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La estrategia de Vox para no ser destruido por Isabel Díaz Ayuso
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La estrategia de Vox para no ser destruido por Isabel Díaz Ayuso

El partido de Abascal logra entrar en campaña con la jarana de Vallecas. Trata de sobrevivir al ayusismo redoblando la guerra cultural. Al habla con Guillermo Fernández, investigador en la Universidad Complutense

Foto: Santiago Abascal en Vallecas. (Sergio Beleña)
Santiago Abascal en Vallecas. (Sergio Beleña)
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El acto de Vox en Vallecas se hizo para que volviera a hablarse de Vox… y aquí estamos hablando otra vez de Vox.

Pero más allá de la bronca, hay muchos asuntos políticos en juego y convendría analizarlos en frío.

¿Sacará Vox el 5% de los votos en Madrid? ¿Por qué Ayuso les rasca tanto voto? ¿Es Ayuso la mejor creación de Vox y, al mismo tiempo, la muerte probable del partido? ¿Hemos pasado del 'sorpasso' al PP a la reunificación de las derechas bajo dominio del PP? De qué hablamos cuando hablamos de Vox y los barrios obreros:¿de economía o de varones divorciados? ¿Qué pasa en Vox?

placeholder Foto: Sergio Beleña.
Foto: Sergio Beleña.

Hablamos con el sociólogo Guillermo Fernández Vázquez, investigador en la UCM, experto en derechas radicales europeas y autor del libro ‘Qué hacer con la extrema derecha en Europa. El caso del Frente Nacional'.

PREGUNTA. El mitin de Vox en Vallecas tuvo algo de 'performance' y de profecía autocumplida: se daba por sentado que generaría tumultos, y así fue. ¿Qué conclusiones sacó del acto?

RESPUESTA. Vox quería recuperar la visibilidad pública que había perdido las últimas semanas, y ha logrado al menos uno de sus propósitos: entrar en campaña, porque hasta ahora estaba fuera. Y no lo ha conseguido gracias a su candidata, Rocío Monasterio, sino gracias a Santiago Abascal.

P. ¿Por qué estaba fuera de campaña?

R. El problema de Vox estas elecciones es que a sus simpatizantes les cuesta ver las diferencias entre Ayuso y Monasterio. Peor aún: algunos estudios demuestran que los votantes de Vox simpatizan o se identifican más con Ayuso que con Monasterio. De hecho, no cuesta imaginar a Ayuso y a Espinosa de los Monteros en el mismo partido, pero sí cuesta ver grandes diferencias ideológicas entre ambos, como si estuvieran de acuerdo en casi todo.

¿Qué perfil propio añade Rocío Monasterio a estas elecciones? El perfil ultraconservador. Pero ese es precisamente el perfil menos atractivo ahora para la sociedad madrileña, salvo para pequeños sectores de la población. Siendo así las cosas, ¿qué pensó Vox? Voy a Vallecas, genero polémica y empujo hasta generar disturbios.

"El problema de Vox es que a sus simpatizantes les cuesta ver las diferencias entre Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio"

P. O sea, que funcionó…

R. Sí, pero quizá no tan bien como sus actos en Hernani o en Vic. Para el español del interior, o el español común, no es lo mismo una pedrada en Hernani que en Vallecas. Una remite a la memoria del terrorismo y el independentismo, la otra a las típicas diferencias izquierda/derecha. Una es más potente visual e ideológicamente que la otra para Vox. Pero como Vox partía en desventaja en las elecciones a la CAM, con lo de Vallecas le ha valido al menos para arrancar.

P. ¿El mil veces anunciado asalto electoral de Vox a los barrios obreros se ha quedado a medias?

R. El fenómeno interesante de Vox en la CAM no está ni en los barrios obreros de Madrid, ni en Leganés, Móstoles y Alcorcón, hay que alejarse más del centro de la comunidad para encontrarlo. ¿Qué pasa en Humanes, Ciempozuelos y Morata de Tajuña? Hay toda una franja que vota a Vox y nadie sabe bien por qué. Se ha analizado mucho el feudo electoral de Vox en Murcia, pero no el de Madrid, que no se limita al barrio de Salamanca y va más allá del cinturón rojo, allá donde los PAUS se mezclan con el mundo rural.

placeholder La candidata de Vox a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio. (EFE)
La candidata de Vox a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio. (EFE)

P. ¿Sacará Vox menos del 5% de los votos en Madrid?

R. A mí me sonaba raro que Vox sacara menos del 5%, pero ahora que Abascal ha entrado en campaña, y va a ser la cara visible, me parece aún más difícil que pase eso. Yo daría casi por seguro que obtendrá representación parlamentaria.

"Yo daría casi por seguro que Vox sacará más del 5% de los votos en Madrid"

P. No obstante, parece que empeorarán sus resultados de pasadas elecciones. ¿Cómo puede afectar al partido un mal resultado?

R. A Vox no le ha gustado la convocatoria electoral en Madrid. Las encuestas nacionales decían que se acercaba al PP, algunos hablaban incluso de 'sorpasso', pero de pronto hemos pasado a que igual no saca ni el 5% de los votos en Madrid. No le han venido bien las elecciones. Incluso si sacara el 7, el 8 o el 9%, la diferencia con Ayuso será tan grande que no dejará a Vox en buen lugar. Estas elecciones rompen la dinámica de ascenso de Vox. ¿Que dentro de unos meses pueden volver a estar a la par con el PP? Es posible, pero le han roto la dinámica.

P. Dice usted que es difícil diferenciar a Ayuso de Espinosa de los Monteros. ¿No acaban fagotizados los nuevos partidos cuando se arriman demasiado a los viejos? Pienso en Ciudadanos, pero no solo. Entre el original y la copia, la gente suele quedarse con el original/el partido grande.

R. Claro. A Vox le ha pasado con Ayuso lo que a Farage (UKIP) con Boris en Inglaterra. Es una relación muy ambivalente. Vox podría estar satisfecho con que su influencia ideológica generara un producto como Ayuso, pero al mismo tiempo Ayuso le roba votantes y protagonismo a Vox. A corto plazo, Ayuso es mala para Vox; a medio, desde las ideas, igual no es tan malo para Vox que exista Ayuso.

Vox nació en 2013 para condicionar al Partido Popular. Para romper la dinámica de (entre muchas comillas) ‘socialdemocratización’ de Mariano Rajoy. Vox decía que Rajoy era heredero de Zapatero. Vox nació como herramienta de lucha ideológica y cultural. Con Ayuso lo habrían logrado, el problema es que Ayuso deja pasar el balón (las ideas) pero no el jugador (Vox). Un simpatizante de Vox estará contento con que sus ideas circulen cada vez más, pero el cuadro de Vox estará triste por perder votos. Este proceso contradictorio podría culminar en pocos años en una recomposición de las derechas en la que Vox tenga menos peso orgánico que sus ideas.

"A corto plazo, Ayuso es mala para Vox; a medio, desde las ideas, igual no es tan malo para Vox que exista la actual presidenta"

P. Trump ha muerto. ¿Sobreviven sus ideas?

R. Aunque Trump haya perdido, las derechas europeas siguen trumpetizadas. La década pasada, el Frente Nacional y la Lega trataron de crecer apoyándose en las cuestiones económicas y dando un giro social. Robándole el voto a la izquierda. Presentándose ante las clases populares como un sincretismo entre izquierda y derecha, diciéndoles que la izquierda los había traicionado y que ellos eran lo más parecido a lo que votaban sus abuelos comunistas. Pero después de Trump, esa línea ya no es la dominante, sino la identitaria, por la que circula Vox.

Para llegar a las clases populares, priman más los temas identitarios que los económicos. Estos partidos no preguntan: ¿Cuánto dinero ganas? ¿Quieres ganar más? Preguntan: ¿Con qué te identificas? ¿Qué cosas te gustan? ¿Cómo es tu vida? ¿Te gusta comer carne? ¿Te gustan las fiestas de tu pueblo? ¿Te gusta el catolicismo? ¿Te gusta sentirse español? ¿Te gusta ser un hombre divorciado? La respuesta de Vox (y otros partidos) a estas personas sería algo así como: "Está bien que le gusten a usted todas esas cosas, aunque la izquierda quiera hacerle sentirse culpable puede usted sentirse orgulloso. Hay una izquierda pija que le censura a usted moralmente y le dice que todo eso está mal". Apelan a identidades que se sienten presionadas para tratar de crear una coalición identitaria interclasista.

placeholder La presidenta de la CAM, Isabel Díaz Ayuso conversa con Rocío Monasterio. (EFE)
La presidenta de la CAM, Isabel Díaz Ayuso conversa con Rocío Monasterio. (EFE)

P. No obstante, el covid, con su crisis sanitaria, su recesión económica y su necesitamos que el Estado nos salve el pellejo, no parece el mejor contexto para fiarlo todo a las guerras culturales, ¿no?

R. Es cierto, pero cuando Ayuso y Vox hablan del covid, no ponen la pobreza en primer término, sino la libertad.

P. Ya.

R. Es una cuestión de valores. ¿Comunismo o libertad? Libertad, dicen, poniendo el “estoy harto de la pandemia y de las restricciones” por encima de la economía. No quiere decir que no hablen nunca de economía, pues añaden que "libertad es también pagar menos impuestos y que te dejen abrir el bar", pero lo principal es lo cultural. Vox no dice todo el rato: "El Gobierno nos empobrece, los españoles necesitan más ayudas y hay que recuperar el verdadero Estado social traicionado por la izquierda pija", sino que habla de libertad y de modelos de vida. Tampoco Ayuso se centra en lo económico, sino en la identidad regional. ¿Qué significa ser madrileño? ¿Qué nos gusta hacer a los madrileños? Ir a terrazas, beber cañas, pasarlo bien. Ahí está el núcleo de su propuesta política, influencia de Trump y de la 'alt-right'.

Vox y otros partidos de la derecha radical europea ya no buscan el sincretismo entre izquierda y derecha, sino una derecha desacomplejada. Están obsesionados con las identidades. El usted debe sentirse bien como varón, carnívoro, heterosexual y divorciado.

"Vox y otros partidos de la ultraderecha europea no buscan crear un sincretismo entre izquierda y derecha, sino una derecha desacomplejada"

Si Vox se mete más en economía, quizá pueda conseguir voto de las rentas más bajas, pero también perder voto de las rentas más altas, su nicho principal, como algunos creen que le pasó al Frente Nacional en Francia.

Si solo ponemos el foco en el fascismo'versus' antifascismo, o en Vox intenta captar el voto de los “pobres” de los barrios populares, nos perdemos algo, porque Vox no se dirige a ellos como “pobres” sino como personas que creen ver amenazadas sus identidades.

P. Resumiendo: Su cuenta corriente va a seguir igual de tiesa que siempre, pero su identidad se la voy a dejar como nueva...

R. Algo así.

El acto de Vox en Vallecas se hizo para que volviera a hablarse de Vox… y aquí estamos hablando otra vez de Vox.

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