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Estocada mortal al PSC: CiU da por ganada Barcelona
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HEREU PREPARA UN GOLPE DE EFECTO CON UN FICHAJE MEDIÁTICO

Estocada mortal al PSC: CiU da por ganada Barcelona

La batalla de Barcelona está abierta. Los socialistas pueden perder la alcaldía más importante que tienen en sus manos en las municipales del próximo mes de

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Estocada mortal al PSC: CiU da por ganada Barcelona

La batalla de Barcelona está abierta. Los socialistas pueden perder la alcaldía más importante que tienen en sus manos en las municipales del próximo mes de mayo; eso eriza los pelos a muchos. Si nos atenemos a las encuestas internas que manejan tanto el PSC como CiU, las huestes de Montilla perderían su plaza fuerte de la Ciudad Condal. “No se trata solamente de las repercusiones que tendría en la composición de consejos comarcales o de la propia Diputación, sino que sería un severo golpe psicológico”, admite un alto cargo socialista a El Confidencial. Cada cual tiene su as en la manga: Jordi Hereu, el alcalde, intenta un fichaje de altura; su principal oponente, el convergente Xavier Trias, pone sobre la mesa su figura dialogante y de señor de Barcelona, además de contar con el efecto psicológico de CiU: el cambio producido en la otra orilla de la plaza de Sant Jaume, el que le dio la presidencia de la Generalitat a Artur Mas.

En las filas de Convergència prefieren ser cautos, porque el resultado de las elecciones se sabe después del recuento de los votos depositados en las urnas, aunque en privado reconocen que tienen el sillón de alcalde al alcance de la mano. En bandeja, vamos. Y, como más vale prevenir, Xavier Trias ya arrancó ayer la precampaña sabiendo que parte como favorito. De momento, hizo público su nuevo logotipo y anunció que contará con absolutamente todos los concejales que le han acompañado en la oposición en estos últimos años. La semana que viene quiere dar el pistoletazo de salida con la explicación de sus líneas programáticas en una conferencia pública. “Hice una apuesta para trabajar 12 años hasta ser alcalde. Ahora, entramos en la recta final; falta conquistar la alcaldía, que ya toca después de 32 años”, declaró ayer.

Tiene a su favor un ambiente caldeado de la ciudadanía. El actual alcalde, Jordi Hereu, se ha granjeado muchas críticas en esta legislatura. Se ha enfrentado a asociaciones de vecinos por temas como la construcción del túnel del AVE por debajo de la ciudad; ha menospreciado a la gente del barrio de Les Corts con una recalificación del Miniestadi del Barça que, al final, el propio club ha echado atrás; y puso en marcha un polémico referéndum de reforma de la Diagonal, la arteria que cruza Barcelona, ante el que la ciudadanía se escandalizó tanto por su coste (tres millones de euros) como por la manipulación que hacía el Ayuntamiento de dicha reforma para llevarla a su terreno.

El Consistorio, además, se ha visto salpicado con problemas en los que no es culpable directamente, pero que dejan secuela: el escándalo de la construcción de un polémico hotel junto al Palau de la Música donde el corrupto Fèlix Millet quería sacar tajada; el descubrimiento de una red funcionarios municipales que cobraban por dar permisos (que, paradójicamente, provocaron la dimisión de la concejal del histórico barrio gótico y que no eran de ningún partido, sino que trabajaban para sus bolsillos); y, últimamente, la creciente inseguridad ciudadana, con grupos o bandas de delincuentes cada día más violentos y ante los que la nutrida presencia policial -Mossos d’Esquadra y guardias urbanos- apenas puede hacer nada.

Pesimismo socialista

En casa de los socialistas, se ha instalado un cierto pesimismo, ya que Hereu no logra despegar en los sondeos. En verano pasado, la dirección del partido había previsto concederle un plazo de varios meses, hasta final de año, para que rehiciese su proyección social, con el fin de decidir este mes si es el candidato idóneo para repetir como cabeza de lista. Pero la aceptación popular es mínima y vuelven a sonar con fuerza los rumores sobre la conveniencia de su sustitución, con nombres que ya se barajaban hace tiempo y que fueron adelantados por El Confidencial. La ex consejera de Justicia, Montserrat Tura, lidera las apuestas.

Sin embargo, Hereu está atrincherado en la federación local del PSC de Barcelona. Y prepara un golpe de efecto: el fichaje de un número dos con peso mediático. Suenan nombres conocidos, pero aún se ha de deshojar la margarita y contar con que los elegidos acepten secundar al alcaldable socialista.

“Hereu no es un mal alcalde, pero le falta equipo. No tiene a gente de peso a su alrededor”, admite uno de sus compañeros de partido. Desde fuentes cercanas al Ayuntamiento achacan las desgracias del primer edil a que “se ha mantenido demasiado fiel al partido, cuando en un puesto como el de alcalde se ha de gobernar siguiendo más los intereses de los ciudadanos y no las consignas de la cúpula”. Recuerdan asimismo que cuando Pasqual Maragall regía la ciudad no hacía caso de las consignas de la dirección y la aceptación popular era muy elevada.

La batalla de Barcelona está abierta. Los socialistas pueden perder la alcaldía más importante que tienen en sus manos en las municipales del próximo mes de mayo; eso eriza los pelos a muchos. Si nos atenemos a las encuestas internas que manejan tanto el PSC como CiU, las huestes de Montilla perderían su plaza fuerte de la Ciudad Condal. “No se trata solamente de las repercusiones que tendría en la composición de consejos comarcales o de la propia Diputación, sino que sería un severo golpe psicológico”, admite un alto cargo socialista a El Confidencial. Cada cual tiene su as en la manga: Jordi Hereu, el alcalde, intenta un fichaje de altura; su principal oponente, el convergente Xavier Trias, pone sobre la mesa su figura dialogante y de señor de Barcelona, además de contar con el efecto psicológico de CiU: el cambio producido en la otra orilla de la plaza de Sant Jaume, el que le dio la presidencia de la Generalitat a Artur Mas.

Xavier Trias