Javier Serrano, primer paciente de la Comunidad de Madrid en recibir la eutanasia

Cuatro meses después de la aprobación de la ley de la eutanasia, Javier Serrano ha fallecido este miércoles en su casa, con 58 años, rodeado de los suyos, y tras meses de espera hasta la creación de la Comisión de Garantías y Evaluación el pasado 19 de octubre. Ha sido la primera vez que se ha llevado a cabo esta práctica en la Comunidad de Madrid.

El paciente, enfermo de ELA (esclerosis lateral amiotrófica), confesó “estar dolorido” y sentirse “bien de ánimos, pero triste a la vez por la gente que quiero”. Serrano recibió una llamada del Hospital 12 de Octubre el martes. Cuenta en una entrevista en Cadena SER que su neuróloga le preguntó cuándo querría hacerlo: “Yo dije: 'Mañana”. Hoy ha recibido la visita de una doctora consultora, su neuróloga y tres enfermeras de Getafe para practicarle la eutanasia.

"Ya no aguanto los dolores ni con morfina"

Javier Serrano de la vida se lo lleva todo. “Alegrías, tristezas, penas, me llevo de todo. Son muchas cosas buenas y malas”, aclara en la entrevista. También hace hincapié en lo que ha sido su día a día en los últimos meses: “Los dolores son bestiales, cada día que pasa son peores y ya no los aguanto ni con morfina”. La principal razón por la que los enfermos solicitan la eutanasia es precisamente por la incapacidad de soportar los dolores crónicos y por "morir dignamente", aclara Serrano.

En su último día de vida, Javier ha recibido la visita de su hermana, su hijo y su cuñado. “Desayunaremos porras con chocolate”. Aprovechó sus últimos momentos para despedirse de sus familiares, amigos y compañeros de trabajo: "Les llamo para decirles que ha llegado el día. Lo estaba deseando".

Otras denuncias

No es la primera vez que Serrano aparece en medios de comunicación. El pasado mes de septiembre ofreció una entrevista en La Sexta donde reclamaba la ausencia de la llamada del sistema de salud pública. "Ver como te vas degenerando poco a poco es insufrible. He perdido las ganas de comer, me cuesta tragar, no tengo ni ganas de irme a dormir". Serrano solicitó la eutanasia en el mes de junio y hoy, tras "cuatro inyecciones", ha puesto fin al sufrimiento convirtiéndose en el primer madrileño en morir por esta intervención.