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Sebastián, reacio a la fusión Iberdrola-GN, pide tiempo a los actores de la batalla eléctrica
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EL MINISTRO SE HA VISTO CON TODOS LOS PROTAGONISTAS

Sebastián, reacio a la fusión Iberdrola-GN, pide tiempo a los actores de la batalla eléctrica

Sorpresas te da la vida, que decía la canción. Con la nonata fusión entre Iberdrola y Gas Natural (GN) para formar el que sería primer grupo

Foto: Sebastián, reacio a la fusión Iberdrola-GN, pide tiempo a los actores de la batalla eléctrica
Sebastián, reacio a la fusión Iberdrola-GN, pide tiempo a los actores de la batalla eléctrica

Sorpresas te da la vida, que decía la canción. Con la nonata fusión entre Iberdrola y Gas Natural (GN) para formar el que sería primer grupo energético español en vía muerta, a cuenta de la repentina falta de interés en el proyecto mostrada por Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, los protagonistas de la comedia han vuelto sus ojos hacia Miguel Sebastián, el otrora fogoso jefe de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, en busca de alguna señal, siquiera de humo. Pero el flamante ministro de Industria, que ya se ha reunido con todos los actores del drama, ha pedido tiempo.

La sorpresa en el entorno de La Caixa-Repsol es notable: Miguel Sebastián no parece decidido a apoyar una fusión entre Iberdrola y Gas Natural. El titular de Industria se ha visto ya, en efecto, con todos los protagonistas de la pelea eléctrica y lo ha hecho por separado. Se ha reunido con Sánchez Galán, y se ha visto con los dos accionistas de control de GN, el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, y su colega de Repsol, Antonio Brufau. También se ha entrevistado con Florentino Pérez, la pieza del puzzle que quedaría suelta en caso de esa eventual fusión, un encuentro convertido ya en costumbre, porque en los últimos meses y antes de que fuera nombrado ministro, rara ha sido la semana en que Pérez y Sebastián no han cenado juntos.

Por verse se ha visto también con Luis del Rivero, presidente de Sacyr y accionista de referencia de Repsol, y a quien distintas fuentes suponen interesado en un simple intercambio accionarial entre Iberdrola y la petrolera como medida defensiva mutua, intercambio que convertiría a Sacyr en accionista indirecto de la eléctrica y le daría papel protagonista en el diseño del sector. El que faltaba. Pero, de acuerdo con las fuentes, Sebastián, tal vez aprendido de los errores pasados, se ha limitado a escuchar y a pedir tiempo, sin comprometer posición con unos u otros.

Deshacer los compromisos con EDF

Postura aparentemente tan juiciosa le ha llevado, según las fuentes, a tratar de deshacer incluso sus compromisos, adquiridos en el pasado reciente, con la francesa EDF y con el propio Florentino, además de haber aclarado en París los “malentendidos” provocados por la ligereza de Rodríguez Zapatero ante Nicolás Sarkozy en la cumbre de mediados de enero pasado (ver noticia). Los protagonistas no se ponen de acuerdo a la hora de valorar esa petición de tiempo muerto reclamada por Sebastián, aunque todo parece indicar al deseo de madurar una opción que satisfaga a todo el mundo, incluido el Partido Popular, evitando dar pasos en falso como ocurriera en el caso de Endesa.

Habrá, pues, que esperar. Quienes no esperan son Fainé y Brufau. Como el domingo contaba Manel Pérez en La Vanguardia, el lunes 21, a mediodía, el presidente de La Caixa (35% de Gas Natural), y el de Repsol (30%), acudieron al despacho de Pedro Solbes en la calle Alcalá, para contarle su idea de lo que debería ser la fusión entre Iberdrola y Gas y pedir la bendición del Ejecutivo. Al día siguiente, martes 22, fue Brufau quien se entrevistó a solas con Sebastián. De tales encuentros los directivos catalanes sacaron la conclusión de que, de momento, ambos ministros caminan con el mismo paso, lo cual no deja de ser un hecho altamente reseñable: prudencia en ambos ministerios, y ausencia de compromisos concretos.

Reunión de Galán con sus fieles

Mientras Brufau y Fainé viajaban a Madrid para charlar con Solbes, un placer perfectamente descriptible, Sánchez Galán volaba a Bostwana donde ha pasado unos días cazando elefantes en compañía de su amigo y accionista de Iberdrola, Juan Luis Arregui, presidente de Ence. Volvieron el domingo. La auténtica pieza de caza mayor la había cobrado Galán días antes en Bilbao, concretamente el miércoles 16 por la tarde, cuando, apenas a horas vista de la Junta General de la eléctrica, el ejecutivo salmantino reunió en su derredor a “un selecto grupo de notables que controlan en conjunto casi un 20% de Iberdrola”, según relataba Baltasar Montaño en El Mundo el sábado pasado.

Tras haber cenado el jueves 10 de abril en Madrid con Brufau y Fainé (ver noticia), Sánchez Galán volvió sobre sus pasos dando portazo a la posibilidad de esa fusión, reuniendo a sus fieles en la tarde del 16 para consolidar el núcleo duro que le respalda (“queremos seguir solos mejor que mal acompañados”) en la eléctrica, y utilizando su discurso en la Junta para enviar una respuesta codificada a los dos grandes accionistas de GN. Y, a continuación, se fue a cazar el elefante. La posición de Galán se antoja sólida una vez desaparecida la amenaza inminente de EDF, pero, con todo, no exenta de riesgos en un país como España y con un Gobierno como el de Rodríguez Zapatero.

Sorpresas te da la vida, que decía la canción. Con la nonata fusión entre Iberdrola y Gas Natural (GN) para formar el que sería primer grupo energético español en vía muerta, a cuenta de la repentina falta de interés en el proyecto mostrada por Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, los protagonistas de la comedia han vuelto sus ojos hacia Miguel Sebastián, el otrora fogoso jefe de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, en busca de alguna señal, siquiera de humo. Pero el flamante ministro de Industria, que ya se ha reunido con todos los actores del drama, ha pedido tiempo.

Gas natural Miguel Sebastián