Sánchez pone coto a Junts: la expulsión de inmigrantes corresponde al Gobierno central

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha explicado este lunes que la política en materia de fronteras y la expulsión de inmigrantes está en manos de la Administración General del Estado. En una entrevista en RNE, el jefe del Ejecutivo ha respondido así a las declaraciones de los dirigentes de Junts que, después del acuerdo firmado con el PSOE el pasado 10 de enero, han deslizado que su intención es que la Generalitat tenga estas competencias cuando se consume la delegación de la gestión de la inmigración a Cataluña.

"Yo creo que estoy siendo claro", ha dicho el líder del PSOE en una respuesta muy similar a la que ya dio el sábado en una entrevista a El País. Sánchez alude al artículo 141 de la Constitución Española y al 138 del Estatuto de Autonomía de Cataluña para delimitar la cesión de la competencia que todavía debe desarrollarse por medio de una ley orgánica en el Congreso de los Diputados. "¿Estamos o no en un estado compuesto?", ha preguntado Sánchez para defender su acuerdo con los independentistas catalanes. Y ha recordado que el Estatuto de Autonomía de Andalucía incluye las mismas políticas.

El presidente del Gobierno también ha salido al paso de las críticas de Emiliano García-Page, que calificó de "xenófobo" al partido de Carles Puigdemont y comparó a los neoconvergentes con Vox. Sánchez ha eludido responder la crítica de su barón y ha señalado a las políticas migratorias que ha practicado la Generalitat hasta ahora. "Cataluña ha sido solidaria", ha dicho el jefe del Ejecutivo en referencia a la acogida de menores llegados a otras comunidades como Canarias. Y ha rechazado que este acuerdo con Junts faculte al Govern de rechazar este tipo de acuerdos en lo sucesivo porque, ha insistido, el acuerdo europeo sobre migración y asilo va enfocado a una mayor solidaridad entre los Estados miembros. "Si la solidaridad se ha planteado entre Estados miembros, se tiene que dar dentro del país", ha zanjado.

Cuestionado sobre la actitud que Junts mantuvo en la negociación de los decretos, Sánchez ha celebrado que el partido de Puigdemont y Bildu estén participando en las negociaciones sobre la gobernabilidad. "La única verdad es la realidad, y la realidad es que los españoles repartieron las cartas el 23 de julio", ha dicho el jefe del Ejecutivo. Y ha vuelto a dejar claro que tiene intención de reunirse con Carles Puigdemont y Oriol Junqueras cuando esté aprobada la ley de amnistía. Y sobre esta norma ha vuelto a insistir en que tendrá que hacer "pedagogía" ante la gran contestación social que detectan las encuestas, incluso entre los votantes del PSOE. "Cualquier esfuerzo vale la pena para achicar el rencor y la desconfianza", ha aseverado el jefe del Ejecutivo tras confiar en que la amnistía acabe metabolizándose por la sociedad, como ocurrió con los indultos.

"Yo voy a buscar bajo las piedras cualquier escaño si es para revalorizar las pensiones, porque a eso me debo", ha abundado el presidente del Gobierno, que se ha puesto como objetivo de este mandato "el empleo, los derechos sociales y la convivencia". "Y para ello voy a sudar hasta la última gota", ha dicho Sánchez, que ha insistido en su voluntad de agotar los cuatro años de legislatura a pesar de que tiene un Gobierno en minoría y que debe negociar cada norma en el Congreso con hasta siete socios: ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG, Podemos y Coalición Canaria.

Sánchez también se ha referido a las negociaciones con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y ha confiado en que la mediación de la Comisión Europea dé sus frutos. "Nos ponemos en sus manos", ha afirmado el dirigente socialista, que ha defendido la participación del Congreso en el proceso de elección a los miembros que forman parte del órgano de gobierno de los jueces. De esta manera, el presidente del Gobierno se aleja de la postura del PP, que pasa por dejar todo el poder a los magistrados y las asociaciones de jueces. "Yo creo que el legislativo debe tener voz y voto en el refrendo de esa elección", ha zanjado antes de asegurar que Bruselas no pide sacar al Congreso del proceso de forma tajante.