El 9-N en la prensa internacional: de los líos futuros de la consulta a Guardiola votando

Las reacciones internacionales a la seudoconsulta del 9-N han variado desde el ‘no comment’ de la Comisión Europea por ser “un asunto interno” a la claridad de los medios británicos sobre la “ilegalidad” del acto, destacada también por el propio primer ministro, David Cameron.

En Gran Bretaña, la BBC lleva el 9-N de manera destacada en su web resaltando que el referéndum queda fuera de la Constitución y que no tenía ningún carácter vinculante. Por su parte, The Times prefiere tratar el grueso del 9-N con un artículo de opinión muy duro contra el proceso abanderado por Artur Mas, al que llega a tildar de “sinsentido”.

Por último, The Guardian opta por dar un baño de datos con el recuento dejando más de lado la ilegalidad o no del proceso.

En Francia, el conservador Le Figaro es mucho más condescendiente con el 9-N y titula: “Los catalanes votan sí a la independencia” y lo trata como la culminación lógica desde que en 2006 Cataluña se dotara del nuevo estatuto. Por su parte, Le Monde –de centroizquierda- deja muy claro que, pese al recuento ‘oficial’ y el escrutinio ofrecido por la Generalitat, todo el 9-N no deja de ser algo poco más que “simbólico”.

En Alemania, es el Frankfurter Allgemeine el que lleva a su portada el titular más sonoro con un “Cataluña vota por la secesión de España”, afirmando que una mayoría muy nítida voto a favor de la independencia –aunque no llegara ni al 40% del censo la gente que votó-. El periódico alemán hace hincapié en el don de lenguas de Artur Mas, por dar su rueda de prensa de la noche del domingo catalán, castellano, francés e inglés. Por su parte, el Süddeutsche Zeitung decidió ilustrar el 9-N con la foto de Pep Guardiola, entrenador del Bayern, votando en una urna.

Los periódicos italianos, por su parte destacan también el carácter inconstitucional del 9-N y las palabras de Rajoy de que “nadie va a romper la unidad del país” ( La Repubblica) pese al “sueño inconstitucional” de la independencia (El Corriere della Sera).

Los medios que menos espacio dedican al 9-N y que lo tratan como una especie de ‘más de lo mismo’ son los norteamericanos. El New York Times lo ha tratado de manera muy discreta en su web, recoge los resultados “abrumadores” de la votación “contraria a la ley” y la compara con el referéndum de Escocia, que "sí estaba permitido por el Gobierno británico".

El Financial Times , que dedica también un espacio con foto en su portada al 9-N, prefiere centrarse -tras recoger el resultado del escrutinio- en el tiempo que se avecina ahora para Cataluña. Según el diario norteamericano, el 9N ha servido “para unir a los más variopintos líderes y partidos catalanes en un frente común contra Madrid”, pero ahora llega la hora de la verdad. Tras destacar que este proceso ha tenido dos protagonistas, Mas y Junqueras, el FT avizora problemas y las dos maneras de enfocar el siguiente paso: la lista única de Mas o la oportunidad de ERC de aprovechar toda la marea independentista para llegar al poder.

Bruselas no comenta

La Comisión Europea ha eludido este lunes valorar el resultado del proceso participativo del 9-N celebrado este domingo en Cataluña y sus posibles consecuencias por considerar que se trata de una cuestión interna de España. "No es el papel de la Comisión expresar una opinión sobre cuestiones de organización interna que tienen que ver con el orden constitucional de nuestros Estados miembros", se ha limitado a señalar el portavoz del nuevo Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, al ser preguntado por el 9-N.

"No tengo nada más que decir sobre esto", ha agregado el portavoz al preguntársele si consideraba oportuno lanzar un llamamiento al diálogo entre el Gobierno español y la Generalitat. Schinas ha eludido también contestar a las preguntas sobre las quejas que pretenden presentar ante Bruselas organizaciones catalanas.

Con su negativa a pronunciarse sobre Cataluña por considerar que se trata de un asunto interno que depende del orden constitucional español, la nueva Comisión presidida por el conservador luxemburgués Jean-Claude Juncker sigue la línea que fijó el anterior Ejecutivo comunitario de José Manuel Durao Barroso.