¿Tienes placas fotovoltaicas? Cómo almacenar la energía para ahorrar en tu factura energética

Las personas que tienen placas fotovoltaicas instaladas en su casa, su edificio o su empresa cuentan con dos claros beneficios económicos. El primero, el más evidente: ahorran en su factura energética a final de mes, ya que disponen de energía autogenerada que no depende de un operador externo. El segundo es que, si tienen excedente energético (es decir, si generan más energía de la que van a consumir), pueden venderlo a la red.

Solo hay un problema: como el usuario no puede almacenar esa energía, la venderá en horario diurno (generalmente a mediodía), que es precisamente cuando menos demanda hay y, por tanto, el precio de venta será más bajo. De hecho, en España tenemos un precedente muy cercano: entre las 14 y las 17 horas del pasado 1 de abril, el megavatio hora (MWh) costó -0,01 euros, un precio negativo. Ese precio había alcanzado ya los 17,47 euros/MWh a las 22 horas, cuando más demanda había.

Es en esta disyuntiva donde entran en juego las baterías. Merced a ellas, un usuario puede almacenar sus excedentes energéticos para consumirlos por la noche y no tener que consumir energía más cara de una comercializadora. No es solo una cuestión económica, sino también de evitar el desperdicio energético. Un estudio de PwC y Ciemat afirma que, para 2030, España podría perder hasta un 7% de la energía renovable que produzca por la falta de infraestructuras de almacenamiento.

Incluso el propio Gobierno de España apoya la instalación de dichas baterías. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2021-2030 se fija como objetivo que, en 2030, nuestro país disponga de 62 GW de energía eólica, 76 GW de fotovoltaica, 4,8 GW de solar termoeléctrica, 1,4 GW de biomasa y 22 GW de almacenamiento. Los 22 GW de almacenamiento son llamativos porque, en realidad, la cifra no ha parado de subir. En 2019, la primera versión del Pniec fijaba un objetivo de 16,7 GW de baterías de almacenamiento para 2030; en la versión de 2021, subió hasta 20 GW; y en el texto definitivo de 2023, la cifra ha subido hasta los 22 GW.

Baterías inteligentes para rebajar la factura

En este escenario de auge de las baterías entre particulares, empresas e instituciones públicas, la multinacional alemana sonnen lleva desde 2010 desarrollando baterías inteligentes para que sus usuarios puedan almacenar sus excedentes y consumirlos en horarios de mayor demanda y menor producción.

Sus soluciones, con una capacidad de entre 5kWh y más de 500kWh (incluso pudiendo llegar a varios MWh en el sector comercial e industrial) y compatibles con cualquier infraestructura fotovoltaica, aseguran reducir hasta un 90% su dependencia de la red convencional en verano y hasta un 75% durante los meses fríos de otoño e invierno. Lo hacen mediante equipos inteligentes que gestionan los flujos de energía hasta lograr una autonomía del 80% del consumo total. Se trata de equipos modulares que permiten crecer en potencia y capacidad de almacenaje en función de la evolución de las necesidades del cliente.

La batería opera como el cerebro energético de la vivienda, siendo capaz de almacenar la energía de los paneles solares y distribuirla entre los distintos consumos, incluso en la carga del vehículo. Además, el usuario puede visualizar y tomar decisiones en tiempo real a través de internet o desde el móvil gracias a su app. Además, estas baterías cuentan con el software necesario para trabajar en red y formar comunidades energéticas, anticipándose al momento en el que la legislación lo permita y liberar todo el potencial en favor del consumidor.

Actualmente, la firma alemana, que opera en 12 países con 1.700 empleados y sedes en Alemania, España, Italia, Australia y Estados Unidos, fabrica 12.000 baterías cada mes. Desde su nacimiento, además, ha instalado 125.000 baterías en todo el mundo que dan servicio a 250.000 personas.