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"Era como la película de 300": así se vivió la batalla entre clanes de feriantes al lado del Bernabéu
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los testigos dicen que parecía premeditado

"Era como la película de 300": así se vivió la batalla entre clanes de feriantes al lado del Bernabéu

Barras de hierro, puñaladas en el abdomen y gritos de "ay dios mío". La pelea de feriantes por la ubicación de las atracciones en las fiestas del Colegio San Agustín se saldó con 32 detenidos y 60 identificados

Foto: Las armas incautadas por la Policía Nacional. (Policía Nacional)
Las armas incautadas por la Policía Nacional. (Policía Nacional)

En torno a las nueve y veinte de la noche del martes, a la altura del número 5 de la calle del Padre Damián, se vivió una batalla campal digna de ciencia ficción. En las inmediaciones del Santiago Bernabéu, y frente al colegio San Agustín, decenas de hombres aparecieron de un lado y otro para pelearse. Los testigos sospechan que la cita estaba premeditada. Las mujeres de los varones tomaban café minutos antes de la pelea: "Ay dios mío, ay qué nervios". Mientras, un Mercedes oscuro subía y bajaba por la carretera: "Ahí van, mira, mira, ahí vienen", decían ellas. "Estaban esperando el espectáculo", señalan quienes pudieron ver el suceso con sus propios ojos. Ante la posibilidad de represalias, prefieren mantenerse en el anonimato. "Era como la película de 300. Llegan los coches de un lado, llegan los coches del otro, y a pelearse. Tenían barras de hierro, navajas y palos".

El origen de la disputa radica en la ubicación de las atracciones de la feria del colegio de San Agustín. Todos los años, este centro concertado organiza tres días de fiestas con puestos de dardos, coches de choque, toros locos… no obstante, es la primera vez que el evento termina en un suceso así. Los camiones con las atracciones llegaron al colegio durante la mañana del martes y se estima que fue a lo largo del día cuando se gestó la polémica por elegir el mejor hueco para su negocio. “Estaba organizado… si no, ¿por qué iban a estar ellas esperando en una terraza? Y ellos iban con los ojos desencajados, sabiendo que iban a hacer daño”, comentan desde el barrio. Desde el colegio también se muestran preocupados. No era la primera vez que contrataban a esta empresa; llevaban años trabajando con ellos para organizar los eventos festivos de final de curso.

El grueso de la pelea duró 10 largos minutos. Un joven de 34 años fue apuñalado en el abdomen y tuvo que ser trasladado en estado grave al Hospital de La Paz. El muchacho se apretaba la tripa mientras convalecía de rodillas, un momento de debilidad que los contrarios aprovecharon para propiciarle patadas en el suelo. Primero atacaban unos, luego atacaban los otros; se escondían detrás de las marquesinas de los autobuses para evitar los golpes y, a los presentes, les sorprende que la bronca no haya terminado con fallecidos. "Esto no pasa nunca, ni con el fútbol", continúan.

placeholder Vista de la trifulca desde una de las terrazas. (Cedida)
Vista de la trifulca desde una de las terrazas. (Cedida)

Poco después, comenzaron a llegar los agentes policiales. ¿El problema? Eran muchos. Mientras dispersaban a unos pocos, los otros continuaban a golpes. Fue cuando llegaron más patrullas de refuerzo cuando comenzaron las primeras detenciones. En total, 32 personas fueron arrestadas y se produjeron 60 identificaciones. Por su parte, los sanitarios del Samur tuvieron que atender a un total de 11 heridos.

Gran parte de los negocios de la calle –una mercería, una tienda de ropa, un centro de fisioterapia– estaban cerrados. Sin embargo, quienes residen los edificios aledaños tenían una vista panorámica del show. Podían incluso escuchar el sonido de las barras de hierro cayendo contra el suelo. "Había muchos chavales jovencitos", explican.

placeholder El punto por que apareció uno de los clanes, al lado del Bernabéu. (A.F.)
El punto por que apareció uno de los clanes, al lado del Bernabéu. (A.F.)

Los efectos colaterales

Los 11 heridos no son únicos afectados por la trifulca. Pablo y Luis, ambos de 18 años, desayunan con un par de amigos en una cafetería cercana al suceso. Son alumnos de segundo de Bachillerato del colegio San Agustín. Este año, al tratarse de su último curso en el centro que les vio crecer, esperaban estas fiestas con especial ilusión. "El primer día es solo para los del cole, pero luego ya puede entrar todo el mundo", señalan. "Yo ayer ya vi los camiones en el patio", continúan. Lo que no esperaban es que, esa misma tarde, quienes iban a cobrarles por montarse en los coches de choque terminarían a palos. Además, algunos de los feriantes eran ya conocidos en el cole por su trabajo años anteriores.

"Ojalá no las cancelen", explican. Minutos después, el colegio lanzó un comunicado oficial lamentando lo ocurrido y asegurando que las fiestas seguirán en pie. Ya han cancelado, incluso, el contrato con dicha empresa. "Iremos informando en los próximos días", continuaron. La intención del centro es mantener la celebración pero sin puestos de comida como el de las salchipapas o las pizzas.

Además, a la hora del suceso, algunos de los alumnos estaban terminando sus entrenamientos de extraescolares dentro del colegio. Muchos de ellos tuvieron que esperar media hora para volver a casa; la policía les obligó a aguardar en el interior del recinto por seguridad.

En torno a las nueve y veinte de la noche del martes, a la altura del número 5 de la calle del Padre Damián, se vivió una batalla campal digna de ciencia ficción. En las inmediaciones del Santiago Bernabéu, y frente al colegio San Agustín, decenas de hombres aparecieron de un lado y otro para pelearse. Los testigos sospechan que la cita estaba premeditada. Las mujeres de los varones tomaban café minutos antes de la pelea: "Ay dios mío, ay qué nervios". Mientras, un Mercedes oscuro subía y bajaba por la carretera: "Ahí van, mira, mira, ahí vienen", decían ellas. "Estaban esperando el espectáculo", señalan quienes pudieron ver el suceso con sus propios ojos. Ante la posibilidad de represalias, prefieren mantenerse en el anonimato. "Era como la película de 300. Llegan los coches de un lado, llegan los coches del otro, y a pelearse. Tenían barras de hierro, navajas y palos".

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