El suegro del futuro duque de Alba, al borde del juicio por estafar a su exmujer

La Audiencia Nacional ha dado por finalizada la instrucción sobre la batalla legal que enfrenta desde hace años a los padres de Sofía Palazuelo, futura duquesa de Alba. En un auto al que ha tenido acceso El Confidencial, el juez Joaquín Gadea propone juzgar al arquitecto Fernando Palazuelo —suegro de Fernando Fitz-James Stuart— por apropiación indebida agravada cometida contra su exmujer. El caso ha destapado la presunta estafa, infidelidad y la doble vida en Perú del empresario.

En el centro del procedimiento, que se inició en un juzgado de Palma que acabó inhibiéndose a la Audiencia Nacional, aparece la compañía que compartían el arquitecto y su exesposa hasta la separación definitiva de ambos. Según defiende la madre de la duquesa de Huéscar, Sofía Barroso Fernández de Araoz, la sociedad inmobiliaria Arte Express SA, exitosa a lo largo de más de 20 años, comenzó a descapitalizarse de forma progresiva después de la ruptura matrimonial. Los cálculos de su defensa elevan el agujero a los 50 millones de euros. Según su versión, la compañía fue vaciada progresivamente y el capital acabó en Iberoamérica.

El escrito del magistrado explica que el año 2008 la sociedad Arte Express, domiciliada en España, estaba participada por ambos, disfrutando Barroso Fernández del 51 por ciento de acciones y Palazuelo del 49% como administrador único de la empresa. La sociedad tenía bajo su control a otra serie de compañías radicadas en Perú. En el verano de aquel año, el arquitecto, haciendo uso de sus facultades de administrador "y con evidente abuso de las mismas", traspasó la mayor parte del patrimonio a una entidad panameña. Dejó a la matriz española "con una única acción de la sociedad peruana".

Para el juez, los hechos pueden ser constitutivos de un delito de apropiación indebida agravada castigado con pena de hasta seis años de prisión, de los que sería criminalmente responsable Palazuelo. Como indicios, menciona la abundante documentación que obra en la causa, las declaraciones de los testigos y declaraciones de los investigados.

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El caso va mucho más allá de una presunta estafa para adentrarse en la intimidad de los consuegros de Fitz-James Stuart. En la última etapa, el Juzgado de Instrucción de Palma trató de desentrañar los tiempos de la relación matrimonial, claves para determinar si la presunta despatrimonialización se produjo cuando la relación ya estaba rota y, por tanto, con intención de perjudicar a una de las partes. Como relató en 2019 el 'Diario de Mallorca', Fernando Palazuelo defiende que nunca llegó a separarse de su mujer. El matrimonio se rompió de forma pública en 2012 después de que se descubriera que el empresario había mantenido una doble vida en Perú a lo largo de seis años y una relación estable con Soldi, arquitecta contratada por la sociedad para los proyectos en Lima, dice, sin embargo, la querellante.

Rehabilitación del centro de Lima

Arte Express dio el salto a Lima precisamente en 2005. Dedicada a la rehabilitación de edificios históricos en Europa, trasladó el grueso de su dedicación al país sudamericano para centrarse en exclusiva en la recuperación de edificios centenarios en el centro de la capital peruana. Promociona en redes sociales su labor de recuperación de edificios tras un largo periodo de degradación. Hoy cuenta con 12 años de dedicación y con 60 edificios en marcha y numerosos proyectos de recuperación urbanística, cultural y social con "una percepción particular sobre el Centro Histórico de Lima y la importancia de su revalorización", agrega. Tras su adquisición y rehabilitación, muchos de los inmuebles albergan ahora dependencias gubernamentales.

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Ese mismo año, según las crónicas de prensa de la época, Sofía Barroso se trasladó a Madrid con sus cuatro hijos, mientras que su marido se quedaba en Palma y expandía el negocio. Los duques de Huéscar no mantienen relación con el padre, que ni siquiera acudió a su boda, celebrada en 2018. Según Barroso, su exmarido provocó a través de una migración de capitales que ella desconocía que la parte española de la compañía entrara en concurso de acreedores para después desligarse de esta división. Los fondos 'perdidos' quedaron a nombre de terceras sociedades en paraísos fiscales, como confirma ahora el auto del magistrado.

No es la primera vez que Palazuelo se topa con la Justicia. Como promotor de la rehabilitación de las Torres del Temple de Palma, fue condenado por coacciones a dos de sus inquilinos en 2006. Por otro lado, se acabó abriendo una investigación por la presunta ilegalidad de dicha rehabilitación y finalmente las torres, monumento que está catalogado como bien de interés cultural, fueron adquiridas por el ayuntamiento de la isla.