo dominando el mercado chino de robots industriales y herramientas de automatización, pero hay indicios de que dicha supremacía muestra síntomas de desgaste.

Como fábrica del mundo, China es, naturalmente y con diferencia, el mayor mercado de robots industriales. Antes de la pandemia, sin embargo, la guerra comercial China-EEUU estaba ralentizando el crecimiento. Los nuevos montajes de robots industriales llegaron a 140.500 en 2019, un descenso del 9% respecto al año anterior; pero, aun así, casi el triple que el segundo mercado, Japón, según la Federación Internacional de Robótica. Es posible que el año pasado fuera mucho mejor: Credit Suisse calcula que el mercado de la robótica industrial de China creció un 9,5% en 2020.

Al principio, el coronavirus provocó el cierre de las fábricas en China; pero, a medida que el país obtuvo el control de la pandemia gradualmente, la demanda de equipos de automatización se recuperó. El repunte de ventas de productos electrónicos y vehículos eléctricos también ha impulsado la demanda de productos de automatización.

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Empresas no estadounidenses como FANUC en Japón y ABB en Europa controlan cerca de tres cuartas partes del mercado de robótica industrial de China, según Citi. Pero hay muchas expectativas en China de que el Gobierno promueva más el contenido local en la cadena de suministro de la automatización y la robótica. Las acciones de las empresas de automatización en China se han disparado. Por ejemplo, las de Shenzhen Inovance Tech han triplicado su valor desde principios de 2020. Las acciones del fabricante de robots industriales Estun Automation también han repuntado.

Algunas empresas de equipos de automatización ganaron cuota de mercado el año pasado, cuando el covid-19 interrumpió las cadenas de suministro de sus rivales extranjeros. Citi calcula que la cuota de mercado de Inovance en el mercado chino de servomotores, que se utilizan para controlar movimientos precisos, ha aumentado a más del 16% en 2020, respecto a un 11% en 2019 y un 3% en 2013. La compañía también ha registrado un sólido crecimiento en su negocio de motores eléctricos, que comparte similitudes con los servomotores. El beneficio neto de la empresa casi se duplicó en los primeros nueve meses de 2020 respecto al ejercicio anterior.

Si bien la intención de China de desarrollar una producción local de alta calidad está clara, la sustitución total de las importaciones no sucederá; al menos, no de momento. Japón y Europa todavía mantienen una gran ventaja tecnológica general. El tiempo medio entre fallos (o MTBF, por sus siglas en inglés), una medida de resultados de los equipos industriales, suele ser de dos a diez veces mayor entre las marcas líderes no estadounidenses, según Bernstein. Eso implica que puede que los fabricantes, que tienen que competir en el mercado global, no elijan proveedores chinos. EEUU tampoco tiene el poder absoluto de la tecnología esencial, a diferencia de con los semiconductores, así que las tensiones geopolíticas son menos amenazadoras.

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Pero hay núcleos en los que las compañías domésticas chinas han conseguido reducir la brecha tecnológica —como en los servomotores, según Bernstein—. Inovance consiguió arrebatar cuota de mercado a rivales como Panasonic y Yaskawa debido al covid-19, y puede que los nuevos consumidores se queden si no notan una diferencia de calidad. Conseguir cuota de mercado de rivales locales podría ayudar a impulsar el crecimiento incluso en áreas en las que las compañías chinas no consigan ponerse al día.

Puede que pase un tiempo antes de que las empresas robóticas chinas alcancen a los rivales no estadounidenses en el mercado en general, pero las extranjeras que estén presentes en China deberían cubrirse las espaldas.