El boicot preocupa en La Caixa: "El problema no es el dinero que sale, sino el que no entra"

La OPA hostil de Gas Natural sobre Endesa se está convirtiendo en un quebradero de cabeza para los responsables de La Caixa, preocupados desde hace semanas por las llamadas al boicot que se están produciendo en mucho ámbitos, principalmente en Internet, contra productos catalanes. Boicot que, en sus distintas versiones, suele estar encabezado siempre por la entidad de ahorro.

Las retiradas de depósitos que se están llevando a cabo en casi todas las sucursales situadas fuera de Cataluña han llevado la inquietud a la sede de la Diagonal 621, donde, no obstante, se trata de quitar hierro al asunto: “Seguimos creciendo a una media de entre el 17% y el 18% en toda España, de modo que, de momento, el negocio no está experimentando ningún castigo por la OPA”, asegura un alto cargo de la entidad.

La situación es vista de forma diferente en la red, donde se está registrando un goteo de retiradas de fondos que, en general, “no provienen de la gente humilde del barrio, la que tiene domiciliada la nómina y unos cuantos recibos, que, por lo general, sigue trabajando como antes, sino de gente con posibles que tenía depósitos y los ha retirado o ha decidido no traerlos aquí”, en manifestación de un director de sucursal que prefiere mantener el anonimato.

“Por eso, el problema no es el dinero que sale, sino el que no entra”, afirma convencido. En efecto, no pocas operaciones que estaban apalabradas a lo largo y ancho de la red de oficinas antes de que surgiera la OPA han quedado aplazadas sine die: “Gente que había prometido colocarte un millón de euros o más, ahora te dice que hay que esperar, porque no es el mejor momento”.

Esta preocupación es también sentida por los responsables de La Caixa, para quienes también lo importante no son las retiradas de fondos que se han producido hasta ahora, “insignificantes desde el punto de vista del negocio, sino los efectos que una situación de esta clase, de prolongarse en el tiempo, puede tener para el futuro. Es el medio plazo el que nos preocupa”.

A río revuelto…

Aunque de momento el Banco de España no ha abierto la boca, y mucho menos ha comentado nada que tenga que ver con cifras o porcentajes, la realidad es que otras cajas de ahorros y bancos, incluso extranjeros, se están beneficiando de este clima de opinión adverso a La Caixa.

La dirección ha dado instrucciones a los directores de sucursal para hablar personalmente con todo potencial cliente que se presente con intención de sacar sus ahorros, y explicarles que la caja es neutral en la OPA, que es una decisión que compete en exclusiva a los gestores de Gas Natural, y que la entidad tiene un historial de acrisolada independencia frente a los poderes públicos.

El resultado de este amable tercer grado debe ser que el cliente desista de su iniciativa y continúe trabajando con La Caixa, cosa que no pocas veces se consigue.

El corolario de la dura experiencia que está viviendo una entidad con más de la mitad de su red de oficinas fuera de Cataluña, es que algunos en la Avenida de la Diagonal darían marcha atrás y se olvidarían, si pudieran, de la OPA: “Puede que triunfe la OPA, pero ¿a qué precio?”. Es una frase se empieza a oírse en el entorno de la entidad.

Por eso “la cuestión es saber cuánto tiempo puede durar esta situación”, en palabras del alto responsable antes citado. Y de ahí la urgencia de acelerar en lo posible los plazos de una operación que mañana conocerá en Bruselas uno de sus episodios estelares.