Microsoft no debe darle a Trump una comisión por TikTok... por el bien de todos

Los Estados tienen un gran número de poderes que las empresas -incluso aquellas que tienen un tamaño similar al de un pequeño país- no tienen. Pero la eventual operación entre TikTok y Microsoft puede ser una prueba perfecta para ver donde están los límites de un país sobre una transacción comercial.

Este lunes el presidente de EEUU, Donald Trump, pidió abiertamente una recompensa para el gobierno si Microsoft se queda finalmente con el negocio estadounidense de la red social china, propiedad de ByteDance Ltd.

Trump ha asegurado que le dijo a Satya Nadella, CEO de Microsoft, que "una parte muy importante del precio tiene que ir a parar al Tesoro de Estados Unidos, porque estamos haciendo posible que esta operación ocurra".

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Tiene razón en una cosa: la potencial venta no estaría sobre la mesa si no fuera por la presión ejercida por Estados Unidos. Es más, sin importar mucho el valor real del negocio norteamericano de TikTok -ByteDance cifra en el entorno de los 50.000 millones su valor a nivel global-, Microsoft está en una posición de poder muy ventajosa a la hora de encarar las negociaciones, pues la otra alternativa es la desaparición de TikTok en EEUU.

Es cierto que la Casa Blanca se ha llevado compensaciones de empresas privadas anteriormente, por ejemplo por financiar o arreglar quiebras, pero lo que pide Trump no tiene precedentes. Cualquier cantidad que Microsoft haya acordado pagar a ByteDance va a tener que ser reducida.

Es posible que la Casa Blanca de marcha atrás con discreción después de las palabras de Trump. El presidente ha confundido en otras ocasiones los patrones de movimiento del capital cuando ha hablado de política internacional. Habitualmente insiste en que los consumidores chinos, al contrario que los de EEUU, pagan al gobierno miles de millones en impuestos, o que los aliados de la OTAN pagan comisiones por protección y no imponen un objetivo de gasto en Defensa como parte de su presupuesto.

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Por si fuera poco, cualquier parte de la operación que se lleve el Tesoro va a ser ridícula en comparación con el tamaño del presupuesto federal. Incluso una comisión de 5.000 millones apenas daría para cubrir siete horas de gasto del ejercicio fiscal.

Si Trump va en serio, y si los tribunales dan luz verde, puede sentar un peligroso precedente para el tamaño de las empresas extranjeras, incluso abre la puerta a que las estadounidenses puedan recibir el mismo tratamiento. En países como Venezuela ha ocurrido algo así recientemente. Muchos activos empresariales como licencias de operación, derechos de explotación de minas o instalaciones físicas han sido tomados como compensación.

Hacerse con el negocio estadounidense de la popular TikTok puede ser un gran premio para Microsoft. Pero si el precio incluye un pago al Tesoro, las empresas tienen mucho que perder participando de este escenario.