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"El único abismo entre los seres humanos es la educación"
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SUSANA ALDECOA, DIRECTORA DEL COLEGIO ESTILO

"El único abismo entre los seres humanos es la educación"

UNA SAGA DE EDUCADORAS Susana Aldecoa (Madrid, 1954), hija de Ignacio y Josefina, representantes de la Generación literaria de los 50, se licenció en Historia del

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"El único abismo entre los seres humanos es la educación"

UNA SAGA DE EDUCADORAS

Susana Aldecoa (Madrid, 1954), hija de Ignacio y Josefina, representantes de la Generación literaria de los 50, se licenció en Historia del Arte, pero la identificación simbiótica con su madre la llevó al camino de la enseñanza y a acompañarla en el proyecto que había creado en 1959 en Madrid para educarla a ella: El colegio Estilo, inspirado en la Institución Libre de Enseñanza. Así forjó su vocación para la que, dice, es "la profesión más maravillosa del mundo": trabajar con el ser humano en estado puro.

Hace dos años que su madre se fue, pero en tiempos convulsos mantiene robusto su legado.

Porque el legado de mi madre es por encima de un compromiso profesional, emocional. El que ha perdido a alguien a quien quería muchísimo sabe que el dolor de esa ausencia es permanente, no se pasa nunca, pero en el colegio la siento más cerca, como si estuviera en cada rincón, en cada dibujo, en cada manera de trabajar de un profesor, en cada cosa que se hace. Su fuerza y su personalidad han sido tan decisivas que está en todas partes. Así, el colegio es, además de obligación y devoción, un consuelo.

¿Qué es educar?

Mamá siempre defendía que la educación es sentido y sensibilidad, y yo añadiría que mucho sentido común y una gran profesionalidad para llevar a cabo un proyecto. Luego, hay que tener unas medianas condiciones a favor. El único abismo entre los seres humanos es la educación y hay que tratar de fortalecerla, cuidarla y protegerla al máximo.

Josefina Aldecoa también defendió que la escuela pública es la más importante y la que realmente merece la pena. Jamás pidió subvención para su colegio privado.

Y yo lo creo firmemente. Por encima de todo, un gran país se vertebra a través de la educación pública y debe ser lo más excelente posible. Después tiene que haber un abanico de opciones privadas, pero siempre partiendo de que la educación pública es el andamiaje de todo.

La realidad tozuda también da la razón a su madre cuando afirmaba que los primeros años son cruciales: Finlandia, paradigma de la excelente educación, destina a la primaria los mejores profesores.

Efectivamente. Esos años equivalentes a la primaria son la cimentación de la formación de los niños. Curiosamente, con las leyes de Educación muchas veces se tiende a cambiar desde arriba, desde la universidad, cuando la clave está abajo, y se pasa de puntillas por la primaria, que es la base.

Será porque tienen otros intereses. La educación en España siempre fue materia partidista.

Yo creo en una educación universal porque, como la sanidad, debe estar por encima delas ideologías políticas. Y no solo creo que se puede, sino que se debe tener una educación por encima de esos intereses porque es la única manera de que funcione.

Ahora estamos enzarzados en el aprobado con 5,5 o 6,5 para beca.

Todo forma parte de lo mismo. Indudablemente, hay muchísimos alumnos que dependen de una beca para poder estudiar, aunque sus notas no sean brillantes, y tienen derecho a que sea así. También es cierto que eso es un aspecto, que el mundo educativo público está convulso y que cada parcela del conflicto tiene su espacio. Lo que hay hacer es volver a las raíces, insisto, para que luego todo vaya mejor. Esa es la clave.

A este guirigay se une la guerra educativa de las autonomías

Un gran país tiene un tejido educativo común, como debe tener una sanidad común, y ahí existe en un terreno muy delicado y lleno de agravios en el que no voy a entrar. La política autonómica educativa no siempre genera este tejido educativo común al hacer énfasis no solo en otro idioma, sino en otros aspectos.

A veces se diluye la línea que separa educación de adoctrinamiento.

Siempre ha ocurrido. En la educación hay dos elementos importantes: la asepsia, fundamental para formar a los alumnos, y el sentido común, repito. Educar es hacerlo bajo los principios universales de convivencia, de tolerancia, de empatía y, sobre todo,de enseñar a pensar a los alumnos, formándoles en la riqueza intelectual, en un sentido cultural y humanístico de la vida. Pero algo no va... No sé si tiene que ver con esta terrible conyuntura económica que lo salpica todo invadiendo todos los aspectos de país incluido el educativo.

A su madre se la llevaban los demonios cuando oía la expresión "educar en valores". "¿Es que sepuede educar en otra cosa que no sea eso?", inquiría con sorna

Es que educar en valores, si por ello entendemos educar en ética, se hace todo los días en un colegio, desde que entras hasta que sales. En el concepto global de educación va incluido y es consustancial un comportamiento ético.

En conocimiento, el informe PISA nos pone siempre las orejas de burro.

Y según los expertos, se puede quedar incluso corto. Eso tiene que ver con la formación anterior. Y volvemos al punto de partida: una mala cimentación no solo de contenidos, sino de formación global, da lugar a una peor educación secundaria. No se puede crear un abismo. Los primeros años tienen que integrar el mundo superior en los programas diarios, refinar y educar el buen gusto cultural de los alumnos porque ese va ser el mundo del que se van a nutrir, su soporte y su fuente. Porque los primeros años son decisivos en formación académica, pero también en lo emocional, en lo conductual, en los límites...

Límites tantas veces abolidos en pos de una educacion malentendida. Dice el pediatra Aldo Nouri que de padres demócratas, hijos tiranos...

No concibo una educación sin límites, pero razonables y razonados. Muchos límites tienen que ver con la propia seguridad de los niños que, como repetía mi madre, son sagrados. Y sobre todo nunca debe ser difusa la frontera entre el bien y el mal.

¿Y hay educación al margen del sacrificio, del esfuerzo, del afán de superación?

Creo mucho en el esfuerzo personal e instranferible que es estudiar, pero también creo en el apoyo incondicional del equipo de profesores del colegio, sea público o privado, que debe estar con el niño y no contra el niño. Todo tiene que estar pautado, medido y amparado en el sentido común. Nosotros, incluso en aquellos años en que se quitaron los deberes, seguíamos poniéndolos.

¿Los deberes también son para el verano?

Sobre todo leer, porque la lectura que es la gran fuente de conocimiento. Lecturas literarias, científicas... El lenguaje matemático y la lectoescritura son la vertebración de la escolaridad. El placer de leer como el placer de escuchar una sinfonía o de recrerarse en una obra de arte son elementos que conforman personalidades y hacen un mundo mejor

Estos meses habrá colegios que abran solo para que muchos niños puedan comer.

Hace dos años algo así resultaba impensable. Es tremendo y muy preocupante como síntoma.

¿Y qué espera usted para sus alumnos?

Que sean por encima de todo personas tolerantes, educadas, formadas; que sepan comprender lo que les rodea y entender a los demás y, sobre todo, que sean felices. La felicidad es ese estadio muy escurridizo al que todo ser humano tiene derecho, porque todo ser humano tiene derecho a la parte luminosa de su vida, y una buena educación, en términos absolutos, puede contribuir a ello.

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