Hacia una nueva economía: las empresas que ya están impactando a nivel social y medioambiental

"¿Qué quieres ser de mayor?" Esta es sin duda una pregunta que a todos nos han hecho en algún momento de nuestra vida, fueran padres, profesores o compañeros. Con ella inauguró Diego Isabel La Moneda, cofundador y director de la Fundación Foro NESI, una nueva edición de este coloquio entre empresas comprometidas por el cambio social y medioambiental esta tarde en la sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados en Madrid, del que El Confidencial es media partner oficial. "Esta pregunta sirve para soñar e imaginar cómo quieres que sea el futuro y quién quieres ser. Es hora de hacérsela también a este país. Seguro que imagináis una España más justa, más sostenible, más democrática, donde las personas puedan trabajar en aquello que les gusta, sea en una gran ciudad o en una zona rural".

La jornada “Avanzando hacia una Nueva Economía. Propuestas del Ecosistema de Impacto para España” celebrada en el Congreso de los Diputados ha sido el evento previo a NESI forum 2024, la cita del ecosistema de impacto en España, que se celebrará del 19 y al 21 de junio en Mollina (Málaga) y en la que se abordará cómo impulsar la transición justa hacia una nueva economía que mejore el bienestar de las personas y del planeta.

La Moneda abrió una nueva jornada de debates y diálogos entre los representantes de las alianzas entre empresas para dar con una propuesta de futuro que ponga en el centro los dilemas sociales y medioambientales a las que nos enfrentaremos en los próximos años. Para ello, "hay que poner a las personas en el centro", como aseguró el presidente de la Fundación. "Necesitamos una economía local, autosuficiente, de cercanía, ya que cuanto más autosuficiente eres, más sostenible serás", recalcó, dejando claro que "estamos en un cambio de era en el que muchos países se están preguntando qué quieren ser de mayores".

"Necesitamos apoyo público para construir un futuro más justo, sostenible y próspero para todos, recuperando la vocación de servicio social"

"Por primera vez, España está en la vanguardia del cambio, en vez de ir a la zaga", prosiguió La Moneda antes de dar paso a los ponentes. "Tenemos una economía social muy fuerte que cuenta con más de 2 millones de trabajadores e inversión pública y privada. Tenemos todos los mimbres, pero falta que creamos en ello y alinear a las personas, las empresas y los representantes políticos para avanzar hacia esa nueva economía".

Belén Viloria, directora ejecutiva de B Lab Spain y Movimiento B Corp, fue la siguiente en intervenir. "El movimiento B Corp que representamos a +265 empresas y líderes empresariales de +68 industrias, hace 2 años iniciamos el impulso del reconocimiento de la figura legal para las llamadas “empresas con propósito”, las SBIC, Sociedades de Beneficio e Interés común, y lo logramos movilizando a la sociedad con más de 30.000 firmas y con el apoyo de más de 50 líderes y referentes sociales y empresariales en el marco de la ley Crea y Crece", anunció a los asistentes.

"Los emprendedores buscan resolver un problema social, tienen ideas innovadoras y poseen un enfoque sistémico"

"El planeta está amenazado, nuestro egoísmo está poniendo en riesgo los ecosistemas terrestres", agregó por su parte Manuel Lencero, cofundador y CEO de Círculo UnLimited, quien informó que su asociación ya ha conseguido unir a más de 150 líderes empresariales y más de 120 start-ups. "Necesitamos apoyo público para construir un futuro más justo, sostenible y próspero para todos, recuperando la vocación de servicio social". En estas mismas líneas también se expresó Carlos Cordero, responsable de Alianzas Institucionales de SANNAS, quien aprovechó su intervención para definir la visión de Triple Balance: compañías que persiguen el equilibrio ecológico, financiero y social en su actividad.

"En Bruselas presentamos la iniciativa 'Empresas por un Mañana Mejor' que hizo 22 propuestas muy claras y concretas en cinco áreas, sobre todo relacionadas con el avance del Pacto Verde europeo y para que se ofrezcan políticas públicas y normativas que favorezcan los compromisos de sostenibilidad para el mayor número de organizaciones", defendió Cordero. A continuación llegó el turno de Irene Milleiro, directora general de Ashoka España, la mayor red de emprendedores sociales en todo el mundo, con más de 4.000 compañías asociadas, entre ellas 60 de Portugal y España. "Los emprendedores de impacto son personas obsesionadas por resolver un problema social, que tienen ideas innovadoras para resolver esos conflictos de manera más eficiente y, a su vez, que poseen un enfoque sistémico, es decir, no solo buscan una acción directa, sino que pretenden transformar el sistema para cambiarlo para siempre", aseguró.

"Por primera vez, una gran parte de los jóvenes no querrían estar trabajando para empresas que no estén alineadas con sus propios valores"

Antonio González, director de Impact Hub Madrid, advirtió que nos enfrentamos a "retos globales que necesitan movilizar a la ciudadanía, a las microsociedades de nuestros barrios, pueblos y ciudades". Por ello, hace 20 años nació su asociación de empresas de impacto social y medioambiental que ya desarrolla proyectos en todas las comunidades autónomas del país. "Somos la punta de iceberg de todos esos emprendedores que todavía esperan ser reconocidos como economías de impacto", señaló. Justo después, llegó el turno de José Luis Ruiz de Munain, director general de SpainNAB, la cual aglutina a 45 miembros de fondos de impacto, entidades financieras, aceleradoras e incubadoras que buscan que el capital "llegue a los proyectos que más lo necesitan y que están generando un impacto más alto". En este sentido, recalcó que "las finanzas serán un medio para contribuir a la llegada de esa nueva economía, pero nunca un fin".

Estos proyectos no son nada si no hay un tejido social y empresarial fuerte, convencido con la misión de estas organizaciones empresariales destinadas a cambiar las reglas del juego. De ello se encarga Carlos Mataix, presidente de El Día Después, quien puso en énfasis la necesidad de que todas estas iniciativas tengan un "sustrato distinto" al tradicional, apostando por una colaboración de todas las instituciones (privadas, públicas e incluso universitarias) para encontrar ese caldo de cultivo que permita iniciativas con impacto socioambiental.

"Nuestro fin es el empleo, pero tenemos que ser sostenibles en el tiempo para que los proyectos sean viables"

Mireya Diouri Bravo, 'project manager' en Talento para el Futuro, fue la encargada de poner de manifiesto la gran preocupación por los problemas sociales y medioambientales de las nuevas generaciones, cada vez más concienciadas en estas materias. "Por primera vez en la historia, una gran parte de los jóvenes no querrían estar trabajando para empresas que no estén alineadas con sus propios valores", aseguró ante los asistentes. "Los jóvenes están hartos de lidiar con frustraciones, quieren construir algo positivo. España puede converirse en referente porque no tenemos otra opción".

Las empresas que ya tienen impacto

La Moneda volvió al púlpito para dar paso a un diálogo de suma relevancia entre tres personas que pueden servir de ejemplo de transición y futuro hacia esa nueva economía. María Ángeles León, presidenta de Open Value Foundation, valoró que "la economía de impacto va lenta en el mundo financiero". En este sentido, agregó que "si nos comparamos con Francia, estamos bastante lejos, queda mucho camino por recorrer". Esto no es óbice para que valorara que se ha avanzado mucho en los últimos años, sobre todo en lo que se refiere a "movilizar a la sociedad civil en los retos sociales y medioambientales".

Alberto Durán, vicepresidente primero ejecutivo del Grupo Social ONCE, es uno de los ejemplos de éxito de esa colaboración público y privada a la hora de llevar a cabo un impacto positivo en la sociedad con su actividad. "Vender lotería no es fácil; seguro que hay otro tipo de juegos más lucrativos", expresó. "Tenemos a 22.000 personas con discapacidad en la calle que tiene una retribución por encima de la media. Nuestro fin es el empleo, pero tenemos que ser sostenibles en el tiempo para que los proyectos sean viables. Para ello, debemos buscar la empatía de la sociedad, la gente no tiene por qué comprar lotería, pero aun así lo hace porque empatiza con nuestro propósito social".

El debate con los agentes públicos

La mesa de diálogo la cerró Enrique Ordieles, presidente del grupo CINFA, quien admitió que su empresa farmacéutica no es "ejemplo de nada", pero sí puede presumir de tener muy claros sus valores y principios. "Estos son los que te permiten avanzar en un modelo de sostenibilidad e impacto, junto a la confianza en las personas", agregó. Por último, el foro dio paso a un debate entre dos representantes políticos (Juan Bravo, vicepresidente económico del Partido Popular, y Pedro Casares, secretario de Economía y Transformación Digital del Partido Socialista) y una importante socióloga y politóloga, Cristina Monge. Los tres llegaron a una conclusión de suma relevancia: estaban ahí para escuchar.

"Estos problemas requieren de una respuesta decidida", expresó Bravo al inicio de su intervención. "Dentro de unos años, vamos a tener a un gran número de personas que superen la centena de edad, por lo que el principal reto social pasa por las pensiones, y ahí la colaboración público-privada es clave". Por su parte, Casares reparó en lo mismo que su contertulio, agregando que es necesario "colocar a las personas en el centro de la vida pública y empresarial, y aprovechar la oportunidad para poder vivir vidas mejores".

Monge fue mucho más allá, indicando que hacen falta tres elementos para llevar a buen término las propuestas esbozadas por todos los representantes empresariales. "Hay tres elementos que son urgentes: dar con catalizadores de vuestra misión para que la sociedad reaccione más rápidamente y se produzcan resultados; en segundo lugar, más comunicación para explicar el impacto que se quiere llevar a cabo y que los demás lo entiendan; y, por último, crear foros de interlocución con las administraciones públicas para llevar a cabo las medidas necesarias".