Es noticia
El modelo de financiación recogido en el proyecto de Estatut que está elaborando el Gobierno de la Generalitat ha provocado tensiones en el seno del PSC entre el sector que lidera el conseller Castells y el que encabeza el ministro Montilla. El motivo no
  1. España
  2. Cataluña

El modelo de financiación recogido en el proyecto de Estatut que está elaborando el Gobierno de la Generalitat ha provocado tensiones en el seno del PSC entre el sector que lidera el conseller Castells y el que encabeza el ministro Montilla. El motivo no

El pasado jueves, el ministro de Industria, José Montilla, se desayunaba con la publicación en un diario nacional de la exclusiva sobre el modelo de financiación

Foto: El modelo de financiación recogido en el proyecto de Estatut que está elaborando el Gobierno de la Generalitat ha provocado tensiones en el seno del PSC entre el sector que lidera el conseller Castells y el que encabeza el ministro Montilla. El motivo no
El modelo de financiación recogido en el proyecto de Estatut que está elaborando el Gobierno de la Generalitat ha provocado tensiones en el seno del PSC entre el sector que lidera el conseller Castells y el que encabeza el ministro Montilla. El motivo no

El pasado jueves, el ministro de Industria, José Montilla, se desayunaba con la publicación en un diario nacional de la exclusiva sobre el modelo de financiación que el Gobierno de la Generalitat había incluido en su proyecto de Estatut. La sorpresa para el hombre del Partido Socialista de Cataluña (PSC) en el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero no era tanto el polémico contenido del mismo -que él mismo conocía y respalda- sino que se diera a conocer de ese modo y sólo unas horas antes de que lo hiciera público oficialmente el tripartito en una rueda de prensa.

El malestar de Montilla se trasladó al seno del PSC, que inmediatamente empezó la caza de brujas en busca del origen de la filtración. Como reconocen fuentes políticas catalanas a El Confidencial, desde las filas socialistas “pronto se apuntó a dos personas concretas, el número 3 del Govern y líder de Iniciativa per Catalunya, Joan Saura, y al conseller socialista de Economía, Antoni Castells, como principales sospechosos de haber pasado el documento a la prensa”.

A media tarde del mismo jueves, todas las miradas se centraban ya únicamente en uno de los dos, Castells. Según ha podido constatar este diario, a partir de ese momento, destacados dirigentes del partido, incluidos personas muy cercanas al ministro Montilla, no ahorraron todo tipo de ataques a su compañero de filas.

“Se había planeado hacer público el texto el jueves para ir amortiguando, durante el fin de semana, la polémica que se sabía iba a provocar. Sin embargo, cuando se dio a conocer en la rueda de prensa del mediodía (en la que participó el propio Castells, junto a Saura y el republicano Josep Huguet), las tertulias de la radio llevaban toda la mañana calentando el tema, que era precisamente lo que se intentaba evitar”, reconoce a este diario una fuente del tripartito catalán.

Además, al sector de Montilla no le sentó tampoco nada bien el medio elegido para la exclusiva, el diario El País, “cuando lo lógico hubiera sido apoyarse en cualquiera de los dos principales diarios catalanes, La Vanguardia o El Periódico, que lo hubieran tratado informativamente mejor y, a la vez, hubiéramos evitado enemistarnos con ellos por este asunto”.

Pugna por la sucesión

No es éste, sin embargo, el primer roce que surge entre Castells y Montilla. Enfrentados desde hace tiempo, ambos han sido señalados desde distintos ámbitos como los candidatos favoritos para suceder –o tener la última palabra en esa decisión- a Pasqual Maragall en un futuro no muy lejano. Una guerra soterrada que hasta ahora no había trascendido a la opinión pública.

El pasado jueves, el ministro de Industria, José Montilla, se desayunaba con la publicación en un diario nacional de la exclusiva sobre el modelo de financiación que el Gobierno de la Generalitat había incluido en su proyecto de Estatut. La sorpresa para el hombre del Partido Socialista de Cataluña (PSC) en el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero no era tanto el polémico contenido del mismo -que él mismo conocía y respalda- sino que se diera a conocer de ese modo y sólo unas horas antes de que lo hiciera público oficialmente el tripartito en una rueda de prensa.