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Endesa, Unión Fenosa e Hidrocantábrico crean un `frente eléctrico´que deja fuera de juego a Iberdrola
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Endesa, Unión Fenosa e Hidrocantábrico crean un `frente eléctrico´que deja fuera de juego a Iberdrola

Si la OPA de Gas Natural (GN) sobre Endesa significó la ruptura de hostilidades en un sector tradicionalmente cartelizado como el eléctrico, la entrada de ACS

Foto: Endesa, Unión Fenosa e Hidrocantábrico crean un `frente eléctrico´que deja fuera de juego a Iberdrola
Endesa, Unión Fenosa e Hidrocantábrico crean un `frente eléctrico´que deja fuera de juego a Iberdrola

Si la OPA de Gas Natural (GN) sobre Endesa significó la ruptura de hostilidades en un sector tradicionalmente cartelizado como el eléctrico, la entrada de ACS (familia March, Los Albertos y Florentino Pérez) en Unión Fenosa ha dinamitado definitivamente cualquier tipo de planteamiento corporativo en el mismo. Es la guerra eléctrica.

Bajo los auspicios de la compañía que ahora preside Pedro López Jiménez, Fenosa, Endesa e Hidrocantábrico han suscrito un acuerdo a tres bandas, una especie de frente eléctrico, destinado en principio a acercar criterios en torno al llamado déficit tarifario y a la propia tarifa, pero que, sin embargo, contiene en su seno un verdadero obús contra los intereses de Iberdrola.

La súbita alianza entre Endesa y la Fenosa de Florentino Pérez, que también deja fuera de juego a Viesgo (Enel) y a la propia GN, ha generado todo tipo de especulaciones en el mercado. En carta de fecha 21 de noviembre dirigida al consejero delegado de UNESA, Pedro Rivero -con copia a Iñigo Oriol (Iberdrola); Miguel Antoñanzas (Viesgo); Manuel Menéndez (Cantábrico) y Manuel Pizarro (Endesa)-, López Jimenéz da cuenta del citado acuerdo a tres bandas.

Dividido en dos partes (‘Introducción’ y ‘Evolución de la tarifa’), el acuerdo comienza señalando que “el déficit tarifario y la subida de tarifas deben resolverse urgentemente antes de la finalización del año”, proclamando además la necesidad de “reconocer en su totalidad el déficit tarifario del año 2005 que, según los cálculos actuales, alcanzará un valor de 3.600 millones de euros”.

Los signatarios son partidarios de que el déficit reconocido se abone de golpe, mediante su inclusión en las tarifas del año 2006, o en 2006 y siguientes “si se decidiera su laminación”, en el bien entendido de que las limitaciones al incremento anual de la tarifa que introduce la normativa vigente “impediría considerar la evolución real de los costes de suministro, obligando a establecer una tarifa irracional que penalizaría la comercialización e incentivaría el despilfarro”.

Subida de la tarifa del 20%

“De forma sustantiva”, los firmantes del acuerdo consideran “necesaria una subida de la tarifa del orden del 20% para cubrir los costes del mercado”, y que además debería llevarse a cabo de una sola vez, considerando “no aceptable” la laminación de estos incrementos en un número de años determinado.

En cualquier caso, y aquí viene quizá la parte sustantiva del pacto a tres bandas, si esa subida del 20% llegara a laminarse, “se debe garantizar que la tarifa media ponderada del sector en el año 2006 se incremente en un mínimo del 10% respecto a la aplicada en 2005”.

¿Cómo hacerlo posible? Los firmantes dan la solución: “Reduciendo la retribución de las tecnologías hidráulica y nuclear a 36 euros/MWh, más los correspondientes CTCs”. Lo cual equivale a colocar un cap, un precio máximo, a la energía de generación hidráulica y nuclear, que son las que hacen particularmente fuerte a Iberdrola. En otras palabras, esta solución perjudicaría a Iberdrola.

Serían dos tecnologías que no marcarían precio en el pool, puesto que se las sacaría del mercado adjudicándoles un precio fijo, los citados 36 euros por megawatio/hora, (las célebres seis pesetas por kilowatio/hora que estaban previstas cuando se lanzaron los CTCs), quedando, de alguna forma, intervenidas por la Administración.

El doble juego de Florentino Pérez

Si la OPA de Gas Natural (GN) sobre Endesa significó la ruptura de hostilidades en un sector tradicionalmente cartelizado como el eléctrico, la entrada de ACS (familia March, Los Albertos y Florentino Pérez) en Unión Fenosa ha dinamitado definitivamente cualquier tipo de planteamiento corporativo en el mismo. Es la guerra eléctrica.