La única encuesta que ha clavado los resultados del 23-J se hizo en São Paulo: "Era un experimento"

El país sigue sorprendido por los resultados obtenidos este domingo por los bloques de derecha e izquierda. La victoria holgada de PP y Vox que pronosticábamos la mayoría de medios de comunicación puede acabar en un conglomerado de siglas que mantenga a Pedro Sánchez en la Moncloa.

Aunque con una encuesta electoral siempre hay que tener en cuenta el margen de error, en este caso la mayoría de sondeos sobrerrepresentaron las opciones de la derecha. Solamente el CIS y su método Tezanos apuntaba en sentido inverso y fue capaz de percibir esa remontada de Sánchez, aunque también errara, al considerar a los socialistas ganadores y situar a Sumar por encima de los 40 escaños. En este contexto, a última hora de la noche apareció una clasificación que ordenaba a los encuestadores en función del error de sus encuestas.

En la cima podía apreciarse un actor desconocido: Atlas Intel. Con una única encuesta, publicada el 17 de julio —último día legal para publicarla en España—, registraba un 0,87% de error. Habitualmente, las encuestas más sólidas suelen ofrecer un 3% de margen de error. Entre las publicadas en los últimos días por los medios de comunicación, las menos afortunadas superan el 7% con respecto a los resultados de este domingo.

La encuesta, a diferencia del resto, no estaba recogida en ningún medio de comunicación. Fue publicada en su propia página y recogida por Electográfica, un agregador online de encuestas electorales.

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Daban al PP un 30,8% y al PSOE un 29,4%. En tercer lugar, veían a Vox, con un 17%, y a Sumar, con un 16,1%. En este sentido, ha habido encuestas que individualmente han representado mejor que Atlas los resultados de uno u otro partido, pero, en general, nadie ha calculado mejor la suma por bloques y la distancia —insuficiente— que obtuvo la derecha sobre la izquierda: apenas 2,3 puntos porcentuales cuando la mayoría de encuestas pronosticaban más de un 5% a favor del bloque PP + Vox.

El misterio viene de Brasil

Atlas Intel es la obra de Andrei Roman, un politólogo doctorado por Harvard que en 2016 dejó McKinsey para montar su propia consultora. Al principio fue una plataforma más centrada en usar la tecnología para proyectos relacionados con la transparencia, pero eventualmente fue virando el foco hacia la business intelligence y las encuestas electorales con resultados llamativos.

Roman nació en Bucarest (Rumanía) y estudió en Estados Unidos. Tras un breve periplo por la India, acabó regresando a Norteamérica para establecer su nueva empresa en Brasil, de donde es su marido y donde hoy tienen dos sedes, en Río de Janeiro y São Paulo. La empresa comenzó a ganar reconocimiento en ambos países por su uso de nuevos métodos, como el sondeo de alta frecuencia, el big data o la regresión multinivel con post-estratificación. En una entrevista realizada este mes de mayo con el catedrático de estadística de Cambridge, David Spiegelhalter, este reconocía este tipo de métodos como el futuro de las encuestas, pero por desgracia no demasiadas empresas los utilizan aún.

Su primer gran éxito vino en 2020, cuando en las elecciones presidenciales de Estados Unidos 2020, la gran mayoría de encuestas se equivocaron gravemente. El Wall Street Journal declaró que las encuestas preelectorales habían sido las peores en 40 años, sin que las casas que las hicieron supieran explicar qué había fallado. El sondeo de Atlas Intel fue el más preciso de todo el país. Nate Silver, el estadístico que devino en gurú electoral cuando logró acertar el color del voto en todos los estados norteamericanos para las elecciones de 2008 y 2012, gracias a un algoritmo propio que puso al servicio del New York Times, calificó a Atlas Intel con una A (sobresaliente) y su empresa, 538, los colocó entre los diez encuestadores más fiables.

Tras esto, vinieron también Colombia, Brasil, Chile, Argentina... en varios ciclos electorales han logrado lo mismo que ahora en España, situarse como la predicción más ajustada. Roman cuenta a El Confidencial que lo de hacer una encuesta para las elecciones del 23-J no fue encargo de ningún medio o institución, "era más bien un experimento, una estrategia de construir reputación y de verificar que nuestro método funciona en España siendo un contexto nuevo". Un experimento y, al mismo tiempo, una oportunidad para meter la cabeza en nuestro país.

"Era una estrategia de construir reputación y de verificar que nuestro método funciona en España"

El sondeo de Atlas Intel no destaca a simple vista por sus ingredientes: fueron 2.974 personas encuestadas entre los días 15 y 17 de julio utilizando un método 100% digital. Son los detalles que quedan en la cocina los que acabaron decantando los resultados hasta clavar el resultado que ambos bloques obtuvieron una semana más tarde.

PREGUNTA. ¿Les ha resultado España un escenario particularmente difícil de pronosticar, en comparación con otros países?

RESPUESTA. Es la primera encuesta hecha por Atlas Intel en un contexto de elecciones generales en España y representó para nosotros una situación peculiar, ya que normalmente trabajamos en contextos que conocemos mejor a partir de experiencias pasadas. Nuestra experiencia se resume en Latinoamérica y Estados Unidos, donde hemos sido la mejor encuestadora en Brasil de los últimos dos ciclos electorales (presidencial y municipales) y también en Estados Unidos, Argentina, Colombia o Chile.

España fue difícil, sí, porque para nosotros es un contexto nuevo y sabíamos que era una elección muy polarizada y con una perspectiva de movilización muy fuerte en los últimos días, tanto en términos de comparecencia adicional, electores que no pretendían votar, pero lo decidieron a última hora, como a cuenta del voto útil, que se transfiere de los partidos menores a los mayores para ofrecer una mejor chance de mayoría del bloque ideológico preferido, derecha o izquierda.

P. ¿Qué diferencia su metodología de las que habitualmente vemos por aquí?

R. Es una metodología más moderna, es 100% online. Recolectamos nuestros datos siguiendo un concepto de river sampling, es decir, no usamos un panel digital, sino que los participantes navegan de forma orgánica por la web y son reclutados mediante publicidad programática. A partir de esta recolección, también hacemos un proceso de calibración muestral para identificar y reducir sesgos de superrepresentación o de subrepresentación de grupos específicos.

En España todavía se usan bastante las encuestas telefónicas, es una metodología más tradicional que la nuestra y puede ser que haya una ventaja con nuestro método, principalmente por evitar el sesgo de interacción humana.

P. ¿Qué quiere decir?

R. Hemos visto que, a causa de la polarización política, hay electores, principalmente de la derecha más radical, que cuando son entrevistados por un humano, presencialmente o por teléfono, no declaran el voto con la misma facilidad que cuando van a votar. El shy voter effect o efecto del elector tímido es un fenómeno que ha sido identificado en EEUU y puede ser que haya impactado también las elecciones en España. El voto de Vox no fue sobreestimado en este ciclo, pero creo que se debió más al voto útil a última hora de electores de Vox al PP.

P. Son una empresa brasileña haciendo encuestas en otros países, ¿cree que ser extranjeros dificulta la realización de sondeos al carecer de conocimientos específicos del país o, al contrario, puede proporcionarles una ventaja?

R. El hecho de ser extranjeros nos hace ser imparciales en contextos polarizados, lo hemos visto en Estados Unidos, en Argentina y ahora en España. Las encuestas han sido utilizadas como un arma política y esto ha impactado negativamente en su calidad. Hay un debate en España precisamente sobre el sesgo de derechas o izquierdas de algunas de las casas de encuestas. Me parece que estas críticas son adecuadas, porque si esta tendencia se repite sistemáticamente de un ciclo para otro en una empresa o una institución pública es probablemente porque hay un sesgo, de lo contrario tendríamos que observar un error aleatorio, no sistemático y que favoreciera cada vez a uno de los lados ideológicos.

P. Tras este sorprendente resultado, ¿tienen previsto hacer más trabajos en ciclos electorales en España?

R. Para nosotros, las encuestas políticas son una parte relativamente reducida de nuestro negocio, pero queremos aumentar nuestra presencia en nuevos países y me gustaría bastante participar de la medición del contexto económico, político y social de España, establecer una presencia más fuerte.