Todo era un engaño de dos amigas: no existe la serpiente peligrosa vista en Hondarribia

Un bulo, una pesada broma, un engaño, una gracieta o como se le quiera llamar, pero lo cierto es que la actitud de dos mujeres que advirtieron de la presencia de una víbora de Gabón, una serpiente africana potencialmente peligrosa, en una zona de las marismas de Amute, en Hondarribia (Guipúzcoa), conscientes de la falsedad de la noticia no les va a salir gratis. La Ertzaintza ha determinado que se trata de una historia inventada y ha imputado a una de ellas, la que acudió a dependencias policiales para alertar de la presencia del reptil, por provocar mediante noticias falsas la movilización de numerosos recursos públicos –en este caso policiales y de emergencias, además de otros organismos– para tratar de localizar al ejemplar, según confirman fuentes de la Policía Vasca. Ahora, se expone a una importante multa económica y no se descarta que se enfrente a la posible comisión de un delito penal castigado con penas de entre tres meses y un año de cárcel.

La denuncia de la supuesta presencia de esta serpiente hizo que ayer se pusiera en marcha un amplio dispositivo para tratar de localizar al ejemplar, que incluía a agentes de la Ertzaintza y la Policía Municipal de Hondarribia, guardas forestales del Departamento de Montes de la Diputación de Guipúzcoa y expertos herpetólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Asimismo, el ayuntamiento de esta localidad procedió a cerrar el acceso peatonal a las marismas por prevención.

Se había generado una gran alarma social, ya que la noticia de la supuesta presencia del reptil se propagó con suma rapidez por las redes sociales

Para entonces se había generado una gran alarma social, ya que la noticia de la supuesta presencia del reptil se propagó con suma rapidez por las redes sociales. Pero la peligrosa serpiente nunca ha estado en la zona y todo responde a una invención de las dos amigas. Una de ellas acudió el pasado miércoles a la Policía Municipal con una fotografía de una víbora de Gabón en su móvil y que, según aseguró, la había captado en las marismas de Amute cuando paseaba por la zona junto a una amiga. La falsedad de la información ha sido confesada por las dos chicas a la Ertzaintza durante el interrogatorio al que han sido sometidas por los agentes de la Policía Vasca, a quienes han reconocido que habían obtenido la fotografía por Internet, en un vídeo de youtube. La imagen era falsa y también el testimonio ofrecido.

En un primer momento, tras la denuncia en dependencias policiales, los agentes dieron credibilidad al relato, ya que existía como 'prueba' la fotografía de la exótica serpiente supuestamente captada con el teléfono móvil en la zona. Por ello, se puso en marcha un dispositivo que movilizó a numerosos recursos públicos para atrapar al reptil dada su peligrosidad. Se trata de la mayor víbora del mundo. Puede llegar a medir dos metros y tiene unos colmillos que pueden alcanzar los cinco centímetros por los que inyectan una gran cantidad de veneno que puede resultar muy peligroso. Incluso, puede provocar la muerte de una persona, si bien los expertos consideran que se trata de un reptil "bastante tranquilo" por lo que las mordeduras a humanos no suelen ser habituales.

Herpetólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi lideraban desde este jueves la búsqueda del ejemplar de esta serpiente dentro de un amplio operativo que ahora, conocido el engaño, ha sido desactivado. Además, el paso a los peatones a la marisma ya se encuentra abierto. De cara a destapar el engaño, una de las cuestiones que chirriaba a los investigadores era que el fondo de la fotografía con la serpiente que se exhibió como 'prueba' en dependencias policiales no cuadraba con el paisaje característico de las marismas de Amute.

Según habían informado a EFE fuentes del caso, las chicas supuestamente descubrieron el reptil en una zona de las marismas comprendida entre el mar y un río donde, alarmadas por su aspecto y envergadura de casi un metro de longitud, le sacaron una fotografía con un móvil que posteriormente compararon en internet con imágenes de distintas serpientes. Al percatarse de su posible peligro, una de las chicas puso los hechos en conocimiento de la Policía Local de la localidad costera, que a su vez contactó con el servicio forestal de Guipúzcoa y con Aranzadi, cuyos expertos confirmaron que el reptil que aparecía en la imagen era una víbora de Gabón (Bitis gabonica). Las fuentes consultadas aclararon que las jóvenes prestaron declaración con posterioridad ante la Ertzaintza, que comprobó que la imagen había sido captada con el móvil, de modo que, al igual que la Guardia Municipal, dio credibilidad al testimonio.

Pero la investigación iniciada ha terminado con la confesión de quien perpetró este engaño durante el interrogatorio al que fue requerida para ratificar su testimonio. "La investigación se ha realizado con celeridad y podemos decir que se puede volver a la normalidad", ha celebrado esta mañana el alcalde de Hondarribia, Txomin Sagarzazu. Ahora serán los jueces quienes determinen el castigo a imponer, en su caso, por esta invención que ha provocado un despliegue de efectivos que, a buen seguro, no se imaginaban sus instigadoras cuando decidieron iniciar y continuar con su farsa.

Cerrados todos los accesos

Tras llevar a cabo todas estas gestiones, sobre las 11:00 horas de este jueves se cerró el acceso peatonal a las marismas de Amute, donde, a lo largo de la jornada, se dieron cita distintos recursos de la Guardia Municipal, la Ertzaintza y Aranzadi. Uno de estos expertos, el director del departamento de Herpetología de Aranzadi, Carlos Cabido, explicó que las labores de búsqueda podrían prolongarse varios días ya que, aunque la zona en la que presumiblemente podría estar el reptil no es demasiado grande, este tipo de animales, de climas tropicales, no suele estar activo en ambientes más fríos.

A pesar de los rastreos realizados durante toda la jornada de ayer, los resultados habían sido estériles, por lo que los especialistas llegaron a disponer varias trampas para serpientes con el objetivo de intentar atrapar a la víbora fugitiva, que en su medio natural es de hábitos nocturnos. Las trampas instaladas consistían en unas tejavanas de fribrocemento que durante el día captan el calor del sol y que, cuando baja la temperatura, son buscadas por los reptiles para aprovechar el calor residual que desprenden.

Respecto a la procedencia de la víbora, antes de destaparse el engaño, Carlos Cabildo no tenía duda alguna de que se trataría de un ejemplar "ilegal" que, o bien había sido liberado en el lugar, o se había escapado de algún terrario, aunque, en su opinión, resultaba "improbable" que hubiese sido puesto en libertad voluntariamente por su dueño, dado que se trata de una especie recogida en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), además de ser potencialmente peligrosa.