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La Escuela Oficial de Idiomas se desangra y pierde miles de alumnos en Madrid
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LAS CONSECUENCIAS DEL 'TASAZO' Y LA ELIMINACIÓN DEL C1

La Escuela Oficial de Idiomas se desangra y pierde miles de alumnos en Madrid

A diferencia del resto del país, las academias públicas pierden estudiantes año a año en la comunidad por la subida de las tasas y la eliminación del nivel avanzado

Foto: Clase de alemán en la Escuela Oficial de Idiomas Icod. (Facebook Icod)
Clase de alemán en la Escuela Oficial de Idiomas Icod. (Facebook Icod)

Un total de 14.000 alumnos menos. Esa es la cifra de estudiantes que han perdido las escuelas oficiales de idiomas madrileñas desde 2011. De casi 60.000 matrículas, han bajado hasta 46.000 en el último curso, como consecuencia de decisiones administrativas como “el tasazo” o la eliminación del nivel avanzado en todos los idiomas, que les ha restado competitividad y atractivo entre los estudiantes.

“La consejería ha mirado a otro lado durante años, hemos tenido una sensación de acoso y derribo”, explica Caridad Baena, directora de la Asociación de Profesores de las EOI (Apeoim), quien reconoce que son problemas arrastrados de la anterior Administración, especialmente durante el periodo de Lucía Figar al frente de Educación con el gobierno del Partido Popular en la Comunidad. “Ahora parece que se está reabriendo el diálogo por la necesidad de pactar de los nuevos partidos, pero va muy lento”, lamenta.

Lo cierto es que los datos de la comunidad de Madrid desentonan con la fotografía estatal de la institución: el número de matriculados ha aumentado un 9% desde 2011 en todo el país. El motivo es la diferencia en cómo gestionan esta enseñanza las distintas comunidades, y la falta, según señalan desde el entorno educativo, de “interés y voluntad política” en el caso madrileño.

Primer varapalo: “el tasazo”

El lastre que arrastran se remonta a 2011, cuando de la noche a la mañana, literalmente, las tasas de matriculación se incrementaron en un 126%. De pagar 119 euros, había que abonar 269 por el mismo curso. La comunidad de Madrid es, de hecho, la segunda más cara para aprender idiomas en la pública, solo por detrás de Cataluña. Los lugares más baratos son Ceuta y Melilla, donde solo hay que pagar 64 euros. Lejos de recibir alguna prestación más por subir el precio, la carga de tiempo lectivo semanal se redujo además media hora.

La única razón proporcionada por la Administración, según sindicatos y asociaciones, fue que hasta entonces “se pagaba muy poco”. Pero el incremento –aunque el precio sea aún muy competitivo respecto al de centros privados–, no pasó desapercibido, sobre todo en un año especialmente perjudicado por la crisis, cuando aprender idiomas era una esperanza para muchos. Precisamente, academias como el Goethe o el Instituto Francés aumentaron sus matrículas en cerca de un 25% en alemán y francés respectivamente.

Donde más se notaron los pupitres vacíos como consecuencia del “tasazo” fue en las clases de segundo idioma. Es decir, todos los que no son la lengua extranjera por excelencia: el inglés. “Antes teníamos muchos alumnos que hacían dos idiomas y hasta tres, y el año pasado solo tuve un alumno matriculado en tres idiomas y unos diez en dos”, explica Ana Rodríguez, directora del centro de Alcorcón. Otro perjudicado fue el español para extranjeros. La EOI es una opción económica para muchos inmigrantes que vienen a España a mejorar o perfeccionar su conocimiento del idioma. “He tenido que hacer grupos de siete alumnos para poder dar continuidad a los niveles, aunque me han dado un toque desde inspección”, reconoce Rodríguez.

También las lenguas más minoritarias, que se imparten en muy pocas escuelas, han acusado el descenso de matriculaciones. Catalán bajó un 61%, una cifra cercana a la de gallego (57%). “Los que estudian estas lenguas por gusto o para viajar lo dejan por una opción más útil profesionalmente, como puede ser el inglés o el alemán”, reconoce Narcís Selva, profesor de catalán en la escuela Jesús Maestro, la única de Madrid que enseña lenguas minoritarias.

Siete años para llegar al nivel avanzado

Otra de las medidas que hizo perder alumnos y competitividad a las escuelas oficiales fue la eliminación por real decreto del nivel C1 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, el primero de los dos cursos avanzados y el necesario para muchas acreditaciones laborales o académicas. Sin embargo, el número de años totales para aprender un idioma se mantuvo, por lo que de repente, cursar seis años de un idioma solo te acreditaba en un B2, o intermedio alto, mientras que solo un curso antes, hacer seis años te acreditaba en avanzado.

Madrid es la única comunidad donde hay que estudiar siete años para conseguir un nivel avanzado

La medida, tomada en 2006, fue revertida después en muchas comunidades gracias a una orden a la que pudieron acogerse, pero no fue el caso de Madrid, que hasta este año no ha podido volver a impartir el nivel C1, aunque, eso sí, añadiendo un año más al plan de estudios, siete, algo que no pasa en otras comunidades. “Es un parche, dicen que depende de la LOMCE, pero es una excusa, porque lo único que hace falta para redistribuir los contenidos es voluntad política”, denuncia Baena.

De nuevo, también los idiomas menos demandados se vieron especialmente damnificados: “Teníamos muchos funcionarios que venían a aprender catalán, euskera o gallego porque les habían dado destinos en esas comunidades, pero les piden el nivel avanzado y no lo damos, así que se iban a otras academias”, explica Selva. Además, para poder llegar a impartir un C1 se necesita una base de alumnos muy grande en los niveles más bajos, que permita que un número suficiente de estudiantes llegue hasta el final y se forme un grupo. “Para las escuelas pequeñas supone un dilema, porque tienen que quitar profesores de las enseñanzas básicas para cubrir los niveles más altos”, añade la presidenta de Apeoim.

Despreciados por la administración

Desde Apeoim se quejan además de que el gobierno local solo haya buscado durante años beneficiar a los centros privados, aunque sea la opción más cara: “Hemos tenido mucho tiempo a la zorra cuidando de las gallinas. Durante los últimos diez años han tirado de la privada para todo, como para acreditar a los profesores en inglés para los colegios bilingües que se tienen que ir al British o al Trinity, ¡pero nosotros ya estamos para eso!”. Este año es el primero desde la implantación del bilingüismo (en 2006), que la Comunidad permite a los profesores acreditarse en la Escuela Oficial: “Se han visto ahogados y, ahora sí, se acuerdan de nosotros”.

Pero no solo profesores. Consideran también que la EOI puede ser la encargada de la formación en idiomas de funcionarios o desempleados: “En lugar de tirar miles de euros en favorecer el enseñanza privada, que lo inviertan en profesorado y nos permitan a nosotros formarles. Somos una institución pública, única en Europa, pero no nos utilizan”.

Nos mantienen porque somos rentables, pero no nos promocionan ni invierten en nosotros

La falta de personal es otro de los problemas que padece esta institución, afectada por los recortes que ha sufrido en general toda la educación. Desde inicios de la crisis han perdido un 20% de los profesores. También acusan la ampliación de horario, la falta de tiempo para gestión de los jefes de departamento o que no haya reducción de jornada a partir de los 55 años: “De 2011 para aquí ha habido una depauperación de la que no nos hemos repuesto”, añade Baena.

Los problemas que acusa esta institución suelen pasar más desapercibidos que los que protagoniza el resto de la educación pública, aunque el fondo sea el mismo. “Aquí fuimos los profesores los que nos manifestamos, porque el alumnado es distinto al de las universidades, que sí salieron a la calle; con la EOI no tienen tanta vinculación, su manera de protestar es simplemente matricularse menos, que es lo que ha pasado”, se lamenta Baena.

Oferta encorsetada

Tampoco se promociona que la oferta de cursos se adapte a las necesidades de la población. El mejor ejemplo es la fecha de prescripción de la matrícula: en abril*, seis meses antes de que empiece el curso. “Mucha gente no sabe lo que va a hacer en octubre, son muchos meses de antelación para apuntarse a un idioma y ahora la gente se lo piensa mucho más porque es más caro”, justifica Baena. “Estamos muy encorsetados, no respondemos a lo que necesita la población. Un alumno que va en enero a una privada puede incorporarse al grupo y aquí no, ni puede cambiarse de nivel si está mal ubicado”, explica Rodríguez.

Los alumnos de la EOI no tienen tanta vinculación como otros estudiantes, su manera de protestar es matricularse menos

Además, aunque tienen una alta demanda, ciertos idiomas carecen de profesores suficientes para poder impartirlos porque la Comunidad lleva años sin convocar oposiciones, como es el caso del chino, japonés y árabe. "Nos mantienen porque somos rentables, pero no nos promocionan ni invierten en nosotros", cuenta Baena, quien reconoce que en los últimos meses, con la llegada del nuevo gobierno, se han retomado las conversaciones para mejorar la situación que atraviesa la institución. "Nos sentimos más escuchados y somos optimistas en que el número de alumnos empezará a subir", reconoce.

*Actualización (17:35): Según ha informado la consejería de Educación, la fecha de matriculación se retrasó el año pasado a mayo, junio o julio, dependiendo de cada Escuela.

Un total de 14.000 alumnos menos. Esa es la cifra de estudiantes que han perdido las escuelas oficiales de idiomas madrileñas desde 2011. De casi 60.000 matrículas, han bajado hasta 46.000 en el último curso, como consecuencia de decisiones administrativas como “el tasazo” o la eliminación del nivel avanzado en todos los idiomas, que les ha restado competitividad y atractivo entre los estudiantes.

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