Viaje al Gordo en Málaga

Manuel tiene 28 años y acaba de ganar el Gordo. Ni sabe exactamente cuántos décimos premiados lleva. “Creo que cinco o seis entre toda la familia. Lo he comprado con mi padre”. Trabaja en una empresa de aire acondicionado y llega a la Administración de Lotería La Biznaga, la número 59 de Málaga, en la céntrica calle Mármoles, en pleno barrio de la Trinidad, dando abrazos. Le ha avisado un familiar por teléfono. Está que no se lo cree.

Lina, la lotera, no lleva el premio. Se ha quedado sin Gordo. “No puedo llevar todos los números”, dice sin lamento. Van a buscar champán. Lina ha repartido 128 millones de euros, 32 series completas. Todo se ha vendido por ventanilla. Ni un solo décimo por Internet. La administración cumplió 50 años el año pasado. Era del padre de Lina. Ahora su hija también trabaja con ella. Rocío, su amiga, acaba de llegar. No quiere hablar con los periodistas. “No puedo hablar”. Llora. Abraza a las empleadas de la administración.

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“Yo no me he llevado nada, hijo, y eso que estoy aquí todos los días. Estoy contenta porque le ha tocado a mucha gente muy necesitada”, cuenta una señora que acaba de llegar a la administración. También llegan los directivos de banco, como un grupo del Santander, que quieren ser muy discretos. Esperan a que la cosa esté menos concurrida en el interior del despacho de loterías para soltar su tarjeta de visita. “Tú y yo nos conocemos de toda la vida y estamos aquí al lado”, le dice el directivo del banco. Las empleadas de Cajasur se han adelantado a la competencia.

- Mamá, ¿tú sabes que el ‘Gordo’ ha tocado en Málaga?- le dijo la hija de Lina, que estaba haciendo “un recado” en el momento en el que los niños de San Ildefonso dieron el primer premio.

En el O2 centro Wellness, en la Plaza de Toros Vieja, también ha tocado el ‘Gordo’. Al cristalero del gimnasio le ha tocado 400.000 euros. Un décimo. Posa en la calle delante de un amigo. “¿Qué voy a hacer con el dinero? Tapar muchos ‘boquetes’. Ayudar a mi padre, a mi madre, a mi hermano y después si sobra algo, como dice el del chiste: ‘Compadre, si me toca la Lotería, ¿qué es lo que haría? Pagar lo que debo. ¿Y con el resto? El resto que se esperen. Pues yo lo mismo. Ayudar a toda mi familia”.

Su "mejor" regalo de cumpleaños

Dentro del O2 llegan empleados. Al grupo de monitores de piscina les ha tocado 40.000 euros a repartir entre todos. Una chica rubia que está al final lleva un décimo, pero no quiere hablar. “A esa, a esa le ha tocado”, dice. “Yo no quiero tele, no”. Jesús Castillo, de 34 años, es el coordinador de las actividades dirigidas y llevaba un décimo. “Voy a seguir trabajando”, aclara. Lidia Rodríguez acaba de cumplir 40 años, es fisioterapeuta y le ha tocado también un décimo. “El mejor regalo de cumpleaños que he podido tener”. Laura trabaja en estética del gimnasio.

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En la zona Oeste, en el edificio de la Tabacalera, se sitúa el área de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga. Una empleada estaba de vacaciones y acaba de llegar para compartir la alegría con sus compañeros. “Creo que me voy a comprar un coche nuevo”. Estaba en casa y cuando salió el ‘Gordo’ miró a ver si tenía la devolución. Cuando comprobó que le había tocado el Primer Premio no se lo creía. Llamó a Manolo, su compañero, y pensaba que estaba de broma. “Estoy muy contenta y nerviosa”, dice.

Manolo ha repartido 80 décimos. Posa con el número. Lo saca de la cartera. Los dedos acariciando el guarismo de la suerte 71.198

Manolo está hablando por teléfono. “Todos los años me encargo de la Lotería para todo el área siempre el número que haya disponible en la administación. Sólo nos había tocado una vez, 100 euros”. Manolo ha repartido 80 décimos. Posa con el número. Lo saca de la cartera. Los dedos acariciando el guarismo de la suerte 71.198. Lo han celebrado con cava Freixenet. Tiene guardado el tapón de botella. Se lo quedará de recuerdo. Un niño, cogido de la mano de su madre, pregunta: “Mamá, ¿entonces nos han tocado 80.000 euros entre todos?”.

- ¿Te ha tocado, la Lotería, guapa?- pregunta una señora de unos 70 años al llegar a una cafetería del barrio de la Luz. La administración de esta barriada, una de las más populosas de Málaga, ya está cerrada a las 14 horas. Aquí también se ha repartido el Gordo. Ya no hay nadie. La suerte ha llegado y no se ve.

Una pareja se abraza. ¿Les habrá tocado a ellos? “No, no, es que estamos muy felices…”.