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Las grandes empresas entonan el 'mea culpa': "Tenemos que ganar menos y bajar precios"
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Las compañías familiares instan a apretarse cinturón

Las grandes empresas entonan el 'mea culpa': "Tenemos que ganar menos y bajar precios"

Fue un alarde de sinceridad. Un mea culpa improvisado que no estaba en su discurso. El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Juan Roig,

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Las grandes empresas entonan el 'mea culpa': "Tenemos que ganar menos y bajar precios"

Fue un alarde de sinceridad. Un mea culpa improvisado que no estaba en su discurso. El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Juan Roig, se animó ayer a dar un consejo de despedida a las empresas presentes en el undécimo congreso de la asociación. ¿Cómo superar lo antes posible la crisis financiera que asola ya la economía real? “No es preciso que cada año se gane más dinero que el anterior”, lanzó con sencillez. Con los ojos puestos en él de representantes de compañías que facturan al año 150.000 millones de euros, el 15% del PIB nacional, el presidente de Mercadona recomendó una bajada generalizada de precios. “Los empresarios debemos apretarnos el cinturón y reducir todos los costes posibles en la formación de los precios de los productos y servicios, bajando lo más posible dichos precios”, argumentó con convicción.

Y más autocrítica. “Nos hemos creído más ricos de lo que verdaderamente éramos y también que el esfuerzo tenía un valor pequeño. Para estar a la altura del reto que tenemos por delante debemos trabajar todos más y mejor” dijo. “Pensábamos que la liquidez era ilimitada, y eso nos ha llevado a hacer ingeniería financiera hasta límites inimaginables, apoyándonos en sectores que tenían un gran recorrido ascendente, como la construcción”, continuó con la reflexión. Eso sí, también rebatió veladamente el desempeño político. Sobre todo el del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por haber tardado tanto en reconocer la crisis. “Hemos perdido un tiempo precioso”, lamentó Roig, añadiendo que, mientras el tiempo pasaba, la situación se iba agravando. “Cuando se reconoce un problema, se tiene ya más del 50% de la solución, y en temas económicos también es aplicable”, dijo.

¿Principales preocupaciones? Encontrar fórmulas para mejorar la productividad, vía formación, y, sobre todo, flexibilidad laboral. Para el primer problema, fórmulas imaginativas como eximir del pago del IRPF a los mejores expedientes académicos universitarios en sus primeros años de trabajo o conceder incentivos económicos a las familias con estudiantes en Formación Profesional. Para el segundo, combatir por todos los medios el absentismo laboral. “En algunos casos triplican la media europea. Las empresas con niveles superiores al 3% deberían poder contratar a las mutuas de trabajo para financiar las altas y bajas laborales”, propuso. Una iniciativa aplaudida por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que inauguró las jornadas, y después también por el presidente del PP, Mariano Rajoy.

En todo caso, las propuestas más atrevidas no vinieron desde la presidencia del IEF, que a partir de este congreso pasará a manos de Simón Pedro Barceló, sino desde su asociación territorial madrileña (Adefam). Su presidente, Jesús Macarrón, pidió la reducción de la tributación de los beneficios reinvertidos, incluidos los extraordinarios, hasta su eliminación. También la despenalización fiscal de los préstamos que los socios hacen a sus propias empresas, que actualmente tributan al tipo marginal. Y, finalmente, aceptar el papel comercial de las empresas solventes como título de descuento ante el Tesoro o el Instituto de Crédito Oficial. Una medida esta última en línea con las planteadas por CEOE para que, más allá de los planes de salvamento a la banca, la liquidez llegue a las pequeñas y medianas empresas. Aguirre recordó a Macarrón que, por muy razonables que sean esas propuestas, exceden la competencia de la comunidad.

Fue un alarde de sinceridad. Un mea culpa improvisado que no estaba en su discurso. El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Juan Roig, se animó ayer a dar un consejo de despedida a las empresas presentes en el undécimo congreso de la asociación. ¿Cómo superar lo antes posible la crisis financiera que asola ya la economía real? “No es preciso que cada año se gane más dinero que el anterior”, lanzó con sencillez. Con los ojos puestos en él de representantes de compañías que facturan al año 150.000 millones de euros, el 15% del PIB nacional, el presidente de Mercadona recomendó una bajada generalizada de precios. “Los empresarios debemos apretarnos el cinturón y reducir todos los costes posibles en la formación de los precios de los productos y servicios, bajando lo más posible dichos precios”, argumentó con convicción.

Juan Roig