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La selección vasca asume su derrota y no jugará en Navidad: el público le da la espalda
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"ese cicló pasó", admite la federación vasca de fútbol

La selección vasca asume su derrota y no jugará en Navidad: el público le da la espalda

El fiasco del pasado año, cuando un San Mamés semivacío vivió un ambiente desangelado, ha motivado que esta vía en defensa de la oficialidad del combinado vasco se considere "agotada"

Foto: El jugador del Athlétic Mikel San José disputa el balón con Taha Yassine Khenissi (Túnez) en el último partido de la selección vasca en San Mamés. (EFE)
El jugador del Athlétic Mikel San José disputa el balón con Taha Yassine Khenissi (Túnez) en el último partido de la selección vasca en San Mamés. (EFE)

"Hay que dar una vuelta a este partido porque ha sido muy triste”. A la finalización del encuentro que disputó la selección vasca las pasadas navidades contra Túnez, un enfadado Aritz Aduriz no se mordía la lengua y llamaba a la reflexión sobre la idoneidad de jugar este partido por el escaso interés suscitado, con un ambiente desangelado en unas gradas semivacías. “San Mamés ha sido el reflejo de lo que piensa la gente de este partido”, sentenció el delantero del Athletic.

Ahora, los responsables de la Federación Vasca de Fútbol han asumido la dura derrota que le ha infligido el público, y el tradicional partido navideño que se organiza para reivindicar la oficialidad de la selección vasca no se celebrará. De este modo, el combinado vasco no saltará al césped después de siete navidades consecutivas.

Hemos descartado jugar en Navidad, habida cuenta del comportamiento que ha tenido nuestra masa de aficionados en cuanto a esos eventos

A la vista del fiasco del pasado año en San Mamés, cuando tan solo acudieron 15.000 personas, una asistencia muy por debajo de anteriores encuentros, el Gobierno vasco considera “agotada” la fórmula del partido de la selección vasca en Navidad como vía para reivindicar la oficialidad de las selecciones, según admite el director de Deportes, Jon Redondo. Lo mismo piensan los rectores de la Federación Vasca de Fútbol. "Jugar en Navidad es un hecho que hemos descartado desde hace un tiempo habida cuenta del comportamiento que ha tenido nuestra masa de aficionados en cuanto a esos eventos de Navidad. Ese ciclo pasó”, asevera el presidente de la Federación Vasca de Fútbol, Luis Mari Elustondo. Sus palabras evidencian que la selección vasca no disputará más partidos en navidades, al menos a corto plazo.

Foto: El portavoz del PP en las Juntas Generales de Vizcaya, Javier Ruiz, exhibe una camiseta de España en el pleno. (EC)

En la actualidad, la Federación Vasca de Fútbol está inmersa en un “proceso de reflexión” para determinar de qué modo se puede ser eficaz en la reivindicación de la oficialidad de la selección. A este respecto, no descarta disputar un partido dentro de una de las ventanas de la FIFA para la celebración de compromisos internacionales.

Quien sí saltará al césped este año con el escudo del País Vasco en el pecho será la selección femenina, que disputará un partido el próximo 25 de noviembre en Ipurúa, el campo del Eibar, ante la República Checa. El partido, que supondrá el debut como entrenador del exentrenador del Athletic Iñigo Juaristi, llegará un año después del último amistoso contra la República de Irlanda en Dublín. La presentación de este encuentro ha servido de marco para el anuncio de la medida que afecta al combinado masculino, que desde 2010 ha jugado de forma ininterrumpida durante las navidades: contra Venezuela (2010), Túnez (2011), Bolivia (2012), Perú (2013), Cataluña (2014 y 2015) y Túnez (2016).

La selección femenina sí saltará al césped y jugará contra la República Checa en noviembre en Ipurúa

Salvo el partido contra Bolivia, que se disputó en Anoeta, y uno de los dos encuentros ante Cataluña, que se celebró en Barcelona, San Mamés se ha convertido en la casa de la selección vasca. Dada la trascendencia política que otorga el nacionalismo vasco a los encuentros amistosos navideños que celebran diferentes comunidades autónomas aprovechando el parón liguero, los gestores de la Federación Vasca de Fútbol decidieron huir de la frialdad del campo de la Real Sociedad a favor de la oficialidad de la selección vasca para apoyarse en el calor de la Catedral a la ‘causa’. Pero la ‘causa’ ya no cala. Al último partido acudieron 15.000 personas, muy lejos de los 40.000 espectadores que presenciaron el encuentro ante Cataluña en 2014 o los 27.000 ante Perú un año antes.

Un partido de la selección vasca siempre ha trascendido lo que sucedía en el terreno de juego y el encuentro se jugaba en gran medida en las gradas, con gritos en favor de la independencia (también en apoyo a los presos de ETA). El balón era la excusa para dar cauce a la pretensión del nacionalismo de reclamar que el País Vasco pueda jugar partidos en competiciones internacionales oficiales con la misma categoría que España. Pero el nacionalismo vasco ha salido goleado en este partido.

"Hay que dar una vuelta a este partido porque ha sido muy triste”. A la finalización del encuentro que disputó la selección vasca las pasadas navidades contra Túnez, un enfadado Aritz Aduriz no se mordía la lengua y llamaba a la reflexión sobre la idoneidad de jugar este partido por el escaso interés suscitado, con un ambiente desangelado en unas gradas semivacías. “San Mamés ha sido el reflejo de lo que piensa la gente de este partido”, sentenció el delantero del Athletic.

Selección vasca Aritz Aduriz
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