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Está arrepentido, sí, ¿pero el dinero dónde está?
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Está arrepentido, sí, ¿pero el dinero dónde está?

“Estoy profundamente arrepentido y avergonzado por mis crímenes… soy dolorosamente consciente de que he herido a mucha, mucha gente… no soy capaz de expresar adecuadamente cuan

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Está arrepentido, sí, ¿pero el dinero dónde está?

“Estoy profundamente arrepentido y avergonzado por mis crímenes… soy dolorosamente consciente de que he herido a mucha, mucha gente… no soy capaz de expresar adecuadamente cuan profundamente arrepentido estoy por lo que he hecho” aseguró ayer un Bernard Madoff muy diferente al que fue detenido el pasado mes de diciembre acusado de estafar 50.000 millones de dólares por el método ponzi. El inversor de Wall Street acudió a la corte de Nueva York notablemente desmejorado y taciturno –no era para menos, podría pasar el resto de su vida entre rejas- y escenificó su arrepentimiento al más puro estilo americano, clínex y lágrimas incluidas.

De los doce cargos a los que se enfrenta se declaró culpable de once, entre los que se incluye estafa y blanqueo de dinero. Sin embargo, no reconoció su culpa en lo referente a conspiración, ya que ello implica la actuación de otros agentes en el proceso y prefirió insistir en la inocencia de su hermano Peter y de sus dos hijos, también relacionados estrechamente con la firma de inversión.

Durante el juicio que ha durado toda la mañana, explicó como su fraude comenzó en 1991 y se le fue de las manos, pese a que en un principio deseaba que se tratara de algo puntual. No en vano, el nivel de vida de Madoff y su familia fue creciendo y creciendo con el paso de los años, prueba de ello son sus muchas propiedades de lujo, activos, coches, etc… algunos de ellos embargados por las autoridades y otros tantos a nombre de su mujer, Ruth.

El caso es que finalmente a Madoff se le ha declarado culpable y ha ingresado directamente en prisión a la espera de que se haga pública la sentencia definitiva el próximo mes de junio. Una decisión ejemplar por parte del juez Denny Chin, pero que no ha sido aceptada por sus abogados, que han alegado que el inversor ha cooperado más de lo que hicieron los ejecutivos de Enron, Jeff Skilling y Ken Lay en su día –ninguno se declaró culpable- y que pudieron permanecer en libertad bajo fianza.

Son muchas las pérdidas que la osadía de Madoff ha ocasionado a cientos de inversores en todo el mundo. Numerosos de los afectados quisieron estar ayer presentes en la sala para personarse ante el inversor y reclamar que se les devuelva su dinero, a pesar de que eso va a ser imposible, al menos en cuanto al total.

Los auditores buscan de debajo de las piedras para encontrar hasta el último centavo estafado, la investigación sigue en marcha ya que, según alegan varias plataformas de afectados, es inviable que Madoff lo haya organizado todo sin ayuda.

Irving Picard, el fideicomisario nombrado por la corte para auditar las posesiones de Madoff, ha asegurado que tras estudiar al menos 7.000 cajas llenas de documentos “no he encontrado evidencias que sugieran que los activos fueran enviados a cuentas de clientes”, como se dijo al principio de la investigación.

Según Picard se han recuperado unos 650 millones de dólares que serán repartidos entre los afectados en función de la inversión que hubieran realizado. Además estos podrán acudir al Securities Investor Protection, una entidad estatal, para reclamar hasta 500.000 dólares por las pérdidas.

Sin embargo, todo sigue oliendo muy mal en todo este proceso. Por un lado, Madoff en su declaración ha dado argumentos suficientes a los afectados para que arremetan también contra los reguladores que no hicieron nada por evitar el mayor fraude de la historia y, por otro, no se está investigando a la mujer del inversor que es titular de numerosas propiedades y activos.

Ruth Madoff sacó de las cuentas de un bróker 15.5 millones de dólares semanas antes del arresto de su marido. Además, sus abogados alegaron a principios de este mes que los cerca de 70 millones que la mujer del inversor tiene en forma de propiedades y cuentas están única y exclusivamente a su nombre y, por lo tanto, libres de cualquier sospecha de fraude.

Finalmente, no hay que olvidar que cuando Bernard Madoff fue arrestado el pasado mes de diciembre consiguió los 10 millones de dólares que necesitaba para pagar la fianza que le ha permitido permanecer en arresto domiciliario en su apartamento de lujo de Manhattan.

“Estoy profundamente arrepentido y avergonzado por mis crímenes… soy dolorosamente consciente de que he herido a mucha, mucha gente… no soy capaz de expresar adecuadamente cuan profundamente arrepentido estoy por lo que he hecho” aseguró ayer un Bernard Madoff muy diferente al que fue detenido el pasado mes de diciembre acusado de estafar 50.000 millones de dólares por el método ponzi. El inversor de Wall Street acudió a la corte de Nueva York notablemente desmejorado y taciturno –no era para menos, podría pasar el resto de su vida entre rejas- y escenificó su arrepentimiento al más puro estilo americano, clínex y lágrimas incluidas.

Bernard Madoff Economía sumergida