Es noticia
Retirar CO2 de la atmósfera no es tan efectivo como dejar de emitirlo
  1. Medioambiente
  2. Clima
Aunque ambas acciones son necesarias

Retirar CO2 de la atmósfera no es tan efectivo como dejar de emitirlo

Las medidas para emprender una descarbonización efectiva de la actividad productiva no pueden ni deben centrarse en la captura del que ya hemos acumulado

Foto: Por mucho CO2 que capturemos, habría valido mucho más la pena no emitirlo en primer lugar. Reuters
Por mucho CO2 que capturemos, habría valido mucho más la pena no emitirlo en primer lugar. Reuters

La emisión y acumulación de gases de efecto invernadero (GEI) en las capas altas de la atmosfera esta dando pié a una de las mayores crisis medioambientales propiciiadas por el ser humano. Por suerte, tanto políticos como ciudadanos están cada día más concienciados de la necesidad de evitar, a toda costa, que el CO₂ (el principal GEI) siga acumulándose allí arriba. Pero mucho más importante que retirar el que ya hemos 'lanzado' es dejar de hacerlo.

Ambas opciones pueden parecer igual de eficaces, pero como se explica en un nuevo estudio de la Simon Fraser University en Canadá, publicado en la revista Nature, capturar el CO₂ acumulado no subsana los daños producidos por el que hemos emitido.

"Debido a la inmensa complejidad de los sistemas terrestres (como el clima), las cosas no son tan simples como 'una tonelada que entra es igual a una que sale'", explica la profesora Kirsten Zickfeld, la autora principal del estudio. Y continúa: "Las emisiones de CO₂ son más efectivas a la hora de aumentar la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera". Los cambios, tanto en la composición de la atmósfera como en el clima a causa de la aparición de CO₂ antropogénico no son iguales a los que tienen lugar por su retirada deliberada.

"Este desequilibrio nos pone en riesgo de fallar en todos y cada uno de los objetivos climáticos que tenemos"

Si asumimos que esta ausencia de equilibrio podría provocar escenarios climáticos que no tenemos en cuenta, los objetivos de neutralidad climática que nos hemos autoimpuesto podrían no cumplirse.

Según Zickfeld, esta 'asimetría' implica que una mayor cantidad de captura de CO₂ es necesaria para mantener los niveles originales de concentración de este GEI en la atmósfera.

placeholder Una planta de captura de CO? en Copenhague. Reuters
Una planta de captura de CO? en Copenhague. Reuters

Para llevar a cabo su estudio, los investigadores utilizaron una serie de simulaciones informáticas para comprobar si el cambio climático resultante de las emisiones de CO₂ (y de su absorción) era, en efecto, asimétrico. Sus resultados lo demostraron sin fisuras.

Las conclusiones del estudio dejan claro que equilibrar las emisiones de CO₂ con su consiguiente captura ofrece un resultado climático muy diferente a, simplemente, dejar de emitir. "Este desequilibrio nos pone en riesgo de fallar en todos y cada uno de los objetivos climáticos que tenemos", explica Kirsten Zickfeld. Esto, por ejemplo, choca de frente con la intención de tres de las mayores potencias mundiales (EEUU, China y la UE) de alcanzar la neutralidad climática a mediados de siglo XXI.

El mercado de emisiones no es la solución

Partiendo de que no emitir es la mejor opción, deberímos plantearnos si incentivar la captura de carbono debe ser una opción admisible, pues ello podría de algún modo relegar los esfuerzos para descarbonizar la industria directamente, lo que generaría indudablemente mejores resultados que los que obtendríamos mediante la captura y almacenamiento de CO₂

Foto: Foto: EFE.

Según este trabajo de investigación, los incentivos para modernizar la industria y adaptarla a los objetivos del Acuerdo de París no deben pasar por la captura de CO₂ dado que, como explican los autores, los resultados podrían ponernos en riesgo de superar los 1,5 ºC de calentamiento global acordados. La compensación por bonos de carbono que obtienen aquellas iniciativas que eliminan CO2 de la atmósfera esta provocando un tráfico de avales y un mercadeo que, aplicando las adecuadas medidas de descarbonización de la industria, no tendrían lugar. En su cualificada opinión la opción prioritaria debe ser dejar de emitir.

La emisión y acumulación de gases de efecto invernadero (GEI) en las capas altas de la atmosfera esta dando pié a una de las mayores crisis medioambientales propiciiadas por el ser humano. Por suerte, tanto políticos como ciudadanos están cada día más concienciados de la necesidad de evitar, a toda costa, que el CO₂ (el principal GEI) siga acumulándose allí arriba. Pero mucho más importante que retirar el que ya hemos 'lanzado' es dejar de hacerlo.

El redactor recomienda