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Más allá del verano: así se ha extendido el riesgo de incendio en cada provincia
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2022, el año con más peligro máximo

Más allá del verano: así se ha extendido el riesgo de incendio en cada provincia

Más de la mitad de España estuvo en riesgo meteorológico muy extremo en 2022. Un estudio científico señala la relación entre el aumento de este riesgo y el cambio climático

Foto: Incendio en Los Guajares (Granada), en septiembre de 2022. (Alba Feixas/EFE)
Incendio en Los Guajares (Granada), en septiembre de 2022. (Alba Feixas/EFE)

El incendio de Los Guajares (Granada), ocurrido a principios de septiembre del pasado año, llegó a quemar 5.194 hectáreas y se convirtió en uno de los peores acontecidos en la provincia desde que existen registros. El informe posterior al incendio, realizado por la Junta de Andalucía, cuenta que el índice de riesgo meteorológico durante los días en los que se desarrolló era “extremo”. Las condiciones eran las propicias para que el incendio creciera hasta entrar en la categoría de “gran incendio forestal”, como terminó ocurriendo. El 8 de septiembre, el día en el que comenzó, el riesgo era muy alto y extremo —dos de las clasificaciones más elevadas que se hacen de estos datos— en toda la superficie que terminó ardiendo. Este es uno de los muchos incendios ocurridos en España donde la meteorología cumplió un papel determinante.

En 2022, más de la mitad del territorio español —un 56%— estuvo en algún momento en riesgo muy extremo de incendio forestal, la mayor superficie registrada desde 1971. El único año de ese rango que se acercó a esta cifra fue 2012, con un 53% de superficie. El nivel de riesgo muy extremo de incendio forestal es el más alto de la clasificación de datos que hace Copernicus y el Sistema de Información de Incendios Europeo (EFFIS, por sus siglas en inglés). Este índice tiene en cuenta variables como la temperatura, el viento, la humedad o las precipitaciones, y determina cuándo hay condiciones meteorológicas propicias para que comience o se expanda un incendio forestal.

Una investigación internacional señala que el riesgo de incendio forestal está creciendo en todo el mundo debido al calentamiento global. Y explica que en la cuenca mediterránea el número de días con riesgo extremo se ha duplicado en las últimas cuatro décadas. “El cambio climático está aumentando muchísimo el riesgo meteorológico de incendios”, explica la investigadora Cristina Santín, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que participó en el estudio. El último informe de World Wide Fund for Nature (WWF) apunta en la misma dirección: “La estrechísima relación entre condiciones meteorológicas extremas e incendios descomunales es más que evidente. Y los escenarios confirmados de cambio climático auguran para todo el Mediterráneo, cada vez con más frecuencia, situaciones de emergencia: más olas de calor intensas y duraderas, sequías prolongadas y humedades relativas muy bajas”.

Sin embargo, que el riesgo meteorológico sea muy alto o muy extremo no siempre significa que se vaya a producir un incendio forestal. De forma natural, un incendio solo puede comenzar por fenómenos como rayos en tormentas secas u otras situaciones como una erupción volcánica. Pero ese riesgo meteorológico sí indica que, si comienza un incendio producido por una persona, por ejemplo, las condiciones son más favorables para que prospere. “La probabilidad de que una colilla prenda no es la misma si la tiras a combustible húmedo que a combustible muy seco. Un incendio se va a propagar mucho más cuando las condiciones sean más favorables, el combustible esté muy seco, las temperaturas sean muy altas o haya viento”, explica Jose Manuel Moreno, catedrático de Ecología en el del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Una nueva categoría ‘muy extrema’

El índice de riesgo meteorológico de incendio forestal tenía cinco categorías, de menor a mayor peligro, hasta 2021: riesgo bajo, moderado, alto, muy alto y extremo. A partir de esa fecha y a petición de Protección Civil de la Unión Europea —según nos explican fuentes de la Comisión—, se incluyó un nivel más: el riesgo muy extremo para aquellos datos que sobresalían, con mucho, los valores calculados hasta entonces y clasificados como extremos.

La vegetación disponible es una variable que no incluye el índice de riesgo meteorológico, pero que es muy importante a la hora de conocer el peligro real de que se produzca un incendio. En el desierto de Tabernas, en Almería, el riesgo meteorológico puede ser extremo o muy extremo, pero hay poca vegetación, por lo que es difícil que se produzca un gran incendio. No obstante, en zonas donde la vegetación es abundante, un solo día de riesgo alto puede ser fatídico.

En 2005, un gran incendio asoló Guadalajara dejando 11 personas fallecidas, tres heridos y más de 12.733 hectáreas quemadas. Un estudio sobre los incendios forestales y el cambio climático en Castilla-La Mancha habla de que este ejemplo “es ilustrativo acerca de lo que puede ocurrir bajo condiciones extremas”, y explica cómo, el día que comenzó el incendio, los índices de riesgo meteorológico “fueron extremos” y, junto a la vegetación y la topografía, hicieron que el incendio fuera muy peligroso en los primeros días de desarrollo. Además, explica que el hecho de que estas condiciones meteorológicas sean cada vez más frecuentes puede hacer que la lucha contra los incendios “sea de una dificultad máxima”.

Durante 2022, Guadalajara tuvo 43 días de riesgo muy alto, 43 de riesgo extremo y cinco de riesgo muy extremo. Son bastantes más de los que se observaron en 2005, el año del gran incendio. De hecho, Guadalajara es de las provincias de España donde aumentan los días de riesgo extremo de incendio según cambiamos de siglo. De 1991 a 2020, la media de todos los puntos analizados de la provincia era de 20 días al año de riesgo extremo de incendio. Con el cambio de siglo, esa media se ha superado una decena de años. Otras de las provincias que siguen este patrón son Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Granada, Jaén, Madrid, Toledo o Córdoba.

Córdoba, la provincia con más días de riesgo

La provincia andaluza es la que más días de riesgo muy alto, extremo y muy extremo tuvo en 2022: 131 de media a lo largo del año. Pero no solo ostenta el récord para el pasado año; es el máximo registrado también desde 1971. De hecho, Córdoba tuvo en el pasado episodios parecidos a los de 2022, llegando a tener 118 días en 2019 y 117 en 2017 de riesgo muy alto o superior. Otras provincias en el ranking que superaron los 120 días son Sevilla en 2005 y 2012 o Badajoz en 2017. Aunque, si nos vamos a puntos concretos de la geografía, en la medida más pequeña en la que se presentan los datos —25 kilómetros cuadrados—, hay zonas de las islas Canarias que sobrepasan los 200 días de riesgo elevado, como Las Palmas en 2020, 2019 o 2017. También en algunos rincones de Murcia, donde se llegó a los 173 días en 2014.

No se trata solo de que estos días de riesgo meteorológico extremo sean cada vez más frecuentes, sino que cada vez se salen más de la típica época de verano. El estudio sobre los incendios en Castilla-La Mancha habla sobre este fenómeno, explicando que no solo existe un aumento en el riesgo, sino también “una mayor duración de la temporada de incendios y una mayor frecuencia de situaciones extremas y de más larga duración”. La Subinspectora de los Bomberos de Cataluña (GRAF), Etel Arilla, explica cómo ellos han observado este fenómeno en los servicios de extinción: “Es como una desestacionalización del riesgo, que no solamente está en verano, sino que también hay un incremento de número de servicios distribuido a lo largo del año, también en primavera”.

El Infoca, el equipo de bomberos de Andalucía, ha adelantado la campaña de riesgo de incendios de 2023 al 16 de mayo, cuando otros años ha comenzado el 1 de junio. Supone la prohibición del uso del fuego para quemas agrícolas o la realización de barbacoas, por ejemplo, además del despliegue de todos los medios humanos y materiales. La Rioja, por su parte, adelantó la campaña 15 días, comenzando el 1 de julio, y desplegando también todos sus medios.

El escenario que se avecina no es mejor, según los modelos de predicción de riesgo meteorológico. Un estudio de la Comisión Europea explica que “se prevé que el número de días al año con peligro de incendio forestal de alto a extremo aumente en casi toda Europa con el calentamiento global como resultado de temperaturas más altas y el aumento de los periodos de sequía”. Responsables de la investigación nos explican: “El cambio climático ya se ha producido. Si nos fijamos en los últimos 30 o 40 años, veremos que la temperatura ha aumentado, pero también el peligro de incendios”.

Esta investigación ha sido posible gracias a la financiación de FIRE-RES. Pulse aquí para saber más sobre cómo se hizo esta investigación, en Civio. 

El incendio de Los Guajares (Granada), ocurrido a principios de septiembre del pasado año, llegó a quemar 5.194 hectáreas y se convirtió en uno de los peores acontecidos en la provincia desde que existen registros. El informe posterior al incendio, realizado por la Junta de Andalucía, cuenta que el índice de riesgo meteorológico durante los días en los que se desarrolló era “extremo”. Las condiciones eran las propicias para que el incendio creciera hasta entrar en la categoría de “gran incendio forestal”, como terminó ocurriendo. El 8 de septiembre, el día en el que comenzó, el riesgo era muy alto y extremo —dos de las clasificaciones más elevadas que se hacen de estos datos— en toda la superficie que terminó ardiendo. Este es uno de los muchos incendios ocurridos en España donde la meteorología cumplió un papel determinante.

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